Benedetti

Libros antiguos y pluma

Javier de la Nava
Profesor de Macroeconomía y Gestión de Riesgos del Grupo Educativo CEF.- UDIMA.

Literatura

Hace un siglo, el 14 de septiembre de 1920, nació Mario Benedetti, en Paso de los Toros, República Oriental del Uruguay. El país vivía en prosperidad y democracia promovidas por una cualificada inmigración, entre ellos su abuelo Brenno, enólogo, químico y astrónomo, nacido en Umbría (Italia). Hijo de Brenno y Matilde, Mario recibió un influjo paterno culto, científico y severo, junto a un sesgo materno imaginativo e informal. Tras quebrar el negocio familiar recalan en Montevideo. La penuria económica les lleva a cambiar veintidós veces de vivienda en veinte años. Con los escasos ingresos obtenidos por la madre como modista subsisten. La situación mejoró cuando su padre logra emplearse como químico. Por su pasión por la cultura germánica matricula a su hijo en el Colegio Alemán, donde sus buenas notas le evitan ser discriminado como otros alumnos de origen no alemán. En noviembre de 1928 nació su hermano Raúl. En segundo de bachiller abandonó el instituto para aprender idiomas. Trabaja y estudia taquigrafía, lo que le permitió ingresar en la Contaduría General de la Nación años después. Sus padres frecuentan la Escuela Logosófica, interpretación esotérica del Universo. Allí coinciden con la familia gallega López Alegre, cuya hija Luz sería su inseparable compañera de vida. Como delegado de la Escuela se instala en Buenos Aires. Por sus dudas espirituales y precariedad se refugia en la lectura, la poesía de Machado le deslumbra. El tifus que contrajo a su regreso le dejó un asma crónico.

La II Guerra Mundial generó bienestar económico para los países de América Latina exportadores de materias primas. La bonanza arrastró en Uruguay una eclosión cultural con nuevas revistas literarias, auge de artes plásticas y actividad teatral fortalecida por la presencia de exiliados españoles como Margarita Xirgu. Fue la Generación del 45. Su dominio del francés, alemán e inglés potencia su actividad periodística y literaria donde alcanza la excelencia intelectual no solo en su país. El país vive una fuerte tensión por la actuación de los Tupamaros y el parcial Estado de Excepción impuesto en 1969. A través del Movimiento de Independientes 26 de marzo, integrado en el Frente Amplio, Benedetti transforma inquietud social en política, alejado de posiciones duras y extremas. El Frente Amplio se refuerza en las elecciones de noviembre de 1971 y la dinámica represión-protesta-represión se endurece, no solo con los guerrilleros, también con estudiantes, sindicatos, partidos o medios de comunicación. Tras el Golpe militar del 27 de junio de 1973 abandonó Uruguay para no sufrir tortura o largos años de cárcel.

Recala en Buenos Aires, pero la persecución de las fuerzas paramilitares argentinas le llevan a Lima, donde a los seis meses es deportado. En Cuba permanecerá hasta finales de 1979. Allí sus críticas le enfrentan con algunos colegas o con el mismísimo Fidel Castro. Sus poemas reflejan su infancia, familia, lugares queridos, amigos o exilio. La situación en Uruguay es terrible, persecuciones, torturas y represiva coordinación con dictaduras vecinas se traducen en muertos y desaparecidos. Sus libros habían sido quemados, pero su popularidad entre los jóvenes hace que en tres años sean reeditadas veinte de sus obras. Ubicado en España, el forzado desarraigo centra su propuesta literaria con “Primavera con una esquina rota” y “Reflexiones desde el sur”. En esta, Benedetti se alinea con el sacrificio en Latinoamérica de sacerdotes defensores de los desfavorecidos, “Jesús de Nazaret trajo un mensaje de justicia, solidaridad y respeto hacia el ser humano. Su figura y trascendencia pertenecen a la humanidad”.

