Las Islas Canarias se poblaron “andando”
José Ángel Martínez Talavera
Estudiante de 4.° curso del Grado en Derecho en la UDIMA.
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Esta conjetura científica está basada en los nuevos descubrimientos topográficos, arqueológicos y geográficos de las líneas de costa de todo el mundo. El comienzo de estos cambios se produce desde finales de la edad de hielo, hace unos 10.000 años.
Pero no fue hasta el 6100 a.C., durante el periodo mesolítico, a mediados de la edad de piedra, cuando definitivamente muchos territorios continentales, y costeros, se convirtieron en islas.
Este es el caso de la isla de Wight, en el sur de Gran Bretaña, frente a lo que ahora es el canal de La Mancha, ya que lo que antes era una tundra fría y seca en el extremo noroccidental de Europa, se fue tornando más caliente y húmeda con el derretimiento de las capas de hielo, creando el mar del Norte, el de Irlanda y el Canal, según iba elevándose el nivel de las aguas.
Hay que remarcar en este punto que esos territorios estaban habitados durante todo el proceso disruptivo, con cazadores recolectores que ya construían embarcaciones y se movían por el mar, hace 8.000 años, asegura el Consejo de Arqueología Marítima de Hampshire and Wight, tras el descubrimiento de maderas estriadas preservadas en sal marina.
La costa del norte de África que bordea el océano Atlántico tiene una característica geográfica significativa conocida como el Banc d'Arguin. Este es un área de aguas someras y bancos de arena ubicada frente a la costa de Mauritania y el Sáhara Occidental, por lo que posiblemente esta área sea menos profunda en comparación con algunas otras partes del océano Atlántico en la región.
Específicamente, el Banc D'Arguin se extiende desde el cabo Blanco, en Mauritania, hasta el cabo Timiris, en el norte del Sáhara Occidental.
¿Sería posible que la islas de Fuerteventura y Lanzarote fuesen una sola? ¿Y que ambas, a 60 millas náuticas actuales de la costa africana, quedaran unidas por tierra firme?
Es plausible que durante el mesolítico y periodos posteriores, en algunos momentos de la historia geológica las áreas entre Fuerteventura y el cabo Timiris pudieran haber estado conectadas por tierra firme, debido a los cambios en los niveles del mar. Durante las glaciaciones y periodos de enfriamiento global, los niveles del mar disminuyeron, exponiendo áreas que hoy están sumergidas.
La conjetura planteada es interesante y refleja la complejidad de la historia del poblamiento de las Islas Canarias. El poblamiento de este archipiélago ha sido un tema debatido en la arqueología y la antropología, y las investigaciones continúan para comprender mejor los patrones de asentamiento y las prácticas antropogénicas de las poblaciones prehistóricas en la región.
Históricamente, se ha sostenido que las Islas Canarias fueron pobladas por pueblos amazigh, y la evidencia arqueológica ha respaldado en gran medida esta teoría. Sin embargo, la cronología exacta y los detalles del poblamiento siguen siendo objeto de investigación y debate. Algunos restos arqueológicos y antropológicos sugieren prácticas funerarias complejas, como el embalsamamiento y la existencia de momias, lo que plantea preguntas sobre las habilidades tecnológicas y culturales de las poblaciones prehistóricas de este archipiélago.
El reconocimiento de la UNESCO, en 2019, de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria como Patrimonio Mundial de la Humanidad, por sus increíbles descubrimientos sobre aritmética y trigonometría en santuarios y monumentos arqueo-astronómicos, genera nuevas líneas de investigación.
La aparente contradicción entre la idea de que no conocían la navegación, pero las islas están pobladas, puede deberse a la falta de evidencia concluyente o a interpretaciones diversas de la información arqueológica disponible. Es posible que las poblaciones prehistóricas hayan utilizado métodos de navegación más simples o diferentes de los que tradicionalmente asociamos con la navegación avanzada. O, simplemente, los seres humanos tenemos un legado de una civilización más antigua que desapareció por cambios climáticos locales o regionales, o por caída de meteoritos u objetos del cosmos.
La revisión de paradigmas y la apertura a nuevas interpretaciones y enfoques en la investigación son esenciales para avanzar en nuestra comprensión del pasado. La arqueología y la antropología son disciplinas en constante evolución, y nuevas evidencias y perspectivas pueden cambiar nuestras interpretaciones de eventos históricos. Por lo tanto, es válido explorar hipótesis alternativas y estar abiertos a revisar las teorías establecidas en función de la nueva evidencia y el análisis valorativo.
Debemos tener en cuenta, con esta mirada crítica, que el archipiélago canario pudo poblarse por temporadas climáticas (verano-invierno), por periodos cíclicos de pesca o recolección, por movimientos mágico-religiosos (teoría del caminante) y que, en un momento dado de la historia contemporánea, los cambios políticos y poblacionales debido a los imperios emergentes en el Mediterráneo, el cambio climático en el África subsahariana y sus movimientos migratorios forzaron a algunos canarii a quedarse definitivamente.