Advisor, la nueva figura en el ecosistema emprendedor y qué se puede esperar de su función
Javier Ruza Miranda
Empresario. Emprendedor. Advisor en StartUps. Máster de Asesoría de Empresas por el CEF.-.
Emprendimiento
Déjame que inicie con una frase que últimamente vengo escuchando con mucha asiduidad y que proviene de la cultura oriental, “Cuando el alumno está preparado, aparece el maestro”, se trata de un proverbio zen, y al hilo de la misma también vengo escuchando y leyendo mucho el termino “Advisor” que podríamos traducir como un maestro, un consejero o incluso un asesor. Ambas palabras tan magnas como “Maestro” y “Advisor”, una en nuestra lengua y la otra importada del inglés, y las dos sinónimas en la definición. De alguna manera la relación de ambas está últimamente ligada al ecosistema emprendedor, y me gustaría dejar un pequeño grano de arena de un “Advisor” -pues maestro me parece algo pretencioso por mi parte- con más de cinco años de experiencia en advisoring (o también mentoría) para varias StartUp. Dicho de otra manera, lo que siempre me suelo preguntar es ¿qué puede aportar un Advisor? y muchas veces constato que los emprendedores se crean una alta expectativa del Advisor y su figura, y sobre todo, qué puede aportar este nuevo concepto de Advisor en StartUp que tanto ruido viene generando en España últimamente.
Lo primero es aclarar el concepto. Como la experiencia es un grado, nunca mejor dicho, el Advisor es el profesional que desea trasladar, mostrar o enseñar aquello que los que están iniciando su camino se encuentran ciegos o en tinieblas ante los retos que se les presentan, más en concreto, a las StartUp en ciertas fases iniciales y en su ideal de búsqueda de “financiación” (esto da para un libro porque no nos engañemos, las StartUp, buscan pasta para crecer muy rápido) para hacer crecer su proyecto, pues bien, la experiencia del Advisor es clave para poder ser un poco maestro, un poco tutor, un poco consejero, incluso su experiencia y pasos vividos (siempre que tenga o haya tenido dirección en una StartUp previamente) le permiten exponer y poner a los nuevos emprendedores ante el espejo, decir y explicar situaciones que no siempre son fáciles de decir y explicar, pero necesarias para adoptar cambios, iteraciones de modelo de negocio, etc. Con todo esto, el Advisor adelanta información que permita a la StartUp presentarse con un método, un trabajo sesudo y de fondo, que le ayude a captar el interés de los inversores profesionales (nuevamente, conseguir dinero para traccionar su negocio).
Por fortuna, no hay una figura del Advisor única, lo que sí hay son unos grandes profesionales que pueden dar ese salto para ser un poco maestros y tutelar en su área de influencia y donde se sientan cómodos, su asesoramiento para los emprendedores y sus jóvenes empresas en su especialidad, me refiero a temas legales, temas fiscales, temas de expansión internacional, temas como conocer un mercado concreto, bien de un sector o bien en un país que por su idiosincrasia necesite de un profesional que conozca cómo se debe aterrizar y qué tipo de socios se deben buscar en ese nuevo mercado, financiación,
desarrollo tecnológico, …
Sin lugar a dudas, uno de los Advisor que más requieren las empresas, pues suelen carecer de este perfil en sus estructuras, es la del Advisor de estrategia, que conocedor de varios temas (legales, financieros, mercado, internacional, desarrollo tecnológico, etc.) es un todo camino y es capaz de visualizar dónde deben focalizarse los recursos (escasos en los inicios) y en los que los emprendedores y la nueva empresa deben priorizar, y es donde suelen tener problemas de financiación para escalar su proyecto. De ahí, que no sea raro escuchar que las StartUp hoy estén en búsqueda de un Advisor para estar preparadas para enfrentarse a las rondas de inversión.
Hemos visto qué debe aportar un Advisor, su experiencia, su saber, su red de contactos, su visión de cómo deben afrontar los retos, advertirles de los tiempos, dar consejo y en algún momento también ayudarles si ve que están atascados, entender la dinámica de grupo, quién es el líder, quién es amigable, tener la empatía para ver si el grupo está tan unido cuando las cosas se tuercen. En definitiva, debe tener claro un “método de trabajo” y debe aplicarlo para que sus tutelados alcancen el objetivo que se han marcado.
Acerca del método, no voy a explicarlo y exponerlo en este breve artículo, los Advisors deben tenerlo previamente y muy desarrollado y deben aplicarlo; obviamente se complementa también gracias a la experiencia adquirida con las StartUps, sin embargo, hoy mi intención es poder poner sobre la mesa todo el capital humano que muchas veces veo en muchos profesionales y que quizás puedan reflexionar y ser Advisor, digamos, dar ese primer paso y luego buscar cómo capitalizarlo, aunque cuidado, el Advisor también debe estar formado e informado, debe prepararse y tener muy claro para qué es Advisor y qué esperan de él los emprendedores.
El problema es que las nuevas empresas o StartUp o emprendedores se encuentran muchas veces solos, teniendo que afrontar situaciones que muchos quizás no vemos tan insoslayables, pero ellos por su inexperiencia sí lo ven; los Advisor son profesionales que con años de experiencia ven en el día a día estos pequeños muros y ayudan a las nuevas empresas a saltarlos y afrontar de verdad los retos que tienen, pues si se agotan con estas situaciones, las críticas, las de verdad, no podrán afrontarlas y cerrarán. Esto es algo que el Advisor debe tener en la cabeza y advertirlo a los emprendedores.
El lector a estas alturas se preguntará, ¿y todo esto, por qué lo comenta?, ¿a cuantos de los que ahora estáis leyendo no os ha llegado a la cabeza (mientras leíais) la figura de este compañero, jefe, maestro, que en su día os ayudó, os enseñó, os guió? ¿No lo recordáis a veces (seguramente con muchísimo cariño)? Por esto aprovecho este foro para poner un poco de luz en el proceso al que se enfrentan las StartUp. Considero que además tenemos un asunto que es, hasta cierto punto, urgente, afrontar un drama que hay en España, me refiero a la tasa de empresas que no supera los mil días de vida, es enorme, ingente, y quizás si los que se ven abocados a cerrar hubieran tenido un Advisor, hoy posiblemente estarían compitiendo en el mercado.
Hoy, por suerte, sigo siendo Advisor, y recibo solicitudes para dar consejos a nuevos emprendedores, y aunque el tiempo es limitado y no se puede atender a todos, sí os puedo decir que se aprende y mucho en cada uno de los procesos y con cada uno de los proyectos que se mentorizan.
No quiero despedirme sin comentar que el Advisor puede afrontar su proceso solo o colegiado; esta ultima figura me parece muy interesante y creo que puede tener mucho recorrido, pues al final se trata de acciones más puntuales (un día o unas horas de un día) y el grupo disciplinar puede dar a la StartUp soluciones puntuales a problemas puntuales.
Como conclusión, el profesional, Advisor, puede visualizarse como una vela encendida (su sabiduría, su experiencia), que da luz en la oscuridad de lo desconocido, y en las encrucijadas aportará esa visibilidad que es su experiencia para que los emprendedores puedan tomar las decisiones que menor coste tengan para su futuro, aunque las decisiones son de cada uno; muestra con la experiencia una idea de camino. El Advisor debe tomar conciencia que su labor debe estar sustentada y formada previamente para no extralimitarse en su función.
Todo este proceso debe ser siempre muy profesional y estar amparados en formatos legales que determinen todas las funciones que se llevan a cabo por el Advisor y por los emprendedores a los que mentoriza.