Las elecciones generales en Uruguay de noviembre 1984 supusieron un paso hacia la normalización democrática y el empujón para que Benedetti, sin previo aviso, volviera tras once años de exilio. El regreso no es una palabra, ni un sentimiento, ni un viaje, es sobre todo expectativas, reencuentros y ausencias.

Generosamente participa en múltiples actividades que se abren con el paulatino fin de las dictaduras del Cono Sur. Su obra se populariza: “Gracias por el fuego” se adaptó al cine y televisión; “Primavera con una esquina rota” al teatro; y Joan Manuel Serrat le pide colaborar en un disco conjunto editado en 1985, “El Sur también existe”. Creado por Benedetti, el término se acoge con entusiasmo y se incorpora como fórmula textual al habla común y a los medios de comunicación. Le fascina crear canciones como reflejo de amor y valores humanos. Con motivo de su ochenta cumpleaños, Casa de América en Madrid le rinde homenaje con una semana de actividades sobre su vida y obra. En el acto central compartió escenario con intérpretes de sus poemas: Serrat, Luis Pastor o Sabina. Discreto y modesto señaló, “Algunos dicen que las grandes utopías ya no tienen vigencia, pero ¿por qué no creer en las pequeñas?, por ejemplo en el amor por el próximo prójimo”. Los asistentes le mostramos cariño y admiración, casi veneración.

El 17 de mayo de 2009, en su querida Montevideo, falleció el escritor que reflejó en sus poemas espíritu de lucha y voluntad de no darse por vencido.

Decía Vázquez Montalbán que leer sus poemas era como contemplar un campo de flores u observar el mar. Por eso Benedetti era más que un poeta.

Corazón coraza

Porque te tengo y no porque te pienso
Porque la noche está de ojos abiertos
Porque la noche pasa y digo amor
Porque has venido a recoger tu imagen
Y eres mejor que todas tus imágenes

Porque eres linda desde el pie hasta el alma
Porque eres buena desde el alma a mí
Porque te escondes dulce en el orgullo
Pequeña y dulce, corazón coraza

Porque eres mía, porque no eres mía
Porque te miro y muero y peor que muero
Si no te miro amor, si no te miro
Porque tú siempre existes dondequiera
Pero existes mejor donde te quiero

Porque tu boca es sangre y tienes frío
Tengo que amarte amor, tengo que amarte
Aunque esta herida duela como dos
Aunque te busque y no te encuentre
Y aunque la noche pase y yo te tenga
Y no

El Sur también existe

Con su ritual de acero
sus grandes chimeneas
sus sabios clandestinos
su canto de sirenas
sus cielos de neón
sus ventas navideñas
su culto de dios padre

y de las charreteras

con sus llaves del reino

el norte es el que ordena

pero aquí abajo abajo
el hambre disponible
recurre al fruto amargo
de lo que otros deciden
mientras el tiempo pasa
y pasan los desfiles
y se hacen otras cosas
que el norte no prohíbe
con su esperanza dura
el Sur también existe

con sus predicadores
sus gases que envenenan
su escuela de chicago
sus dueños de la tierra
con sus trapos de lujo
y su pobre osamenta
sus defensas gastadas
sus gastos de defensa
con sus gesta invasora
el norte es el que ordena

pero aquí abajo abajo
cada uno en su escondite
hay hombres y mujeres
que saben a qué asirse
aprovechando el sol
y también los eclipses
apartando lo inútil
y usando lo que sirve
con su fe veterana
el Sur también existe

con su corno francés
y su academia sueca
su salsa americana
y sus llaves inglesas
con todos sus misiles
y sus enciclopedias
su guerra de galaxias
y su saña opulenta
con todos sus laureles
el norte es el que ordena

pero aquí abajo abajo
cerca de las raíces
es donde la memoria
ningún recuerdo omite
y hay quienes se desmueren
y hay quienes se desviven
y así entre todos logran
lo que era un imposible
que todo el mundo sepa
que el Sur también existe