“Tenemos que potenciar la salida al exterior de las empresas de la SEPI”

Entrevista. FRANCISCO RUÍZ JIMÉNEZ. Director General de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI)

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Francisco Ruíz JiménezFrancisco Ruiz Jiménez, (Madrid, 1975) se pasó tres años opositando a una plaza en la Administración que no obtuvo. Lejos de arrojar la toalla, esa experiencia le sirvió para reinventarse y se convirtió en éxito cuando al año siguiente se presentó a Inspección del Banco de España. En esta institución ha pasado nueve intensos años de vida profesional, en los que entre otras cosas, le ha tocado lidiar con la “crisis” de las Cajas de Ahorros. Conferenciante habitual y profesor de materias contables y financieras en el CEF, en febrero de 2012 fue nombrado Director General de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), el grupo empresarial público que aglutina a 18 empresas públicas y 80.000 empleados.

¿Cómo empezó su relación con el CEF?

Al terminar la carrera empecé a trabajar en La Caixa.  Por aquel tiempo mi novia preparaba  la oposición  de Subinspector de Hacienda y así fue como entré en contacto con el mundo de las oposiciones y con el CEF. Poco después yo también me matriculé. En principio con la idea de compaginar ambas actividades, pero en La Caixa me obligaron a elegir. Así que me dediqué por entero a la oposición.

Oposición que no llegó a aprobar… ¿Pensó en dejarlo?

De hecho, lo hice. En aquellos años, finales de los noventa, cambiaron muchas cosas en la oposición. Cambiaron los temarios, el sistema, se separaron los cuerpos…  El proceso se prolongaba  mucho. Desde que se hacía el primer examen hasta que llegaba el sexto y último podría transcurrir año y medio, de tal manera que las convocatorias llegaban a solaparse. El primer año me quedé en el primer examen, y en la siguiente convocatoria  superé el primero, el segundo, la prueba de  idioma y el dictamen… Hasta que llegaron los orales y suspendí. Entre unas cosas y otras llevaba ya tres años dedicándome a la oposición. No quería prolongarlo demasiado.

¿Y qué pasó para que lo reconsiderara?

Ángela de las Heras me convenció. Fui a despedirme de ella y lo que me llevé fue una bronca (risas) cuando le dije que ya se me había pasado el plazo para inscribirme en una nueva convocatoria de Hacienda. Entonces me habló de las plazas a Inspector del Banco de España. Aquel temario me encajó mejor porque no tenía orales y cantar temas siempre había sido mi cruz. También era más corto. La dificultad estaba en que el programa estaba mucho menos segmentado que el de Hacienda, no había preguntas de epígrafe. Te planteaban un tema y tú tenías que desarrollarlo, componerlo y priorizar el contenido de tu respuesta. Tenía un componente menos memorístico y más de interiorización de conocimientos.

Aprueba y entra a trabajar en el Banco de España. ¿Puede hablarnos brevemente de su trayectoria en la institución?

La verdad es que me he movido bastante dentro  del banco en estos nueve años. Comencé trabajando en casas de cambio, un área que en principio puede parecer poco “glamurosa”, pero que a mí personalmente me gustó y me supuso además un gran aprendizaje. Allí entré en contacto con asuntos que iban desde el blanqueo de capitales o irregularidades contables hasta temas relacionados con la balanza de pagos. Durante ese periodo levanté actas que luego acabaron en procesos sancionadores. Más tarde pasé a trabajar en asuntos internacionales y banca extranjera. Y en la última etapa estuve asignado al área de las cajas de ahorro.

Todas estas empresas tienen un componente de mercado que escapa un poco a la tradicional mentalidad ministerial

¿Y cómo se produce su llegada a la SEPI?

Recibo una llamada de Ramón Aguirre, a quien yo conocía de su etapa en el ICO. Me dice que en dos días el Consejo de Ministros le nombra presidente de la SEPI y me pide que le acompañe en el proyecto.  Él tomó posesión el 15 de enero, el vicepresidente unos días después y yo el  1 de febrero.

¿Puede explicarnos someramente qué es la SEPI?

La SEPI, el antiguo INI, es, junto con la Dirección General patrimonio y el Ministerio de Fomento, uno de los tres operadores del sector público empresarial. Una de sus funciones es la gestión de las empresas del Estado.

¿En qué consiste esa gestión?

Como cualquier holding,  la SEPI se ocupa del control y la supervisión financiera de las empresas del Grupo. Asimismo, la SEPI  tiene una función de instrumento de política financiera del gobierno, y dentro de esa función está marcar una estrategia para sus empresas en estrecha colaboración con sus equipos directivos.  Por último, hay una labor de apoyo y acompañamiento.

Francisco Ruíz Jiménez¿Qué ventajas supone que  la SEPI gestione las empresas públicas y no directamente desde un Ministerio?

Todas estas empresas tienen un componente de mercado que escapa un poco a la tradicional mentalidad ministerial. No se trata de empresas que vendan sus productos y servicios en régimen de monopolio, sino que concurren al mercado y compiten en igualdad de condiciones. Y para ello necesitan un entorno amigable y una estructura adecuada. El caso de Correos, que ha pasado recientemente de patrimonio a la SEPI, es paradigmático. Desde que se produjo la liberalización del mercado de las telecomunicaciones, Correos es una empresa que funciona exclusivamente de acuerdo a criterios de mercado y cuenta de resultados.

La SEPI también se ocupa de la privatización de las empresas públicas. ¿Quedan muchas empresas susceptibles de ser privatizadas?

Las grandes privatizaciones como las de Telefónica, Endesa  o Iberia ya se hicieron en su día. Quedan pocas empresas públicas de ese tamaño, Renfe, AENA y pocas más.

El nuevo equipo rector de la SEPI no lleva ni un año en el cargo. ¿Qué objetivos a corto/medio plazo  se han marcado?

En primer lugar ordenar y sistematizar. Todas las estructuras son mejorables y es lo que estamos realizando y a fondo tanto en la SEPI como en las empresas del grupo.  Por ejemplo, cuando llegamos nos encontramos con que no existía un departamento de auditoría interna que se asegurara de que las directrices marcadas por la SEPI se ejecutaran. También perseguimos la estabilidad financiera, queremos seguir siendo autónomos financieramente y no tener que apelar al presupuesto. Para ello la fórmula es sencilla: mantener y potenciar los beneficios de las empresas que dan beneficios y limitar las pérdidas de las que dan pérdidas. Por último, tenemos que potenciar la salida al exterior de las empresas de la SEPI, abrir canales comerciales a los que puedan sumarse después otras empresas españolas.