Milei el anarcocapitalista de la motosierra

Mano extendida en gesto de acuerdo. La escena se vuelve aún más significativa por el fondo que adorna esta interacción: la bandera argentina

Javier de la Nava
Profesor de Macroeconomía y Gestión de Riesgos del Grupo Educativo CEF.- UDIMA.

Economía

El recién investido presidente de la República Argentina se presentó en el Foro Económico Mundial que cada enero se celebra en Davos (Suiza) como el adalid del mercado. Eufórico, posiblemente rememoraba sus años juveniles en la banda de rock Everest, compareció ante empresarios y teóricos que abarrotaban la sala principal.

Estos, por un momento, habían aparcado su preocupación por la profunda transformación que implica la inteligencia artificial, los conflictos bélicos, que lejos de apagarse se reavivan y generan un escenario geopolítico inquietante, los efectos perversos de la evolución demográfica o el cambio climático. Deseaban oír la condena de todo tipo de intervencionismo y la defensa del mercado como panacea para resolver los problemas de la actual coyuntura económica. Pero la propuesta radical de Milei va más allá del debate del reparto entre sector público y privado, su radicalismo extremo se centra en desguazar al primero. “Estoy acá para decirles que Occidente está en peligro. Los principales líderes del mundo se han plegado al colectivismo, causa de todos los problemas. Solo el capitalismo puede acabar con el hambre y la pobreza del planeta”. Según avanzaba el apocalíptico discurso las expectativas de los oyentes se diluían.

¿Quién es Javier Gerardo Milei Lucich, presidente de Argentina desde el 10 de diciembre de 2023? Nació el 22 de octubre de 1970, en el barrio porteño de Palermo. Hijo de Alicia, ama de casa, y Norberto, empresario del transporte de viajeros, su hermana menor, Karina, es su principal consejera. Reservado y aplicado en el colegio, fue portero del equipo Chacarita Juniors, pero dejó el fútbol para centrarse en los estudios de economía. Se licenció en la Universidad de

Belgrano en 1993 y amplió estudios en el Instituto de Desarrollo Económico y Social, ESEADE y la Universidad Torcuato Tella. Impartió clases en la Universidad de Buenos Aires y en UADE, donde fue despedido por ser agresivo con los alumnos. Conferenciante habitual y coautor de artículos y libros, tuvo denuncias por plagio. Fue asesor del exgeneral y exgobernador de Tucumán Antonio Domingo Bussi, condenado por delitos de lesa humanidad. En sus comparecencias públicas, Milei utilizaba un lenguaje soez y agresivas formas. Su programa de radio semanal Demoliendo mitos, desde 2017 al 2022, le dio popularidad y en 2021 se situó en el cuarto puesto entre las 100 personas más influyentes del país. Relanzó su candidatura desde su propio programa de televisión en directo, Cátedra libre, entre 2022 y 2023.

Milei se autodenomina libertario, traducción literal del inglés libertarian, término que no debe confundirse con el Movimiento Libertario Español de principios del siglo pasado.

Basado en las tesis liberales clásicas de Adam Smith y John Locke, el libertarismo defiende restringir el tamaño del Estado y minimizar su intervención en la economía. Dada la confusión conceptual del término liberal, teóricos como Friedman o Hayek pasaron a ser libertarios, etiqueta de los liberales más radicales. Aunque las bases son comunes: libertades económicas y políticas amplias, irrelevancia del Estado y preponderancia del mercado; en las últimas décadas han nacido varias escuelas interpretativas. La más extrema, la Escuela Austriaca, germen de los anarcocapitalistas, rechaza cualquier estructura estatal. Estandarte del Milei preelectoral, con el bastón de mando ya en su mano, ha girado hacia un Estado con funciones muy limitadas, exclusivamente para marginales.

Para el ultraliberal Milei no hay ciudadanos, sino clientes; hay contratos y no constituciones. Al amparo de este esquema, presentó más de 300 derogaciones y modificaciones normativas bajo un decreto de necesidad y urgencia (DNU). Esta deriva autoritaria se acompañó de una Ley ómnibus (664 artículos), que acaba de ser rechazada por la Cámara Baja del país. Los representantes de su partido, La Libertad Avanza, 8 de los 257 diputados y 7 entre 72 senadores, a los que se suman algunos grupos, son insuficientes para sacar adelante su intento de desguazar el Estado y su asunción de facultades legislativas impropias. La oposición moderada se abrió a negociar parte del proyecto legislativo, contestado por otros partidos, en la calle por los trabajadores y por los jueces que rechazaron la propuesta.

Mientras los ciudadanos (40 % de la población bajo condiciones de pobreza) contemplan atemorizados el ratio interanual de inflación (211,4 %), 25,5 % en diciembre de 2023, el presidente se reafirma en señalar que la democracia obstaculiza sus intentos de salvar el país frente a corruptos y traidores.

Mucho me temo que en los próximos meses hablaremos largo y tendido de Argentina y de su presidente, el anarcocapitalista de la motosierra.