Decálogo del buen periodismo
5CERO2
Yulia Drozdova. 123rf
Los profesores de la UDIMA Álvaro de Diego, Javier García, Luis Miguel Belda y Ana Virginia Rubio, junto con el director de Comunicación de la UDIMA, Antonio Rodríguez Ruibal, integrantes del blog Academia de P@pel, han elaborado un decálogo de ideas sobre el futuro de la profesión periodística. El objetivo es aportar algo de luz ante los retos de dicha profesión, infravalorada en ocasiones, ante las infinitas posibilidades de la era digital.
1. Ejemplo de corrección lingüística. El Instituto Cervantes, en su último informe señala que el español es la segunda lengua en las redes sociales masivas, pero alerta sobre su utilización "zarrapastrosa". Así pues, el objetivo el periodismo ha de convertirse en faro para alumbrar el correcto uso del idioma y detener su avanzado empobrecimiento y deterioro.
2. Liderazgo informativo y en la orientación de la opinión pública. Ha desaparecido el monopolio de la intermediación informativa, cualquiera tiene hilo directo con su público. Los periodistas deben erigirse, por tanto, en referentes principales de la creación, difusión y acreditación de la noticia, caracterizada siempre por la calidad y el interés público. Frente a la comunicación partidista de políticos, instituciones e, incluso, celebrities, el cuarto poder debe hacer valer su independencia e influencia en la conformación de una opinión pública libre y responsable.
3. Uso correcto de las Redes Sociales. Los periodistas y los medios de comunicación deben ser referentes del buen uso de las redes sociales y utilizarlas para el ejercicio de la profesión: la búsqueda, elaboración y difusión de la información. Los grupos editoriales deben tener políticas claras y públicas del uso de las nuevas herramientas tecnológicas, entre ellas las redes sociales. No deben premiar el egocentrismo personal o colectivo, sino la calidad de la información que se divulgue a través de ellas.
4. Fuentes correctas para el ejercicio profesional. La realidad de los medios, que en ocasiones se ha reflejado en artículos académicos, es que hay de media menos de una fuente informativa en las noticias que los medios publican. Las fuentes, personales, empresariales, digitales, físicas o del tipo que sean, son el origen de cualquier noticia y debe seguir siendo así. Los medios de comunicación y los periodistas no pueden permitir que los gabinetes de comunicación sean los que creen las noticias.
5. Especialización en el periodismo. La actividad periodística conlleva múltiples efectos en el receptor, como miembro de una comunidad más o menos heterogénea. No cabe duda de que la información periodística determina el modo en que pensamos y comprendemos los hechos que acontecen a nuestro alrededor. Influye en la formación de la opinión pública, atendiendo a su potencial para encuadrar la realidad. Ante esta realidad, el periodista ha de tener un conocimiento exhaustivo de los asuntos sobre los que trata. No solo porque su competencia aplicada puede dar lugar a un proceso pedagógico necesario, sino también porque debe hacer comprensibles y cercanos ciertos aspectos que suelen estar alejados de la cotidianidad ciudadana.
Frente a la comunicación partidista de políticos, instituciones e, incluso, celebrities, el cuarto poder debe hacer valer su independencia
6. La necesidad de un periodismo social y ambiental. La realidad social actual está marcada implícitamente por los problemas ambientales actuales que no podemos sortear. El calentamiento del planeta, la dependencia de los recursos fósiles, la creciente contaminación, la sobrepoblación o la producción y el consumo insostenibles son cuestiones que deben ser tratadas en los diarios y noticiarios. Si atendemos a las condiciones reales de existencia actuales, se hace evidente que la ecología tiene unos efectos más sociales que nunca. El periodismo venidero ha de privilegiar el tratamiento informativo acerca de los problemas socioecológicos para contribuir en el desarrollo de una ciudadanía más formada y atenta. No debemos olvidar que una de las fortalezas del periodismo reside en su capacidad para movernos a la acción.
7. El deber de preguntar. Porque es más que un derecho del periodista: preguntar, y hacerlo sin intermediarios, debe consolidarse como la máxima expresión de los derechos de información y libertad de expresión, y donde la rueda de prensa es el templo. La pregunta es la génesis del periodismo, su principal instrumento, lo que le confiere sentido.
8. La formación académica. La especialización del periodista deviene forzosamente –o ese es el ideal- de una formación académica correspondiente. Hay que poner en valor la disciplina académica del periodismo, de la comunicación en su conjunto; la ciencia de la información no debe resumirse en una mera habilidad: el periodismo no es solo un oficio artesano, es un modo de progreso social que precisa de una cualificación adecuada y proporcionada, que ha de hallar en la universidad su referente primero. Los periodistas deberían percibir salarios acordes a su función y responsabilidad social.
9. Modelos mixtos de financiación, la clave del éxito. La principal vía de financiación de los medios de comunicación se basa en los ingresos procedentes de la publicidad. Como en la mayoría de los casos no suele ser suficiente si lo que se desea es mantener una independencia (no solo económica, también política e ideológica) y cumplir con unos principios de rigor y honestidad, los medios se deben financiar, además, a través de las aportaciones que realicen sus socios colaboradores. De este modo, nos encontramos ante un modelo de financiación mixto, donde los ingresos se obtienen tanto de la publicidad como de las contribuciones de los socios que comparten los ideales del medio y, a su vez, se pueden beneficiar de algunas de las ventajas que ofrecen.
10. Desarrollo y consolidación del periodismo de datos en nuestro país. El periodismo de datos ha supuesto una revolución en el modo en el que el periodista informa sobre los acontecimientos. En esta nueva modalidad informativa, el profesional de la información navega entre los datos y, mediante el empleo de diferentes programas informáticos, consigue exprimirlos y analizarlos hasta encontrar hechos noticiosos que interesen a su público. Esta forma de hacer periodismo se viene desarrollando desde hace varios años en países como Estados Unidos, Reino Unido o Argentina, si bien actualmente en España son muy pocos los medios de comunicación que experimentan en esta novedosa disciplina.