Las enseñanzas vigentes hoy en día de la filosofía medieval
Ana Lacasa
Profesora, periodista y filóloga.
Lo+Social
La Edad Media se ha calificado muchas veces como la edad más oscura de la historia. Pero a lo largo de los siglos V y XV la historia cambió mucho, no solo en el mundo de las artes, sino también en la sociedad y, por supuesto, en la filosofía. Y es que la filosofía medieval se erige como un puente entre la antigüedad clásica y la modernidad. Su origen se encuentra intrínsecamente ligado al contexto histórico de la Europa occidental posimperial y al florecimiento del cristianismo. Este periodo, caracterizado por el sincretismo entre la fe cristiana y las tradiciones filosóficas greco-romanas, dio lugar a una rica y compleja reflexión intelectual.
El declive del Imperio romano de Occidente dejó un vacío intelectual que fue llenado por el surgimiento del cristianismo. Los filósofos medievales se encontraron inmersos en un mundo en constante cambio, marcado por las invasiones bárbaras y la consolidación del feudalismo. En este escenario, la filosofía se fusionó con la teología, dando origen a una nueva forma de pensamiento.
Entre los precursores de la filosofía medieval se destaca Agustín de Hipona, cuya obra Confesiones influyó significativamente en el pensamiento cristiano. También hay que destacar su obra La ciudad de Dios, en la que argumenta que la Iglesia es la ciudad terrenal de Dios.
Boecio, por su parte, contribuyó con su Consolación de la filosofía, fusionando la tradición platónica con la teología cristiana. Hay que destacar también a Anselmo de Canterbury, filósofo y teólogo inglés, cuya obra más importante es Proslogion, en la que se habla que la existencia de Dios puede ser demostrada a partir de la idea de Dios como el ser más perfecto.
Durante esta época también tuvo bastante fama Bernardo de Claraval, abad y teólogo francés, del que se recuerda su obra De consideratione, que se basa en el hecho de que la verdadera sabiduría consiste en amar a Dios y al prójimo.
En Alemania también despuntó Alberto Magno, filósofo, teólogo y científico, cuya obra más importante es Summa theologiae, una enciclopedia de la teología cristiana.
Sin embargo, es Tomás de Aquino quien emerge como figura central, sintetizando la filosofía aristotélica con la teología cristiana en su monumental obra Summa Theologica.
Pero tampoco hay que olvidar al filósofo escocés Duns Scoto, del que se recuerda Ordinatio, una obra en la que se argumenta que la existencia de Dios no puede ser demostrada a partir de la idea de Dios como el ser más perfecto.
Guillermo de Ockham, filósofo inglés, también es importante, destacando su obra Summa logicae, en la que se defiende el nominalismo, una teoría filosófica que sostiene que los universales no existen más que como nombres.
Los filósofos medievales no solo abordaron cuestiones teológicas, sino que también influyeron en la visión de la sociedad y la historia. La escolástica, corriente filosófica predominante en la Edad Media, buscó armonizar la fe con la razón, proporcionando un marco conceptual para comprender la realidad. Esta fusión tuvo un impacto profundo en la concepción de la vida y la existencia, promoviendo la idea de un cosmos ordenado y divino.
Aunque la filosofía medieval se desarrolló en un contexto cultural y religioso específico, algunas de sus enseñanzas siguen vigentes en la actualidad. La síntesis de la razón y la fe propuesta por Tomás de Aquino ha dejado un legado duradero en la filosofía cristiana. Además, la preocupación por conciliar tradiciones filosóficas antiguas con la doctrina cristiana ha dejado una marca indeleble en la forma en que abordamos las cuestiones éticas y metafísicas en la actualidad. También es importante la idea de que la dignidad humana es inherente a todos los seres humanos, que ha influido en el desarrollo de los derechos humanos imperantes en nuestra época.
Por tanto, se puede decir que la filosofía medieval es un periodo rico y complejo de la historia de la filosofía. Los filósofos medievales abordaron una amplia gama de temas, desde la teología hasta la lógica, y sus ideas tuvieron una influencia profunda en el desarrollo de la civilización occidental.