“En democracia, la sociedad civil debe velar por el estado de excepción social que estamos atravesando”

Entrevista. JORDI PEIX. Vicepresidente de la Fundación Banco de Alimentos de Barcelona

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Entrevista. Jordi PeixLa Fundació Banc dels Aliments es el primer banco de alimentos creado en España, ¿puede hablarnos brevemente de su historia y evolución?

La Fundación Banco de Alimentos de Barcelona fue creada el 1987, tras una visita a la recién creada Federación Europea de Bancos de Alimentos, que agrupaba a los bancos de alimentos de Bélgica y Francia. Estos se crearon a imagen y semejanza del primer Banco de Alimentos (Food Bank) creado en Phoenix, cuya primera misión era luchar, de forma organizada, contra el despilfarro en los sectores agrícolas, alimentarios y distribución, para poder suministrar alimentos de calidad a las entidades benéficas, que a su vez distribuían alimentos a los más necesitados en base al reclutamiento de voluntarios. Los principios básicos se centraban en la organización con voluntarios a partir de un almacén central, para distribuir a las entidades benéficas, luchando contra el despilfarro de alimentos procedentes de la producción y distribución. Posteriormente se introdujo el concepto de defensa del medio ambiente al evitar que los alimentos fueran destinados a su destrucción, generando así una nueva riqueza.

A partir del conocimiento del modelo Food Bank /Banques Alimentaires se aplicaron sus métodos de trabajo que ya estaban normalizados, asumiendo la misión de generalizar el modelo en todas las provincias de España. En 1996 de creó en Barcelona la Federación Española de Bancos de Alimentos que posteriormente fue trasladada a Madrid y que actualmente agrupa 54 Bancos de Alimentos básicamente provinciales.

¿Cómo valora los resultados del Gran Recapte del pasado mes de noviembre?

Los Bancos de Alimentos además de recoger los alimentos “consumibles pero no comercializables” realizan periódicamente colectas para cumplir su misión de alimentar a los pobres. La crisis económica provocó que la demanda de alimentos se duplicara de forma inesperada en 2009. La alternativa urgente se centró en una llamada a los ciudadanos para poder cubrir la avalancha de nuevas solicitudes. El mensaje era claro: “En democracia, la sociedad civil debe velar por el estado de excepción social que estamos atravesando”. La respuesta de la sociedad fue inesperada, creciendo año detrás de año, pero también la de los centros comerciales y de los mercados municipales que colaboraron con entusiasmo.

La Gran Colecta se realiza en todos los países de Europa en la misma fecha, la última semana de noviembre. Este año en España la mayoría de los Bancos de Alimentos se han adherido a la iniciativa. En Cataluña, el Gran Recapte se realiza de forma conjunta, lo que ha permitido aunar esfuerzos con más de 20.000 voluntarios, mejorar la organización, con 1.900 puntos de recogida, y hacer llamadas a los ciudadanos a través de los medios de comunicación con unos voluntarios de privilegio: los periodistas. Esta ha sido una de los claves del éxito, con más de 3.600 toneladas de alimentos recibidas.

Entrevista. Jordi peix¿Cómo ha evolucionado su actividad a lo largo de estos años de crisis? ¿Detectan que al margen del número de personas atendidas aparecen nuevos sectores sociales que necesitan de su ayuda?

Las crisis son devastadoras, afectan a todos los sectores, solamente con un cierto alivio en los sectores exportadores y el turismo. En cinco años, desde el 2008, se ha triplicado el número de beneficiarios que reciben ayuda alimentaria. Este año aún ha aumentado un 20% y gracias al esfuerzo realizado ante el sector agrícola, industrial y de la distribución hemos podido crecer paralelamente manteniendo las ayudas al mismo nivel. El sector inmobiliario fue, cómo todo el mundo sabe, el primero en hundirse provocando una caída del consumo que ha afectado al resto de sectores. La mano de obra inmigrada que ocupaba los sectores menos remunerados fue la primera que acudió al paro, provocando una emigración masiva hacia sus países de origen o hacia otros países de Europa. Ello supone que desde el 2008 hasta el 2012 han emigrado unas 514.000 personas, el 7% de la población de Cataluña, que serán de difícil recuperación para el enderezamiento de su economía. El abanico de su incidencia es muy amplio afectando a la mayoría de clases sociales.

¿Somos solidarios los españoles? ¿Y el pueblo catalán en particular?

