En la ciudad del viento

VIAJES

Raquel Lombas
Socia de 5CERO2
Miembro de la ACEF.- UDIMA

En la ciudad del viento
La Gran Alubia de Millenium Park. D. Mascarenas. 123rf

El 10 de octubre de 1871 un macro incendio arrasó el centro de Chicago y se cobró cientos de vidas. La culpable de la tragedia era, según la prensa, la vaca de la señora O´Leary, que accidentalmente pateó una lámpara encendida de queroseno en su establo y dio comienzo a un fuego que tardó varios días en apagarse. La señora O´Leary pasó a ser la persona más odiada de ese país inmenso que es EEUU, así que sus disculpas reiteradas valieron de muy poco. Inmigrante, irlandesa, católica y mujer era la candidata perfecta para ser la más malvada. Así que cuando unos años más tarde el periodista Michael Ahern del Chicago Tribune reconoció públicamente que se había inventado la historia de la famosa vaca y que la irlandesa no tenía relación alguna con el fuego, el daño ya estaba hecho.  O´Leary ya había trascendido al imaginario colectivo estadounidense como la mala de la película. Muchos ni se enteraron de que el único malo había sido un periodista demasiado ansioso por una buena historia.

Con O´Leary de por medio o sin ella, la ciudad tuvo que reinventarse desde cero. Y como recursos materiales y talento no le faltaban, levantó en pocas décadas un centro sorprendente. En el Loop, distrito financiero de la ciudad, hay arquitecturas tan variadas como imponentes con un denominador común, el gusto por las alturas. Tener menos de 20 plantas aquí es ser un enano. Más de 1.000 rascacielos, pasos a nivel para trenes que serpentean entre los mismos edificios, y agua, mucha agua. El río Chicago y el lago Michigan dominan la configuración urbana. No en vano,  las cúpulas y los cristales de los rascacielos eligen a menudo el mismo azul intenso de uno y de otro.

En la ciudad del viento
Rudi 1976.123rf

Con el atardecer los azules se apagan y empieza a dominar el negro. Ver el skyline de Chicago de noche es desde luego una experiencia. La ciudad playera y colorida se transforma en una tenebrosa fantasía que recuerda mucho a Gotham City, hogar de Batman. Y en este Gotham de Tim Burton destacan las Torres Willis, o Torres Sears como se llamaban hasta hace bien poco. En uno de los pisos altos del que fue, hasta hace no mucho, el edificio más alto del mundo hay un mirador que corta la respiración. A modo de caja de cristal adosada, el Skydeck permite mirar la ciudad desde el cielo como una gran maqueta en la que todo se mueve.  Bajo tus pies hay cientos de metros de caída libre. La estampa es tan alucinante que da la impresión de ser casi irreal. Por supuesto, no apto para los que tengan miedo a las alturas. Especialmente después del incidente sufrido en la primavera de 2014, cuando una de las tres hojas de cristal de la gran caja, supuestamente irrompible, se resquebrajo bajo los pies de una familia californiana que estaba de visita. No pasó nada más allá del susto (mayúsculo).

Cuando oscurece la ciudad playera y colorida se transforma en una tenebrosa fantasía que recuerda mucho a Gotham City

La ciudad de los rascacielos también se puede ver desde otro prisma. El reflejo de la metrópolis y de su gente en la Gran Alubia del Millenium Park bien merece una visita. Inspirada en una gota de mercurio, esta macro escultura de Anish Kapoor refleja un mundo distorsionado y muy voluble. ¿Quién puede resistirse a ver su imagen reflejada en un espejo-alubia de 20 metros de largo? El Parque del Milenio no se acaba aquí, tiene más juguetes para niños y mayores. Esta vez de la mano de Jaume Plensa, artista barcelonés, que ha intervenido el espacio del parque con obras coloridas y muy divertidas. Como sus monumentales y muy blancas cabezas de niña. O como la fuente Crown, gran favorita de niños y niñas locales cuando el calor aprieta.

Que todo sea tan bonito no significa que éste sea solo un sitio para contemplar. Chicago es sobre todo un sitio para vivir. Cuenta con una intensa vida cultural poblada de oferta muy presente en las guías de viajes al uso: Centro Cultural de Chicago, Instituto de Arte, Opera Lírica de Chicago, Symphony Hall, etc. Pero también dispone de una imponente vida cultural callejera, plagada de iniciativas menos oficialistas y más espontáneas. Especialmente en verano la ciudad disfruta a muerte de las buenas temperaturas a través de festivales, exposiciones, cine al aire libre, conciertos… mucho que ver y mucho que hacer en la Ciudad del Viento.

Para más información sobre turismo en Chicago:

www.usatourist.com/espanol/destinations/illinois/chicago/chicago-main.html

www.choosechicago.com/es/