Ocio

El flaco, auténtica cocina thai en la prospe

Restaurante el Flaco

El barón de Piernalegre. Hace muchos, muchos años, cuando esta sección de gastronomía arrancaba en la prehistórica revista de ACEF titulaba una de las primeras crónicas con un poético “El Mediterráneo en la Prospe”. Era la reseña de Casa Benigna una arrocería que durante un tiempo fue una de las referencias esenciales en Madrid de este plato icono de la gastronomía tradicional española. Casi veinte años después hemos vuelto a la Prospe, bueno, la verdad es que no hemos dejado de venir pues en este popular y castizo barrio madrileño son varias las mesas que merecen la visita, aunque no haya tenido oportunidad de dejar constancia en este tiempo de ellas en estas páginas como lo hacemos ahora con El Flaco.

Dejad que los niños se acerquen a mí. 200 años del Museo del Prado

200 años años del Museo del Prado

M.ª Ángeles Pedrosa Nuño. El retrato siendo aún niña de la infanta Margarita de Austria inmortalizado por Diego Velázquez -posiblemente el pintor español más importante de todos los tiempos- en su sobradamente conocido cuadro de “Las meninas” es el estandarte del Museo del Prado, nuestra primera pinacoteca, considerada entre las diez más importantes del mundo.

La infanta Margarita era en el momento de ser retratada una niña, y niñas eran también las meninas que la acompañaban. Pues bien, los niños representan uno de los intereses de la política de acercamiento del Museo a la ciudadanía.

Desde que el Museo abrió sus puertas en 1819, entre otras, con la vocación de que la ciudadanía tuviera acceso al patrimonio pictórico real, “que fuera patrimonio de todos” -como lo expresaríamos en términos actuales-, ese espíritu está presente en quienes personalizan la gestión de la institución, siendo los niños uno de los colectivos de especial énfasis en la actividad social del museo.

El arte de la Perversidad

El arte de la perversidad

Luis Miguel Belda García. Perverso es un estado “sumamente malo, que causa daño intencionadamente”, como también “que corrompe las costumbres o el orden y estado habitual de las cosas”. La Real Academia no se anda con chiquitas a la hora de describir esta palabra, que asoma como una evidente provocación en el título de la exposición que dedica a la figura de la mujer el Museo Carmen Thyssen Málaga, que permanecerá abierta hasta el 8 de septiembre.

‘Conectados’ se deja seducir por la obra que en sí misma representa la mujer en el marco de un proceso evolutivo que arranca con Eva en el Paraíso y llega hasta nuestros días, envuelta en el renacimiento, dicen, del movimiento feminista contemporáneo. A través del arte, en particular la pintura, “Perversidad” solo recoge cien años de la historia de la mujer, el periodo que encaja entre mediados del siglo XIX y mediados del siglo XX, no menos importante, puesto que representa el momento en que la mujer altera el orden establecido, pretende nuevas reglas y reivindica su sexualidad y su derecho al placer, por qué no.

Lakasa. Tan serio como amable

Restarurate Lakasa

El barón Piernalegre. Hace algún tiempo un amigo mío me decía que le gustaría “formar parte de algo tan serio como un club inglés y tan divertido como un chiringuito en la playa”. Lakasa no es ni una cosa ni otra pero sí que tiene una doble vertiente en la seriedad (muy sólida) de su cocina y en el cordial ambiente que el chef César Martín y su esposa Marina Launay imponen en el magnífico comedor (y, me consta, que en las cocinas) con su carácter arrolladoramente amable y abierto que hace sentirse al cliente como en casa desde el primer día, una característica que hemos apuntado ya de algún otro local pero que no es tan frecuente como debería ser. ¡Por algo César se formó en Arce con Iñaki Camba!

De ciudad de conquistadores a conquistadora de viajeros. Cartagena de Indicas (Colombia)

Cartagena de Indias

Luis Miguel Belda García. Botero y García Márquez, en cada esquina. Son, junto al café, los principales referentes culturales de Colombia y presentes a pie de calle en Cartagena de Indias en lo que tiene de destino turístico. No en vano, nada más aterrizar en su aeródromo -una delicia que recuerda los accesibles y amigables aeropuertos de los años 50, en contraposición con las incómodas megaconstrucciones contemporáneas- el turista ya desea encontrarse con las callejuelas que pisara el premio Nobel de Literatura, para quien la excolonia española fue como su primer amor. A Botero no es preciso buscarlo: poco se tarda en cruzar cualquiera de las puertas de acceso abiertas en la muralla para toparse con una estatuilla de alguna obra del afamado escultor.

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