Jurídico

Breve introducción a la ordenación jurídica del fútbol profesional en españa

Partido de fútbol

Jorge Cuartero Montilla. A tenor de lo dispuesto en los artículos 12 y 41 de la vigente Ley del Deporte, así como en los Estatutos Sociales de la Liga Nacional de Fútbol profesional, LaLiga queda configurada jurídicamente como una Asociación Deportiva de Derecho privado sin ánimo de lucro, integrada con carácter obligatorio y exclusivo por todos los Clubes y Sociedades Anónimas Deportivas que participan en las competiciones oficiales de fútbol profesional y de ámbito estatal.

Le corresponde a LaLiga, por disposición legal expresa, la organización de las citadas competiciones en régimen de coordinación con la Real Federación Española de Fútbol -en adelante, RFEF-.

Las lavanderías autoservicio no son industria según el Tribunal Superior de Justicia de Madrid

Lavandería

Betsabé Laullón Casares. Muchos pensaréis ¿y qué? Bien, pues en la última década han proliferado por toda España este tipo de lavanderías en régimen de autoservicio muy conocidas y extendidas desde hace años en otros países como Estados Unidos.

Seguramente a todos nos viene a la memoria una serie o película norteamericana en la que se desarrolla un diálogo en una de estas lavanderías mientras los personajes hacen su colada.

En efecto, como reza el título, las lavanderías en régimen de autoservicio no son industria, como acaba de reconocer el Tribunal Superior de Justicia de Madrid en diversas sentencias, que son firmes pues el Ayuntamiento no las ha recurrido.

La mediación, otra forma de justicia

Mediando entre 2 personas

Álvaro Rueda Tortuero. El profesor Wheeler, en Berta Isla, uno de los últimos trabajos del escritor Javier Marías, regalaba una inquietante recomendación a su atribulado discípulo, Tom Nevinson, con la siguiente disquisición: “…Un juicio nunca se sabe cómo puede terminar, por mucho que uno sea inocente y crea tenerlo todo a su favor. La verdad no cuenta, porque se trata de que decida sobre ella, de que la establezca alguien que nunca sabe cuál es: me refiero a un juez. No es cuestión de ponerse en manos de quien solo puede dar palos de ciego, de quien va a jugársela a cara o cruz y tan solo puede adivinar o intuir. En realidad, si bien se mira, es absurdo que se juzgue a nadie. El prestigio y la longevidad de esa costumbre, y que está extendida por el mundo entero con mayores o menores garantías, incluso con nulas garantías de imparcialidad…; que exista, en fin hasta como farsa…”, "Que nadie se percate de la imposibilidad de esa tarea inmemorial y universal, de su sinsentido, es algo que siempre escapará a mi comprensión. Yo no reconocería autoridad a ningún tribunal. Si pudiera evitarlo, no me sometería a un juicio jamás. Cualquier cosa antes que eso. A uno lo pueden enviar a la cárcel por capricho. Simplemente por caer mal”.

El consorcio administrativo

Profesor y doctora empresa pública

Rubén Bejarano Ferreras. Entramos en la recta final del 2019. Un año que pasará a la historia de nuestra democracia por tener un ciclo electoral de gran intensidad, con una reciente renovación en solo unos meses, de todos los Ayuntamientos, la mayoría de las Comunidades Autónomas, nuestros representantes en el Parlamento Europeo y hasta dos veces el Congreso de los Diputados. Una situación esta última que ya ha dejado de ser inédita y que viene para quedarse, dada la fragmentación política existente en nuestra sociedad.

Una renovación de instituciones que de momento no se está traduciendo en impulso de iniciativas y programas económicos y sociales, así como la gestión de nuestros derechos más básicos que nuestra sociedad necesita con urgencia. O lo que es lo mismo: parece que estamos asistiendo en la mayoría de Gobiernos regionales y locales más a alternancias en el poder que a alternativas políticas. Una situación que se puede agravar si son ciertas las señales de alarma que predicen algunos analistas sobre una nueva recesión global, y su trascendencia en nuestro país, cuando no hemos salido aún de la anterior crisis económica, devastadora no solo para muchas personas sino también para empresas y con administraciones públicas con menos recursos para gestionar nuestros derechos sociales.

Aikido, como fuente inspiradora de solución de conflictos

Aikido

Manuel Soto. El Aikido, conocido como el Arte de la Paz, es un arte marcial que deriva de las tradiciones samuráis. Su fundador, Morihei Ueshiba, en 1942, tras una vida de aprendizaje con célebres maestros de Artes Marciales, quiso dejar patente que dentro del espíritu de esta disciplina existe la idea de responder a los retos y a la confrontación de forma no violenta, buscando la armonía en una situación de conflicto sin renunciar a los propios derechos, ni la derrota de la otra persona.

Ante un ataque o un conflicto de intereses las personas implicadas experimentan emociones (ira, agresividad, miedo, frustración, sensación de injusticia…) que les impide gestionar la situación con una mentalidad y actitud constructiva, sintiendo la necesidad de defenderse del atacante con un contraataque, de bloquearse de miedo, si se ven incapaces de hacer frente a la situación, o incluso huir.

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