Unión Europea, recuperar un sitio en el tablero mundial

Ajedrez, estrategia mundial, tablero

Javier de la Nava
Profesor de Macroeconomía y Gestión de Riesgos del Grupo Educativo CEF.- UDIMA.

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Sobre el tablero mundial tres primeras potencias, Estados Unidos, Rusia y China, afinan sesudamente sus planteamientos geopolíticos, váyase a saber con qué aviesas intenciones. Por su parte, la Unión Europea adolece de una falta evidente de liderazgo a escala planetaria y anhela ser considerada miembro de este selecto club del “aquí mando yo”, fina traslación del castizo “esto se hace así, por mis...”, que exhibe el poderoso vecino ruso con prepotente arrogancia.

Desde la Ilustración, Europa ha exportado al resto del mundo, con mayor o menor influencia, los principios de Libertad, Igualdad y Fraternidad. Europa actualizó el helénico concepto de la Democracia, cuyo fundamento es la inclusión. Los europeos, cuando nos hemos unido lo hemos hecho alrededor de las ideas, las libertades y los derechos humanos, que conjuntamente nos ha permitido avanzar. Nadie duda que la Democracia contiene imperfecciones de las cuales oscuras fuerzas se aprovechan. Ante la pandemia del COVID, la crisis climática y la inmigración, es imprescindible tratar adecuadamente a sus víctimas, que en menor o mayor medida somos todos. Vivimos en democracias imperfectas, pero ¿cuáles son las alternativas? ¿Tecnocracias? ¿Cómo evitar que un poder tecnócrata no acabe en tiranización? Cerrar fronteras y exacerbar el proteccionismo no resuelven las incertidumbres, al contrario, las profundizan y agravan.

La crisis pandémica ha puesto de manifiesto que el principal y coyuntural problema de las democracias europeas es la desconfianza de parte de la ciudadanía hacia sus propios dirigentes, desconfianza que aumenta con la distancia geográfica que nos separa de aquellos. Aunque los sondeos demoscópicos reflejan diferencias dentro de cada país, la poca o nula confianza no significa dejar de ir a votar y lo hacemos a favor del grupo que años atrás nos ilusionó con alcanzar tiempos mejores, terminar con prácticas corruptas e inadecuadas, o por continuismo. Frente al llamado “voto cautivo”, punto de apoyo de los principales grupos partidistas, muchos votan “tapándose la nariz”. Cada día es mayor el uso voluntario de códigos individuales de comportamiento: utilizar o no mascarillas, vacunarse o no. ¿Es esa la Libertad pregonada? Este esquema de actuación ha destruido el sentido de estar unidos y pensar solidariamente en los demás.

Desde antes de constituirse la Unión, Europa se caracterizaba por su interconexión, ya existía en los monasterios y en las iglesias, en las academias y en las universidades. Aunque más que una cultura paneuropea era una cultura de élite. Al inicio del siglo XIX, el tren conectaba las grandes ciudades europeas. Berlín, Milán, París, San Petersburgo y Viena poseían una conectividad, núcleo y esencia europea. Sin embargo, las dos confrontaciones bélicas demostraron que el nacionalismo fue más destructivo y poderoso que el cosmopolitismo. El Estado-nación es un concepto sociopolítico cuya actuación viene a demostrar que las naciones no pueden resolver por sí solas los vigentes retos de la envergadura de la inmigración, el cambio climático o el COVID.

La Unión Europea necesita un liderazgo fuerte para mantener sus principios fundacionales base de su existencia. Situaciones como las planteadas internamente por Hungría y Polonia son inaceptables y los dirigentes europeos deben poner en marcha la batería de medidas sancionadoras previstas en los estatutos. El uso populista de determinadas cláusulas está detrás del Brexit y, lo que es peor, refleja una profunda división social. En el exterior, la Unión Europea acude al diálogo para tratar de resolver la escalada de tensión en la frontera ruso-ucraniana. Rusia amenaza la integridad de su país vecino, ante lo cual, el bloque europeo está dispuesto a poner en marcha fuertes sanciones económicas y financieras al Kremlin. El comercio bilateral supone más de un tercio de los intercambios rusos con el mundo, para la Unión el comercio no llega a una quinta parte del total, gran parte del cual se centra en el suministro de energía. El 26 % de las importaciones de petróleo y el 40 % de las del gas. Con el mercado tensionado la repercusión sobre los precios es inmediata, lo que se traduce en mayor inflación. En estos momentos predecir los acontecimientos y su impacto en el mercado es imposible. Si miramos atrás, el acercamiento de Kiev a la Unión Europa derivó en conflicto activo en 2014. Establecida la paz con hilvanes, en los últimos meses se vive la peor crisis.

No podemos permanecer impasibles ante la tendenciosa desestabilización de las democracias. A lo largo de la historia han fluido situaciones de incertidumbre pre-revolucionaria alimentadas por teorías conspiratorias, rumores o fake news. Este conjunto de situaciones pone en entredicho el poder del Estado, pero no deben menoscabar la confianza en la supervivencia de la Democracia. Colectivamente nunca deberíamos abandonar la defensa por la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad internacional. Esta es la base y plataforma para recuperar un sitio en el tablero mundial.