2022, y Nostradamus no nos advirtió
Encaramos el ecuador de 2022 dos años después de aquel episodio que conmovió al mundo, el confinamiento por la pandemia del coronavirus. Y lo hacemos desde dos perspectivas, la de que aquello pasó y la de que puede volver a pasar. A la hora de escribir estas líneas, leo que surgen variantes de una y otra cepa, todas vinculadas entre sí y, de acuerdo con algunos científicos, no necesariamente tan lesivas como la COVID-19, pero quizá sí mucho más contagiosas.
Digo que no tan lesivas porque la gran mayoría de la población nos vacunamos en su día, computamos las pautas que las autoridades sanitarias nos marcaron y eso convirtió desde entonces el letal virus en una gripe común, molesta y dolorosa, sí, pero en algo a lo que estábamos habituados. Que sean mis palabras un recordatorio a las puertas del verano y de las merecidas vacaciones de la necesidad de afrontar con prudencia e inteligencia lo que parece que va a acompañarnos durante algún tiempo.
En paralelo, estos dos últimos años nos han permitido reflexionar sobre nuestra vida. Perder a familiares y amigos de forma sobrevenida e inesperada ha generado un sentimiento de cierta inseguridad en nosotros mismos. Creíamos que todo estaba controlado. Hasta quienes hemos vivido en nuestra juventud aquello que dio en llamarse "guerra fría" afrontamos con cierta perplejidad el desorden que vuelve a instalarse como consecuencia de la desproporcionada actuación por parte de la que es una de las grandes potencias militares del mundo, la Rusia que en manos de Vladimir Putin nos devuelve al fantasma que resolvió magistralmente su antecesor Mijaíl Gorbachov.
No es mentira que la historia siempre se repite, aunque con vestuario y medios distintos. Quizá va en lo de ser humano. Los antropólogos tienen que sacarnos de dudas. Ucrania nos devuelve al temor previo que experimentaron nuestros abuelos en las últimas guerras mundiales, si es que ya no estamos en la tercera. En el corto plazo, pensamos en nuestras vacaciones, pero con un ojo puesto en cómo va a ser el nuevo orden mundial. Las decisiones adoptadas en Madrid por la OTAN son más que una declaración de intenciones. Debemos leer la letra pequeña, porque el mundo vuelve a cambiar, y de ello nos ilustran los expertos profesores de nuestro Máster en Seguridad, Defensa y Geoestrategia.
Puede que este sea el mejor momento para formarse con el fin de estar informado. Formación para una mejor información que nos permita analizar, evaluar y considerar mejor lo que ocurre a nuestro alrededor. Tampoco nuestra modélica Transición, paradigma durante décadas para otros países que vivieron dictaduras similares, está a salvo. Nuestros juristas y expertos constitucionalistas observan las nuevas memorias con la atención que requiere el momento. Me pregunto cuán larga es la memoria y si llegará hasta ayer mismo. Me pregunto si también es víctima quien descerrajó un disparo en la nuca de un ser humano atado de pies y manos en nombre de la libertad de su pueblo.
Son tantas preguntas una vez llegados a la mitad del año que puede que sí, que tengan razón quienes claman que nunca antes nos merecíamos unas vacaciones como en este 2022.
Un afectuoso saludo.