Un emprendedor cualquiera

Carlos Jordana
Socio fundador de TrendyAdvisor

Un emprendedor cualquiera

La historia de TrendyAdvisor comienza, como tantas otras en el mundo emprendedor español, por un viernes, un despacho, un cheque y unas explicaciones baldías que terminaban de golpe con nueve años de trabajo acatando las directrices que otros te imponían, y que dan paso a un panorama personal y profesional nuevo.

Desde esas primeras horas retumbaba en mi cabeza esa reflexión tantas veces compartida con amigos en una terraza cualquiera, junto a cualquier cerveza “si un día me echan, me monto algo en internet”.

Había que ponerse a pensar en qué, en cómo, con quién, en definitiva, ese “algo en internet” tenía que coger forma. Leyendo libros, revistas, preguntando a varios amigos que en su día montaron una empresa, con mayor o menor éxito, entendí que debería ser algo sobre un sector que conociera profundamente; después de nueve años en una empresa de moda, un sector tan potente en nuestro país y con tantas cosas por hacer en el mundo digital, creí que ahí debía dirigirme; además, como comprador online de moda, echaba de menos una página que me ayudara a encontrar el producto que quería, así que me lancé a por ello, creando el primer buscador de moda online: TrendyAdvisor. Después de registrar la marca y los dominios de internet, necesitaba conocer en profundidad qué había detrás de esa palabra de moda “emprendedor”, por lo que intenté formarme a través de diversos cursos, charlas, libros y revistas.

En este camino que va desde la idea inicial hasta la realidad, hay cientos de obstáculos que pueden hacer que abandones; hay tantos, que me cuesta entender cómo hemos llegado hasta aquí; desde la posibilidad económica de estar, no solo no ingresando, sino gastando dinero durante un tiempo indefinido, hasta la realidad de tener que hacer todo solo, el panorama se tornaba negruzco. Pero es ahí cuando a la determinación se une la familia con su apoyo y el azar, con la salida de un amigo que se incorpora inmediatamente al proyecto.

En este año y medio hemos conocido decenas de emprendedores con los que hemos podido establecer sinergias

Es en esta etapa, cuando ese sueño que teníamos de ser nuestro propio jefe toma forma, y el camino empieza a andarse más deprisa; buscamos un desarrollador de garantías que dé forma web a todo lo que tenemos en nuestra cabeza, capitalizamos nuestro paro para hacer frente a las inversiones iniciales y a las primeras cuotas de autónomos, nos damos de alta como tal, alquilamos un espacio en un coworking, una agencia de comunicación para darnos a conocer... y llega el momento de afrontar el principal escollo que, ya en el momento de parir la idea, surgió ¿cómo convencemos a tiendas de entrar en una plataforma sin usuarios o cómo captamos usuarios en un buscador sin productos?

Superado el problema en la génesis del proyecto, solo quedaba ponerle trabajo, paciencia y mucho, mucho networking. En este año y medio desde que el proyecto cobró vida, hemos conocido decenas de emprendedores con los que hemos podido establecer sinergias de las que nos hemos alimentado ambos para hacer crecer nuestros respectivos negocios, y esto ha sido, sin duda, la clave de que ahora mismo pueda estar aquí contando un caso de éxito y no un fracaso empresarial. Los planes de desarrollo actual pasan por una nueva aplicación en un entorno de inteligencia colectiva que recoja datos extraídos del comportamiento del usuario en internet y en las redes sociales, para poder ofrecerle un producto acorde con sus gustos y necesidades. Este segundo semestre del año, trataremos de conseguir financiación para poder acometer con garantías todos los retos que tenemos a corto y medio plazo, pero eso será otra historia que espero relatar en un futuro próximo.