En los países mediterráneos aún se conservan viejas tradiciones, del clan, de la tribu o mejor dicho de las familias, el pueblo o el barrio. Los vecinos mantienen conexiones vitales. La vida en la calle subsiste. Las respuestas a la crisis han sido diversas, cada uno a su nivel, y en general se han volcado, complementando la ayuda que corresponde a la Administración, que por su parte se ha modernizado, especialmente en las periferias urbanas generando nuevas conexiones con las entidades benéficas y el propio Banco de Alimentos. Hemos calculado que en el Gran Recapte el 50% de familias de Cataluña han hecho su aportación limitada por la propia problemática personal o familiar. Opino que no hay demasiadas diferencias entre Cataluña y el resto de regiones españolas. Quizás aquello que es preciso destacar es la multiplicidad de asociaciones existentes en todos los ámbitos que esta vez se han movilizado por una causa justa y cercana a la realidad cotidiana.

La lucha contra la pobreza se hace con los pobres. No se pueden planificar desde la lejanía y a menudo incomprensión de los responsables

¿Cree que estas fechas navideñas acentúan más si cabe el derroche alimentario o no hay diferencias respecto a otras fechas del año?

Aquello que es notorio es que en momento de crisis el despilfarro se reduce. En tres años la recogida de basuras urbanas se ha reducido más del 20%. En los hogares los tupers han permitido reciclar sobrantes y el propio sector de la distribución lo constata. El tradicional derroche navideño se ha visto frenado por la crisis, pero a la vez se ha consolidado el núcleo familiar, que en buena parte se ha perdido en los países del Norte de Europa, como elemento de defensa ante la adversidad. Las fiestas navideñas son un buen momento para recordarlo.

¿Qué papel juega el voluntariado en actividades como las suyas?

En los Bancos de Alimentos no solamente forma parte de su carta fundacional, como elemento básico de acción, sino que además representa un elemento adicional de integración a la sociedad. El despilfarro de nuestra sociedad alcanza también a las personas. Actualmente el voluntariado que se encuentra en la base del funcionamiento de los Bancos de Alimentos representa una aportación profesional muy valiosa en todos los niveles de responsabilidad. En el Banco de Alimentos colaboran 225 voluntarios conjuntamente con nueve asalariados.

Entrevista. Jordi PeixUstedes viven día a día la difícil situación por la que atraviesan muchos ciudadanos de nuestro país, ¿qué medidas serían necesarias para paliar esa situación?

Las crisis son terribles a nivel estructural ya que destrozan parte del modelo subsistente. En todo caso cabe esperar que a la salida de la crisis de disponga de un nuevo modelo adaptado a las necesidades cambiantes del sistema económico. Es preciso hacer frente a las crisis con una adecuada combinación de acciones de desarrollo con actuaciones de tipo asistencial. Los Bancos de Alimentos representan un nuevo modelo para hacer frente a la pobreza, tanto la coyuntural, que es el caso preponderante actualmente, como a la estructural, propia de un modelo económico a modernizar. El Gran Recapte es una actuación de participación popular de gran importancia por su notoriedad y efecto llamada, pero la mayoría de alimentos que se distribuyen proceden del sistema productivo de la cadena alimentaria. Así se aprovechan las mermas de esa cadena para generar un elemento de transferencia social hacia los más necesitados. Me gustaría insistir en que todos los alimentos distribuidos son “consumibles pero no comercializables”, las causas son múltiples, pero todos ellos son productos de calidad controlada y se distribuyen dentro de las fechas reglamentarias tanto de caducidad como de consumo preferente.

¿Con qué previsiones afrontan el futuro y el próximo año en particular?

Todas las crisis tienen su fin, pero es preciso aprender de las causas que la provocaron y tomar las medidas consecuentes. Pero esto ya es un trabajo de especialistas. Los Bancos de Alimentos asumimos una acción concreta “ahora y aquí”: la de suministrar alimentos a las entidades benéficas.

En todo caso para finalizar me gustaría precisar que no hay pobreza, hay pobres. Hay personas y hogares con problemas a resolver, entre ellos el de la alimentación. Nunca se pueden aplicar fórmulas generalistas. También creo necesario insistir en la voluntad de seguir promocionando redes solidarias de barrio o de pueblo. Los problemas se solucionan lo más cerca posible de los mismos. El principio de subsidiariedad no solo es vigente, sino primordial. La lucha contra la pobreza se hace con los pobres. No se pueden planificar desde la lejanía y a menudo incomprensión de los responsables. Es preciso “dar y compartir” problemas y soluciones siempre a un plazo relativamente largo. Esta es la previsión para los próximos años. Nos espera un duro trabajo que solo se puede resolver con constancia y cercanía con las personas.