Linkedin en 10 pasos
Arturo de las Heras
Director General del CEF.- y de la UDIMA
Foto de Stock.xchng
Las Redes Sociales son un arma al alcance de todos y Linkedin, en particular, nos puede ser de gran ayuda en nuestra actividad profesional, bien sea para para buscar trabajo como para hacer negocios. Hacer un uso correcto y productivo de esta red social requiere una dedicación y cumplir unas reglas mínimas para optimizar esa utilización. Nuestro objetivo no ha de ser tener muchos contactos, sino mantener una comunicación fluida con ellos.
Linkedin en 10 pasos
1) Estrategia. Antes de empezar es muy importante definir nuestra estrategia. Tenemos que tener muy claro el objetivo que perseguimos: buscar trabajo, clientes, contactos para nuestra empresa en el extranjero, etc.
2) Rutinas. Hay que buscar el “momento Linkedin del día”, integrado como una tarea más en nuestra agenda, y dedicarle el tiempo necesario en función de nuestros objetivos. Cinco nuevos contactos al día acaban siendo 1.825 al año. Es muy recomendable también crearse una cuenta de correo exclusivamente para Redes Sociales.
3) Perfil. Conviene cumplimentar el perfil en su totalidad, siguiendo los siguientes pasos:
a) Incorporar una “fotografía” clara, teniendo siempre presente que se trata de un entorno profesional. Nada de fotos informales de las que usaríamos en otras redes sociales ni logotipos de empresas.
b) Cumplimentar el apartado “Extracto”: en él escribiremos un resumen profesional y haremos una breve mención a nuestros objetivos. Es recomendable añadir también una dirección de email y un teléfono de contacto.
c) “Recomendaciones”. Necesitaremos dos o tres recomendaciones en nuestro perfil. Una buena estrategia para lograrlo es que nosotros recomendemos previamente. Tampoco hace falta pedir 100 recomendaciones, basta con unas pocas de personas clave como, por ejemplo, antiguos jefes.
d) Es interesante utilizar la “Zona de presentaciones” para adjuntar cualquier documento, imagen o vídeo que muestre nuestro producto o actividades.
Hay que buscar el “momento Linkedin del día”, integrado como una tarea más en nuestra agenda, y dedicarle el tiempo necesario en función de nuestros objetivos
4) Titular. A la hora de identificarnos como profesionales, cuidado con los anglicismos y los títulos largos y farragosos. Al igual que sucede en Google, las búsquedas en Linkedin funcionan mediante palabras clave. Si el título que ponemos bajo nuestro nombre no indica claramente a lo que nos dedicamos, corremos el riego de que no nos encuentren. Si estamos buscando trabajo es recomendable añadir “En búsqueda activa de empleo” a nuestro título profesional.
5) Búsqueda. Una vez confeccionado el perfil, hay que iniciar la búsqueda de aquellas personas que queremos que nos contraten o a quienes pensemos les pueda interesar nuestro producto o perfil. Es particularmente recomendable el uso de la “búsqueda avanzada”, que nos va a permitir seleccionar y filtrar los criterios. Especialmente aprovechable es la búsqueda por “código postal”.
6) Grupos. Las personas nos agrupamos por afinidades. En el caso de Linkedin, podemos hacerlo de dos formas: creando grupos, si existe una masa más o menos homogénea que nos sigue o a quien le puede interesar nuestras actividades; o bien buscando grupos ya existentes. Esto nos va a permitir establecer contacto directo con las personas que están en esos grupos.
7) Comunicación. Linkedin no se reduce a contactar, se trata de comunicar, de decirle a otros qué es lo que hacemos y qué estamos buscando. Es interesante tener preparados pequeños textos-plantilla en los que indiquemos en pocas líneas a qué nos dedicamos y qué esperamos de nuestro interlocutor.
8) Tratamiento. Dando por supuesto que hay que mantener en todo momento unos mínimos de cortesía y educación, Linkedin permite “aparcar” los tratamientos excesivamente formales tipo “estimado Sr/Sra”. Hay que tener en cuenta que estamos comunicando directamente con la persona, por lo que un “Hola” junto con el nombre es suficiente.
9) Independencia. No es aconsejable utilizar Linkedin vinculado con nuestras cuentas en otras Redes Sociales como Twitter o Facebook. La primera presenta la limitación de los 140 caracteres; la segunda se mueve más en el ámbito personal. Linkedin, en cambio, se desenvuelve en el ámbito profesional y tiene unos códigos y formas de expresión propios, muy distintas a las dos anteriores.
10) Anticipación. Las redes sociales no se improvisan, empieza hoy. No esperes a no tener trabajo para empezar a tejer tu red profesional, es un activo que te acompañará a lo largo de tu vida profesional.