Blockchain ante la oscuridad: cómo la descentralización podría iluminar un apagón

Carlos Sánchez Colorado
Profesor del Curso Práctico de Criptomonedas del CEF.-
Finanzas
El reciente apagón que afectó a España, Portugal y parte de Francia, sirvió como una advertencia de la vulnerabilidad de nuestras infraestructuras. En un mundo cada vez más dependiente de la energía eléctrica, un fallo a gran escala originó una parálisis en nuestra vida cotidiana, donde se vieron perjudicados los negocios y los servicios esenciales. Ante este acontecimiento, emerge la tecnología blockchain, no solo como un sistema de registro distribuido para transacciones financieras, sino como una potencial herramienta para mitigar los efectos y facilitar la recuperación ante una crisis energética de gran magnitud.
Tradicionalmente, la gestión de la energía y la respuesta ante apagones dependen de sistemas centralizados. Estos sistemas, eficientes en condiciones normales, presentan puntos únicos de fallo que pueden colapsar bajo la presión de eventos inesperados. Es aquí donde la naturaleza descentralizada y distribuida de la tecnología blockchain podría ofrecer una alternativa resiliente y transparente.
Una de las áreas donde blockchain podría marcar una diferencia significativa es en la gestión de redes eléctricas locales llamadas microgrids y la distribución de energía de forma descentralizada. Imaginemos comunidades equipadas con paneles solares, baterías de almacenamiento y otras fuentes de energía renovable, interconectadas a través de una red blockchain. En este caso, si volviéramos al lunes, 28 de abril, estas microgrids podrían haber operado de forma autónoma, suministrando energía a lugares dentro de su área. La blockchain garantizaría la transparencia en la distribución, el registro del consumo y la facturación entre los participantes de la microgrid, sin depender de un organismo central.
Por otro lado, la tecnología blockchain también daría la posibilidad de la realización de contratos inteligentes que comercializarían con el excedente producido por las energías renovables y comprar o vender esa energía a los usuarios cercanos que comparten la microgrid. Esto no solo fomentaría la producción y el consumo local de energía renovable, sino que también proporcionaría una seguridad ante los fallos de las redes eléctricas principales centralizadas. Si volviera un apagón, las microgrids descentralizadas podrían continuar su funcionamiento, aminorando el impacto en gran medida.
Debemos mencionar que una base de datos registrada en blockchain es sinónimo de transparencia y trazabilidad completa, permitiendo una visión completa. Con ello, ante un fallo como el que pudimos vivir, el blockchain responde con rapidez y proporcionaría una visibilidad completa del origen, la ubicación y el estado de donde se está produciendo la incidencia, facilitando una logística más eficiente y reduciendo los cuellos de botella que a menudo dificultan la respuesta ante emergencias. La inmutabilidad de los registros en la blockchain, al no poderse eliminar ni modificar los registros, garantizaría la transparencia de todo el proceso.
En el ámbito de la comunicación y la información, blockchain podría ofrecer canales alternativos y seguros. ¿Qué habría pasado si nuestras compañías telefónicas que dan cobertura a nuestros móviles hubieran tenido sus servidores descentralizados, con nodos distribuidos por todo el mundo mediante el blockchain? En un apagón, las redes de comunicación tradicionales se vieron comprometidas. Sin embargo, si estas compañías hubieran trabajado con blockchain, tal vez la comunicación no hubiera sido un problema ese día.
En cualquier caso, debemos reconocer que la implementación de soluciones blockchain a gran escala para la gestión de apagones, como el que pudimos vivir, enfrenta grandes desafíos, pues la infraestructura necesaria para soportar estas redes descentralizadas debe ser robusta y con capacidad de operar en condiciones de fallo eléctrico generalizado. Además, no podemos ignorar la alta inversión que esta tecnología requiere y la necesidad de marcos regulatorios que puedan fomentar la adopción de esta.
A pesar de estos desafíos, el potencial de la tecnología blockchain para mejorar nuestras sociedades ante eventos como un apagón es innegable. Al ofrecer sistemas descentralizados, transparentes y seguros para la gestión de la energía, la logística y la información, blockchain podría convertirse en una herramienta clave para iluminar la oscuridad y facilitar una recuperación más rápida y eficiente ante futuras crisis. El reciente apagón no solo nos recuerda nuestra vulnerabilidad, sino que también nos invita a abrir la mente y explorar soluciones innovadoras como blockchain para construir un futuro mejor.