Empleados motivados, éxito empresarial

Joan Mª. Sabaté Rovira  
Gerente en Celler de Capçanes

Empleados motivados, éxito empresarial
Cobrasoft. Rgbstock

Como todos sabemos, el capital humano es el mejor activo de cualquier organización; aquella que tenga sus colaboradores implicados tendrá un mayor índice de productividad, rentabilidad y menor absentismo. No obstante, conseguir esto actualmente no es tarea fácil ya que, debido a la crisis, muchos empleados han visto reducidos sus salarios y en algunos casos, se ha incrementado su jornada laboral, y estos factores influyen negativamente. Sin embargo, no es imposible tener una plantilla motivada con un salario congelado e incluso reducido; el factor económico es importante pero no determinante, ya que un empleado que no se encuentre a gusto, por mucho que su salario suba, su índice de motivación no subirá, el trabajador se encontrará en una jaula de oro lo que no será bueno ni para él mismo ni para la organización.

En mi opinión hay una serie de factores clave que harán que la persona esté motivada e integrada en su trabajo, sin considerar el factor económico:

1. Flexibilidad horaria. Las personas valoramos la libertad, la conciliación de la vida familiar con la profesional. Tener unos horarios flexibles, acordes con el resto de los actores sociales, como el horario escolar, nos permite  interactuar con nuestros afines y tener una sensación de mayor libertad y autonomía. Por tanto, un horario no debería sobrepasar la 17:30 horas; el horario ideal seria de 8 a 17:30, con media hora para el almuerzo. También cabe la posibilidad de que haya una flexibilidad horaria dentro de un margen horario concreto, con la finalidad de que al final de la semana se hayan cumplido las 40 horas semanales con indiferencia del horario.

2. Reconocimiento al empleado. A todos nos gusta que nos reconozcan nuestro trabajo, que nos digan lo bien que hacemos las cosas, incluso que nos halaguen. Actualmente muchos directivos que pasan por alto este simple hecho, jamás reconocen una buena acción de sus empleados y por consiguiente jamás les dicen, ¡enhorabuena! o ¡muy bien! Es un grave error, el subordinado jamás se sentirá parte de la organización. Siempre debemos reconocer el trabajo bien hecho y transmitir este reconocimiento.

No es imposible tener una plantilla motivada con un salario congelado e incluso reducido; el factor económico es importante pero no determinante

3. Reconocimiento del directivo. Hay muchas organizaciones en que los directivos se sienten dioses omnipotentes, sus normas están por encima de todo, jamás cometen un error, el empleado siempre se equivoca y él jamás lo hace. No aceptar jamás un error es un elemento grave en la dirección de personas, el colaborador jamás opinará ni llevará la contraria, sabe que su superior siempre tendrá la razón.

4. Sentimientos. La inteligencia emocional es básica para una buena dirección de personas: saber escuchar, ponerse en su lugar, dar consejos y por supuesto ponerse en la situación de sus problemas. El empleado se siente escuchado y apoyado por la dirección; esto le hará sentirse integrado en la organización y que su aportación es considerada.

5. Educación. A todos nos gusta que nos traten con educación, que nos den unos buenos días, que nos saluden y, por supuesto, que nos den las gracias cuando hacemos algo. Agradecer a un colaborador el trabajo realizado aumentará su implicación en sus funciones, observará que su esfuerzo es considerado.

6. Lluvia de ideas. Esta actividad se debería realizar en todas las organizaciones, departamentos, etc. Con estas acciones implicaremos a los colaboradores en la dirección y en la consecución de objetivos, el colaborador formará parte del éxito empresarial.

Una actitud que tenga en cuenta los factores anteriores no supone ningún coste económico, solo un poco de visión humana e inteligencia emocional, sin embargo supondrá un alto grado de implicación y productividad de los colaboradores, revirtiendo en un mayor éxito empresarial.