Manuel Pimentel habla en el CEF.- de la gestión de conflictos

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Manuel Pimentel habla en el CEF.- de la gestión de conflictos
Esther Monterroso, Manuel Pimentel, Roque de las Heras y Jesús Martínez

El exministro de Trabajo y Asuntos Sociales Manuel Pimentel  visitó la sede madrileña del CEF.- para impartir una conferencia titulada La gestión del conflicto como solución de las controversias”, ante un auditorio de más de 100 personas que llenaban el aula principal del CEF.-.

Esther Monterroso, decana de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la UDIMA, introdujo al ponente, presentándolo como “uno de los mayores expertos en mediación y solución de conflictos extrajudiciales de Europa”. No en vano su empresa PIMENTEL Negociación, mediación y gestión de conflictos ha participado como mediadora en algunos de los casos más sonados de los últimos años en España, como el ERE de Coca-Cola o el conflicto de los controladores aéreos.

Manuel Pimentel comenzó su intervención señalando que “no iba a hablar de leyes, sino del conflicto, en concreto de su gestión”. Mencionó que en los propios estudios de psicología o abogacía se habla de soluciones judiciales o extrajudiciales, “pero se estudia muy poco el conflicto”.

Según el ponente, el conflicto es una colisión de intereses o de posiciones o deseos que chocan entre dos o más personas físicas, jurídicas o colectivas. El conflicto posee energía, pero esa energía hay que canalizarla; los conflictos, las crisis, son los momentos de mayor innovación y creatividad. Pimentel citó a Carlos Marx: “El conflicto es el motor de la historia”, y se mostró convencido de que la visión profesional de la gestión del conflicto puede ayudar a las partes a canalizar esa energía.

“La negociación hay que prepararla, y no suele hacerse, se recurre a la improvisación. Hay que ser suaves con las personas, firmes con la negociación”

El exministro incidió también en el hecho de que  para gestionar un conflicto hay que analizar a las partes de manera científica, sus motivaciones, su situación. “Todos tenemos como personas y como grupos un tipo de personalidad. Unos tenderán a cooperar, otros serán más empáticos,  otros más desconfiados”. A la hora de gestionar el conflicto hay que conocer al otro y a uno mismo, afirmó. “La negociación hay que prepararla, y no suele hacerse, se recurre a la improvisación. Hay que ser suaves con las personas, firmes con la negociación”, añadió.

En cuanto a la evolución del arbitraje, señaló que crece lentamente. “Es caro y las partes siguen desconfiando de lo privado. La sociedad anglosajona confía más en el individuo, los latinos somos más del ágora, del foro, nos fiamos más de lo público que de lo privado. Sin embargo, los agentes privados garantizan los mismos derechos”.

Por último y a modo de resumen, aseguró que “los conflictos son aspectos inevitables y recurrentes de la vida. Además de la tutela del sistema judicial, existen otros métodos alternativos más eficaces basados en la autonomía de la voluntad”.

Las figuras del arbitraje o la mediación asistida, sus biorritmos, sus tiempos, el análisis de las partes y la asertividad son algunas de las claves que el ponente ofreció a los asistentes a la hora de abordar una cuestión que cada vez tiene más actualidad y tirón, y que abre un mundo de posibilidades laborales para los especialistas.