Humor en tiempos de crisis

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Humor en tiempos de crisis
Foto de Dreamstime. Romastudio

"La imaginación consuela a los hombre de lo que no pueden ser. El humor los consuela de lo que son". (Winston Churchill).

 

Resulta chocante que el español, que en líneas generales se considera un pueblo alegre y dado  al sentido del humor,  tienda a juzgar las expresiones artísticas de corte humorístico como creaciones de “segunda fila”.  Parecería aventurado, sin embargo, considerar a Aristófanes, Shakespeare, Quevedo, Cervantes o Charles Chaplin, por citar algunos ejemplos de “humoristas” ilustres, como creadores menores. Aventurado e injusto, pues el humor ha jugado desde siempre un papel fundamental en la vida de los españoles. Desde la novela picaresca hasta nuestros días, el sentido del humor nos ha ayudado a sortear los avatares sociales, políticos y económicos. A golpe de parodia, humor negro y sátira, por no hablar de nuestra  irreprimible tendencia a hacer chistes sobre todo lo divino y lo humano, hemos logrado superar todo tipo de adversidades.

Se suele citar el ejemplo de La Codorniz (“La revista más audaz para el lector más inteligente”), que desde 1941 hasta 1978 sobrevivió a tiempos duros respecto a la libertad de expresión con un ideario basado en el humor. Esta publicación, por cuya dirección pasaron Miguel Mihura, Álvaro de Laiglesia, Manuel Summers y Cándido está considerada como el germen de revistas posteriores como Hermano Lobo o Por Favor, que tuvieron especial protagonismo en los últimos tiempos de franquismo, sentando las bases para una tradición, la de la revista humorística, que hoy continúa vigente con títulos como El Jueves o la más reciente Mongolia.

Son muchas las voces que claman por el optimismo como instrumento indispensable para ayudarnos a salir de la actual situación

Si el Lazarillo de Tormes o la Vida del Buscón nos permiten comprender la sociedad española de los siglos XVI y XVII, del mismo modo en un futuro más o menos próximo se podrá indagar en las causas, desarrollo y consecuencias del terremoto económico, social y político que vivimos en la actualidad a partir de las viñetas de El Roto, Forges o Gallego & Rey, que condensan en sus obras la visión general de la ciudadanía sobre nuestra actual sociedad, mostrando sus contradicciones.

Humor y crisis

La crispación política y  la incertidumbre laboral, económica y social que vivimos no parecen, a priori, un caldo de cultivo idóneo para reverdecer los laureles de nuestro tradicional sentido del humor ni para recuperar ese tópico del español como un pueblo alegre y optimista. Sin embargo, y aunque humor y crisis parezcan dos términos incompatibles, son muchas las voces que reivindican el optimismo y la risa como instrumentos indispensables para ayudarnos a salir de la actual situación.

La psicología positiva ahonda en el valor de la risa, el sentido del humor y el optimismo como armas muy útiles para sobrellevar los contratiempos de la vida. Marta Blasco, psicóloga y profesora del CEF.- remarca la importancia de la actitud para superar cualquier contratiempo conseguir el éxito. “Los que echan la culpa de todo a la crisis, están proyectando sus problemas hacia fuera, no actúan, sino que esperan a que lleguen tiempos mejores y a que sean otros los que hagan algo. En el otro extremo están  aquellos que asumen que son los responsables de sus propias vidas, definen dónde quieren llegar y actúan para que la situación cambie”.

“La queja bloquea mientras que el humor nos abre”

Cada vez son más los especialistas que reclaman modos distintos de afrontar las diferentes situaciones que la vida diaria plantea, ya sea a nivel familiar, social o laboral. Se preguntan por qué la seriedad y el cumplimiento de las obligaciones han de estar reñidas con la alegría y el sentido del humor. Ángel Largo, socio director del Grupo Solutio, reivindica el humor como un factor importante para lograr la cohesión de los equipos en empresas y organizaciones. “El humor es la distancia más corta entre dos personas, gracias a él logramos unirnos y sentirnos bien juntos. A nivel empresarial, el humor en manos de los líderes de equipo es una poderosa herramienta para motivar a los trabajadores”. Según este especialista en RRHH, la inseguridad laboral que vivimos en el momento actual se refleja en miedo y ansiedad, emociones que pueden desembocar en otros problemas como estrés,  descenso de la productividad y hasta depresiones y bajas laborales. Un escenario en el que el sentido del humor puede resultar un gran aliado. “Tener la capacidad para desdramatizar situaciones nos ayuda a enfocar de manera positiva nuestro trabajo. El humor nos permite descomprimir la presión, ayudando también a los demás y generando un ambiente propicio para superar adversidades”, señala Largo.

Desde otro punto de vista, Antonio Gutierrez, coach de salud y fisioterapeuta de TISOC Coaching, reivindica el papel del humor y la risa en situaciones de crisis, por los efectos positivos que desencadenan a nivel  físico, psicológico, neurológico y social. “Una buena carcajada cambia nuestra visión de las cosas, modifica nuestro estado físico, ampliando la capacidad pulmonar y fortaleciendo el corazón, reduce la angustia, disminuye el estrés negativo, activa la endorfinas y estimula la relaciones sociales con nuestro entorno”.

Enfrentados al caso particular de una persona directamente afectada por las consecuencias de la crisis, Antonio Gutierrez subraya que “lamentablemente el humor solo se entiende cuando se vive en primera persona.  La forma más fácil de que alguien en una situación desesperada entienda el poder del humor es que haga el experimento a la inversa y que evalúe los resultados. Pensar en términos de fracaso o desastre solo nos valdrá para sentirnos peor y afrontar las cosas desde el peor ángulo posible. La queja bloquea mientras que el humor nos abre”.