El emprendimiento interno
Joan M. Sabaté Rovira
Director Gerente en Celler de Capçanes. Máster Dirección Económico-Financiera por el CEF.-
Emprendimiento
Mucho se habla sobre emprendimiento en general en el sentido de que los recientes graduados desarrollen nuevos negocios y nuevos modelos productivos, es decir, emprender más y no esperar ser contratado.
Y poco se habla de emprendimiento interno. El emprendimiento interno es el que se da en el seno de una empresa que ya existe y que ya está consolidada en un mercado determinado; este emprendimiento interno es llevado a cabo por los propios empleados.
El emprendimiento interno o intrapreneurship, como se conoce a nivel internacional, es la capacidad para detectar oportunidades y crear nuevos productos o servicios y no es otra cosa que los mismos empleados de la compañía realizan propuestas a la dirección con el fin de mejorar el posicionamiento de la compañía desarrollando nuevos proyectos empresariales con el fin de ofrecer nuevos productos a nuevos mercados. Esta necesidad por parte de las empresas se debe a que el mundo es cambiante y lo que hoy funciona en la sociedad mañana quizá no lo hará, entonces esto hace que las empresas se vean en la obligación de modificar su pensamiento e intentar adaptarse a un entorno cada vez más cambiante a una velocidad de relámpago y el emprendimiento interno puede ser una herramienta muy eficiente si se gestiona correctamente.
Estos proyectos internos normalmente tienen unas características comunes: son actividades nuevas, tienen un riesgo más elevado que la actividad existente, necesitan el visto bueno de la Dirección General y son creadas en el seno de la empresa.
Esta visión cada vez se está consolidando más en el mundo empresarial y es una fórmula que forma parte de la dirección estratégica de la empresa a través de la cual puede alcanzar nuevas posiciones y nuevos liderazgos.
Para llevar a cabo este proceso, las empresas tienen varias posibilidades, entre otras está el perfil de empresa que motiva a los empleados a hacerlo con una serie de iniciativas por parte de la Dirección, tales como apoyo al empleado, motivación, la cual es imprescindible ya que si un empleado no está motivado nunca pensará cómo mejorar la empresa de la que forma parte, también tendrá que ser premiando cuanto haga propuestas de emprendimiento que sean factibles de estudiar y si estas propuestas terminan en un modelo nuevo de proyecto al empleado se le ha de permitir (en caso de que lo desee) participar, tanto a nivel operativo como económico. En conclusión, los empleados son emprendedores internos.
Por otro lado, hay empresas, normalmente empresas medianas y grandes, que crean un comité de emprendimiento formado por unas personas concretas y destinadas a formular propuestas de emprendimiento; a veces puede ser el mismo departamento de marketing y en otras, como he comentado, son grupos concretos que al margen de las su actividad dentro de la empresa tienen esta otra misión.
Para llevar a cabo esta tarea, la empresa debe tener también una serie de características y sobre todo valores, entre otros, debe tener un espíritu participativo y abierto, debe ser integradora ya que tendrá que integrar nuevos proyectos y personas incluso a la dirección y debe tener muy claro qué quiere arriesgar e invertir en estos nuevos proyectos.