José Luis Sampedro, economista escritor y escritor economista

Foto de José Luis Sampedro

Javier de la Nava
Profesor de Macroeconomía y Gestión de Riesgos del Grupo Educativo CEF.- UDIMA.

Ocio y cultura

"Si usted no tiene libertad de pensamiento, da igual que hable o diga lo que quiera"

José Luis Sampedro

Alto y enjuto como un moderno quijote, el pasado año se cumplió una década del fallecimiento de José Luis Sampedro. A su homenaje se suma este humilde artículo.

El 1 de febrero de 1917 había nacido en Barcelona, donde su padre, médico militar, estaba destinado. Pasó su infancia en Tánger y la adolescencia en Aranjuez. Escribió “Tánger era una ciudad internacional, se hablaban diversas lenguas, celebrábamos varias fiestas nacionales y el descanso semanal dependía de nuestra religión. Se pasaba de la modernidad a la Edad Media, escuela perfecta para aprender que todos somos iguales siendo diferentes”. En casa de unos tíos pasó una temporada en Cihuela (Soria) y otro año internado en los jesuitas de Zaragoza, del que le sacaron cuando anunció que quería ser cura. Su añorada adolescencia transcurrió en Aranjuez al ser destinado su padre al Colegio de Huérfanas del Ejército María Cristina del Real Sitio.

En 1933 entró en la Academia Oficial de Aduanas en Madrid y con 18 años ya ejercía como funcionario en Santander. “En aquella incivil guerra que llamamos civil”, primero fue movilizado por el ejército republicano y, tras caer la capital cántabra, por el bando franquista. Al finalizar la contienda fue destinado a la aduana de Melilla. En 1944, regresó a Madrid e inició Económicas, que finalizó con premio extraordinario. Profesor agregado en la facultad, entró en el Servicio de Estudios del Banco Exterior de España. En 1950 se doctoró con una tesis sobre localización industrial y un lustro después obtuvo la cátedra de Estructura e Instituciones Económicas en la Facultad de Ciencias Políticas y Económicas. Asesor en el Ministerio de Comercio, dentro del Ministerio de Hacienda intervino en el Plan de Estabilización de 1959 junto a Enrique Fuentes Quintana, Manuel Varela Parache y Luis Ángel Rojo, dirigidos por Juan Sardá.

Su carrera como economista fue brillante. Publicó cientos de artículos e influyentes libros. Tradujo dos importantes obras de economía: La economía de la competencia imperfecta (1946) de Joan Robinson y el Curso de Economía moderna (1950) de Paul Samuelson. Sampedro se refirió a los profesores de los que más aprendió: Valentín Andrés, William Beveridge, creador de la seguridad social inglesa, Heinrich von Stackelberg, economista alemán que fue miembro del Partido Nazi y las SS e impartió clases en la Complutense. Para Sampedro, la Economía es una ciencia social centrada en las relaciones humanas, más que ciencia de la riqueza es ciencia de la pobreza.

Durante el franquismo, al protestar por la expulsión de la universidad de los catedráticos Aranguren, García Calvo, Tierno Galván y Montero Díaz, también fue expulsado. Participó en reivindicaciones en una sociedad carente de libertades. La universidad española no le ofrecía alicientes y optó por salir al extranjero e impartir docencia en Estados Unidos y Gran Bretaña. Al regresar en 1971 pidió excedencia en la universidad.

En la introducción de un libro significativamente titulado Economía Humanista, compendio de sus trabajos publicados durante 60 años, declaraba su alejamiento de la economía convencional. Compatibilizó su oficio de economista y profesor con la literatura. “Durante cuarenta años he escrito con tesón y perseverancia sin ser conocido como escritor. Lo era como catedrático de Economía, pero cada día me levantaba a las cuatro de la mañana para escribir novelas”. Producto de aquellos desvelos, fueron novelas que permanecieron inéditas hasta mucho tiempo después: La estatua de Adolfo Espejo (de 1939 y publicada en 1994); La sombra de los días (de 1947, publicada en 1994), y La paloma de cartón (obra de teatro, de 1948, publicada en 2007).

En 1951, Congreso de Estocolmo fue su primera novela editada. Una década tardó en llegar su segunda novela, El río que nos lleva (1961), y nueve años después El caballo desnudo. En 1981, Octubre, Octubre. A partir de entonces su producción cobra otro ritmo: La sonrisa etrusca (1985), La vieja Sirena (1990), Mar al fondo (1992), Mientras la tierra gira (1993), Real Sitio (1993), Fronteras (1995), El amante lesbiano (2000), Los mongoles en Bagdad (2003) y La senda del drago (2006).

Su producción creativa aumentó consecuencia de su excedencia en la Universidad Complutense y reintegrarse a la Dirección General de Aduanas como jefe del Servicio de Estudios. En 1976 regresó al Banco Exterior de España como economista asesor y, después, como vicepresidente de la Fundación del Banco Exterior, cargo del que dimitió voluntariamente, aunque mantuvo su relación con el banco hasta 1985.

Premio Nacional de las Letras de España en 2011, para Sampedro la literatura era “una necesidad vital”. En junio de 1991 entró en la Real Academia Española. Su heterodoxo discurso de ingreso “Desde la frontera” era una síntesis de La vieja sirena, un canto a la vida, al amor y a la tolerancia. Durante 22 años ocupó el sillón F. Perteneció a la Comisión de Ciencias Humanas y ejerció como tesorero durante breve plazo de tiempo.

José Luis Sanpedro afirmaba haber nacido dos veces. En mayo de 1995, por una grave infección cardiovascular ingresó en el Centro de Cardiología del Hospital Monte Sinaí de Nueva York. Aquella traumática experiencia fue base del libro La ciencia y la vida, escrito junto a Valentín Fuster, director del centro, y Olga Lucas, su esposa desde 2003.

Participó en las protestas de mayo 2011 (15M) y redactó el prólogo de ¡Indignaos!, de Stéphane Hessel. Abogó por una economía más humana y solidaria, criticó la decadencia moral y social de Occidente, al neoliberalismo y al capitalismo salvaje. Fue galardonado con numerosos premios y honores, como economista y como escritor.