Gema Hassen-Bey. Una guerrera del siglo XXI que sonríe ante los retos
Marta Peiro
Redactora de Comunicación del Grupo Educativo CEF.- UDIMA.
La última
Es licenciada en Ciencias de la Información e hizo el primer resumen informativo de los Juegos Paralímpicos de Londres en 2012 para RTVE. Ha ganado trofeos con su espada de esgrima y en su palmarés tiene doce títulos paralímpicos. Gema Hassen-Bey es la prueba de que si se quiere algo, se puede conseguir con esfuerzo, constancia… y una sonrisa en la cara. Hoy se dedica a asesorar a equipos deportivos desde su experiencia y tiene un reto para “demostrar que todos podemos alcanzar nuestras cimas”: subir al Kilimanjaro. Todo ello desde una silla de ruedas. Y no los cuenta en una entrevista a ‘Conectados’.
Gema Hassen-Bey sufrió de niña un accidente de tráfico y desde entonces es persona usuaria de silla de ruedas. Trató por todos los medios de tener una vida normal e ir al colegio como el resto de niños, pero se encontró, en primer lugar, con barreras arquitectónicas insalvables para ella en el centro escolar, y, en segundo lugar, sus necesidades diferentes la obligaron a recibir formación en casa con una profesora particular. “No me faltaba de nada, pero me faltaba de todo”, asegura.
A pesar de ello, su forma de ver la vida hizo que no se conformara. Se licenció en Ciencias de la Información y, a la vez, empezó a practicar esgrima. Pese a las exigencias de ambas disciplinas, admite que “el trabajar a ese nivel tan alto no era un obstáculo, sino que la concentración que tienes que tener para los exámenes importantes me ayudaba en la competición de esgrima y la concentración deportiva me ayudaba a preparar los exámenes”. Se muestra segura con cada paso. “Cuando te planteas un objetivo y trabajas por él y no te rindes, lo consigues”.
Defensora de la inclusión, considera que “no hay discapacidad, hay capacidades diferentes. Y cuando nos unimos es cuando hacemos las cosas bien”. Por ello, apuesta por “dejar el plano teórico y tomar tierra, empezar objetivos, estrategias y resultados” para que las empresas sean más inclusivas. “Es un valor para las organizaciones porque la diversidad está en nuestra sociedad. Si tienes un entorno diverso de profesionales, vas a estar más alineado con las necesidades de la sociedad”, afirma. “Nosotros demostramos la capacidad y cada uno suma desde esa diversidad”, sentencia.
En esa inclusión tienen un gran peso las mujeres. “Tenemos que dejar de estar un paso atrás y dar un paso adelante”, opina. Critica que se ha colocado a la mujer “en un segundo plano y se nos ha hecho creer que no podíamos”. Pero, según dice, “ha llegado el momento de demostrar la capacidad que tenemos”. Y recuerda cómo se enfrentó a unos Juegos Olímpicos: “Cuando estás convencida de lo que quieres hacer, las cosas al final salen. Y ahora voy a ser la primera mujer que suba el Kilimanjaro”. Por ello, opina que “si te marcas un objetivo, lo que te mueve está en la cabeza y en el corazón”.
Precisamente, marcarse una meta es algo que entienden muy bien los alumnos que se presentan a una oposición. A ellos les recomienda “soñar alto y ser ambiciosos”. “La vida es soñar y no rendirte”. Para enfrentarse a un gran reto, Hassen-Bey aconseja también “tomar compromiso”. “Que tu vida esté en lo que haces, no te rindas. Y en los momentos difíciles sonríe también”, manifiesta.
Para esos momentos, la medallista recomienda confiar en uno mismo. “No dejes que nadie te diga que no puedes, porque realmente los límites están en tu cabeza”, dice. Tal como lo ve la periodista, “a veces nos complicamos y colocamos piedras en nuestro camino, hacemos muy grandes cosas que no son importantes”.
Además, la esgrimista critica que la facilidad de las nuevas tecnologías impide a las personas esforzarse por lo que quieren, con la correspondiente satisfacción que ese esfuerzo conlleva. “Estamos en una sociedad de la inmediatez en la que queremos algo y queremos que sea rápido y que nos cueste poco. Y perdemos la satisfacción personal de superar, el espíritu de superación cuando consigues algo muy difícil con tu esfuerzo”, asegura. Así, esta “guerrera del siglo XXI” sugiere recordar que “nada es definitivo y lo que importa no es la cima, sino el camino”.
La tolerancia al fracaso es algo que Hassen-Bey considera que debería fomentarse desde la escuela. “Tenemos que obtener herramientas educativas para saber liderar nuestra vida”, apuesta. Para la deportista, es importante aprender a “manejar las emociones”. Por ello, considera que las universidades y las empresas tienen que tener más mentoring y compartir experiencias. “Tenemos que aprender a desarrollar habilidades: cómo resolver una situación de estrés o difícil, cómo rodearnos de un buen equipo o cómo plantearnos las cosas positivamente para alcanzar los sueños”, concluye.