La inteligencia conversacional
José Gil López
(Coaching de empresas)
Máster en RRHH por el CEF.- y Grado de Ciencias del Trabajo y RRHH en la UDIMA
Miembro de la ACEF.- UDIMA
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El concepto inteligencia conversacional está saliendo a la palestra, sobre todo gracias a la autora Judith E. Glaser, en su libro titulado Conversational intelligence, en el cual plantea que la clave para el éxito en la vida personal y profesional se encuentra en ser un maestro en la inteligencia conversacional.
El profesor Howard Gardner ya propuso en su famoso modelo de las inteligencias múltiples esta idea. Podríamos encajar este concepto en la inteligencia lingüística ya que no solo hace referencia a la habilidad para la comunicación oral, sino a otras formas de comunicarse como la escritura, los gestos, etc.
Las conversaciones entre individuos llevan a que ambas personas desarrollen un proceso de cambio mental y, por tanto, también, a nivel neuropsicológico. En el transcurso de ese proceso de comunicación se puede medir por lo bien que se entienden entre sí, simplemente observando la similitud de los procesos mentales y neurofisiológicos en las personas que están interactuando.
En este sentido, la empatía sería una buena aproximación para mantener una conversación de calidad con nuestro interlocutor ya que la comunicación no es un proceso dirigido sino interactivo en el cual tanto emisor como receptor participan en la misma medida.
Lo contrario a la empatía es la antipatía, por ello, si en una organización nuestro superior nos dice “por qué no haces esto así”, o bien, “no estás capacitado para realizar determinada tarea”, inmediatamente, en nuestro cerebro se activan las emociones de la desconfianza, rabia o, incluso, miedos. El resultado de esta conversación insana produce resultados de desmotivación y bajada inmediata de la productividad.
A nivel químico nuestro cuerpo produce altos niveles de cortisol, hormona que cierra el centro del pensamiento de nuestro cerebro incrementando considerablemente el estrés y las reacciones sensibles a los comentarios.
La premisa de la inteligencia conversacional es acceder a un nivel superior de progreso, va a depender de la calidad de nuestra cultura, lo que depende de la calidad de nuestras relaciones y, estas, a su vez, dependen de la calidad de nuestras conversaciones.
Utilizando la inteligencia conversacional nos va a dar poder para:
1. Influir en nuestra química cerebral para estimular las hormonas del placer y de la motivación, sobre todo la dopamina y la serotonina.
2. Expresar nuestros sentimientos y pensamientos íntimos a los demás de forma que se puedan fortalecer las relaciones. De este modo, estaríamos potenciando nuestra empatía.
3. Influir en la forma en la que interpretamos la realidad. La anatomía de nuestro cerebro determina la visión que tenemos de nuestro entorno y de nosotros mismos.
Como afirma Glaser, las conversaciones tienen un propósito en nuestras vidas y, en esta línea, las conversaciones sanas se sustentan en altos niveles de confianza.
Está demostrada la relación entre la moral de los empleados y una mejora en las conversaciones
Si una multinacional del nivel de éxito como Microsoft está apostando por la inteligencia conversacional, la explicación es que algo está cambiando en la forma de entender las relaciones personales y organizaciones.
Dado que buscamos organizaciones en las que se pueda trabajar y sentirnos felices es importante entender que la felicidad es ante todo una sensación subjetiva, lo cual significa que depende de nuestro punto de vista sentirnos contentos y satisfechos; así pues, las conversaciones se convierten en el vehículo para alcanzar esa felicidad.
Las conclusiones que podemos extraer de utilizar la inteligencia conversacional aplicada en las organizaciones serían las siguientes:
1. Ayuda con la diversidad. Mejoran las comunicaciones y ayudan a derribar barreras tanto lingüísticas como culturales, lo que ayuda a mejorar los beneficios de una comunicación efectiva en el trabajo.
2. Negocios globales. Las comunicaciones y el entendimiento en las economías globalizadas exigen un esfuerzo donde la inteligencia conversacional ayude a mejorar las transacciones y compartir información.
3. Trabajo en equipo. La comunicación efectiva en el lugar de trabajo ayuda a los empleados y gerentes a formar equipos altamente eficientes El resultado de un equipo que trabaja en conjunto es la alta productividad, la integridad y la responsabilidad.
4. Moral de los empleados. Está demostrada la relación entre la moral de los empleados y una mejora en las conversaciones. Los trabajadores rinden más y mejor en ambientes de trabajo saludable y, parte de la culpa de ello es mantener conversaciones eficaces.