Cuatro ideas clave de la filosofía “lean startup”

Artículo escrito en colaboración con Jordi Plan Morán. Profesor de la Universidad de Barcelona. MBA por ESADE. Consultor Financiero para startups. Miembro de ACCID.

María Benito Fuentes
Economista
Máster en Dirección Económico Financiera por el CEF.-
Miembro de la ACEF.- UDIMA

“No hay nada tan inútil en el mundo como hacer con gran eficiencia lo que no debería hacerse en absoluto”. Peter Drucker

La filosofía Lean Startup (empresa joven con un alto grado de incertidumbre) creada por el consultor empresarial y de startups Eric Ries, se basa en la búsqueda prioritaria de la aportación de valor al cliente durante la fase de desarrollo incipiente de la startup, y concretamente en la definición de los productos o servicios a ofrecer, en medio de un contexto de incertidumbre. Por lo tanto, su objetivo es eliminar recursos innecesarios y superfluos para centrarse en las prácticas de creación de valor y de esta manera  las nuevas empresas puedan tener una mejor oportunidad de éxito.

Resultados típicos de la implementación de la filosofía lean startup es la reducción sustancial de sus necesidades de financiamiento externo, los planes de negocio consistentes pero huyendo de la excesiva elaboración, o la renuncia de la búsqueda de un producto perfecto para beneficiarse de un time-to-market más ágil.

El término de lean startup proviene del término lean manufacturing o lean management desarrollado en el sector industrial en la década de los ochenta y que aplicaba principios similares a la operativa de las compañías reduciendo al máximo la utilización de recursos productivos (básicamente recursos auxiliares e inventario). Estaba enfocado a crear flujos que entregaran el máximo valor a los clientes, usando para ello los mínimos recursos necesarios.

Términos utilizados por la metodología lean-startup son el MVP (Minimum Viable Product),  Actionable Metrics y Split Testing. Estos términos son empleados hoy masivamente en los procesos de concepción y desarrollos de startups, especialmente aquellos donde el producto supone un factor decisivo y crucial en el desarrollo de la nueva compañía, como en startups de  sectores tecnológicos y de Internet.

>Ideas > construir > producto > medir > datos > aprender > ideas > construir > producto…

A partir de las lecciones obtenidas de la aplicación práctica de la metodología lean startup en la creación y desarrollo de nuevas empresas, hemos extraído cuatro ideas claves aplicables a cualquier lean startup en sus fases iniciales y que pueden redundar en un beneficio de mayor orientación al cliente y reducción de costes operativos:

1.   Focus en el cliente: la retroalimentación o feedback del cliente es una idea clave de la filosofía de la lean startup y nos enseña cómo no debemos perder el foco nunca en las necesidades y beneficios que aportamos al cliente.

2.  La solución técnica es secundaria. Suena muy duro pero es así. Existe un trade-off o elección necesaria en el time-to-market y en alcanzar el producto ideal para nuestros clientes. Debemos empezar con una solución técnica que posiblemente no será la ideal pero que iremos perfeccionando progresivamente gracias al proceso iterativo de la lean startup. 

MVP (Minimum Viable Product): Lanzar un producto cuanto antes con las funcionalidades mínimas viables que me permita validar el proceso anterior. Nos proporciona un input esencial en el proceso continuo de planificación y control de la startup.

La filosofía Lean Startup se basa en la búsqueda prioritaria de la aportación de valor al cliente durante la fase de desarrollo incipiente de la startup

3.  El proceso de planificación entendido no como un proceso que hacemos en el momento de creación de la startup porque lo indican los manuales y luego lo olvidamos, sino como un desarrollo continuo de validación de nuestro negocio que nos permite un mayor control y retroalimentación para un proceso de planificación continuo. Es un proceso de aprendizaje validado: las startups no solo existen para producir cosas, ganar dinero o atender clientes, sino para “aprender” cómo crear negocios sostenibles. Aprendizaje logrado mediante prueba-error, y que permite a los emprendedores ajustarse y mejorar sus negocios on time.

En el proceso de Crear/Medir/Aprender a través de la contabilidad de la innovación, debemos de plantearnos con frecuencia (dos semanas) si estamos obteniendo los resultados adecuados; en caso contrario, es necesario cambiar o pivotar. Y se puede pivotar en las características básicas del producto, el segmento de mercado al que te diriges, la tecnología que empleas, la arquitectura del negocio o los motores de crecimiento. Teniendo en cuenta que es mejor ir haciendo pequeños cambios que uno grande de golpe.

4.  Importancia de selección de las métricas del negocio. Debemos invertir tiempo y esfuerzo en hallar las métricas adecuadas y válidas para nuestro negocio, a fin de estar seguros de que seguimos aportando valor al cliente. Las métricas o KPIs que seleccionemos estarán en función de los aspectos claves del negocio y huiremos de indicadores vanidosos que no nos proporcionan información ni nos permiten el seguimiento efectivo de la marcha del negocio. Un indicador debe tener la Triple A: Accionable, Accesible y Auditable.

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