Última hora de Nasrin Sotoudeh

Cartel solicitando la liberta de Nasrin Sotoudeh

María Jesús Ros Benavides
Profesora de Laboral y Seguridad Social en el Grupo CEF.- UDIMA.

Lo+Social

En el artículo de la revista Conectados 101, de noviembre, dejamos a Nasrin Sotoudeh, la abogada más valiente de Irán, condenada por rebeldía desde 2018 a 38 años y medio de prisión y 148 latigazos, pena rebajada a 12 años de prisión y 74 latigazos. Recordemos que esta activista, poniendo en riesgo no solo su vida, sino también la de su marido e hijos, lleva años defendiendo la abolición de la pena de muerte así como los derechos de la infancia, de la mujer y de los presos políticos en ese país.

Pues bien, por motivos de salud Nasrim salió de la cárcel y fue puesta bajo arresto domiciliario, pero se le prohibió tajantemente ejercer su profesión como abogada.

El 29 de octubre de 2023 Nasrin asistió, sin pañuelo en la cabeza, al funeral de Armita Geravand, adolescente de 17 años asesinada por no llevar correctamente puesto el hiyab en el metro de Teherán, causa por la que la abogada fue duramente golpeada y detenida de nuevo.

Aunque las autoridades aseguran que Armita Garawand sufrió una “bajada de tensión” en el metro, las ONG afirman que la estudiante resultó gravemente herida durante una agresión por parte de miembros de la policía de la moralidad, encargada de hacer cumplir a las mujeres la obligación de llevar velo en público. La joven murió en un hospital tras permanecer cerca de un mes en coma. Además, 13 meses antes ya hubo un caso idéntico. Masha Amini murió también por un supuesto desmayo. La joven, de 22 años, fue detenida por las autoridades iraníes por llevar mal el velo y falleció repentinamente bajo custodia policial. Según el gobierno, un desmayo la dejó en coma; argumento que desmintieron varios médicos del país. Siendo muy revelador, también, que las periodistas Elaheh Mohammadi y Niloufar Hamedi fueron condenadas a seis y siete años de prisión, respectivamente, por haber contribuido a hacer pública la muerte bajo custodia policial de Amini.

Sotoudeh, que fue recluida en la prisión de mujeres de Qarchak, conocida con el nombre de “El fin del mundo” por su horrenda fama, fue acusada de perturbar la seguridad mental de la sociedad por no cubrir su cabeza en la ceremonia. Nasrin, con 60 años ya, sufre del corazón y tiene dolores en el pecho, pero los oficiales no la dejaban ver a un médico porque ella se negaba rotundamente a llevar hiyab. También pretendieron conducirla de nuevo a la prisión de Evin, donde el gobierno recluye a los presos políticos, pero Nasrim no quiere ponerse el velo para salir del furgón policial.

La abogada, lejos de amedrentarse, se declaró en huelga de hambre y medicamentos en protesta por su arbitrario arresto, y calificó valientemente la muerte de Garavand como otro asesinato de Estado.

La Fundación Abogacía, haciéndose eco de la alerta lanzada por el Observatorio Internacional de la Abogacía en Riesgo, denuncia que la abogada no tiene medios para comunicarse con el exterior, no se le permiten visitas y corre el riesgo de sufrir tratos inhumanos y degradantes. Afortunadamente esa denuncia ha dado sus frutos y el 15 de noviembre de 2023, tras más de dos semanas detenida, Sotoudeh fue puesta en libertad bajo fianza por las autoridades y está en espera de juicio. Así lo ha anunciado su esposo, Reza Khandan, periodista y también defensor de los derechos humanos, publicando una foto de su mujer sonriente y sin velo.

Está claro que Nasrim y otras mujeres como ella, entre las que se encuentra Narges Mohammadi, Premio Nobel de la Paz 2023, que no pudo acudir al acto porque desde noviembre de 2021 está cumpliendo una condena de 10 años de cárcel en Teherán por difundir propaganda contra el Estado, no temen a la República Islámica pero, ¿sería posible que la República Islámica comenzara a temer a estas mujeres? En cualquier caso habrá que esperar a la celebración del juicio.

Creo que es de justicia compartir esta buena noticia con nuestros lectores, así como dar a conocer la excelente labor que realiza el Observatorio Internacional de Abogados en Riesgo, organismo internacional cuyo objetivo fundamental es defender el derecho a ejercer libremente y con total independencia la profesión, y denunciar las situaciones que vulneran el derecho a la defensa.