Un coche mantenido, un coche seguro
Arturo Miguel Rojo
Rerepair and innovation mechanical area de RACE. Estudiante del Grado en Marketing en la UDIMA
Ocio y cultura
¡Qué mal me viene este mes cambiar las ruedas! ¡Voy a estirar la revisión del coche un poco más! ¡Pastillas de freno! ¿Qué es eso?
Seguro que alguna vez habrás podido escuchar estos comentarios desafortunados con relación al mantenimiento del vehículo, que implican un alto riesgo, no solamente para el vehículo, sino para terceros.
Un vehículo no deja de ser una máquina que necesita estar mantenida y revisada para un funcionamiento óptimo y eficiente. La falta del mismo provoca errores y fallos y, desgraciadamente, estos fallos se manifiestan en averías y, en el peor de los casos, en accidentes.
La arquitectura de los coches ha cambiado mucho en los últimos 20 años, en los que todos los componentes mecánicos y manuales han pasado a ser electrónicos o digitales: frenos de mano eléctricos, arranques sin llave, apertura electrónica de maletero, etc. Este hecho, unido a la evolución de la calidad de los lubricantes, hacen que el coche tenga que pasar por el taller con menos frecuencia, pero ojo: “Eso no significa que no se pase por el taller”.
Hay una relación directa entre el mantenimiento del vehículo y las averías que sufre o puede llegar a tener.
Me gustaría revisar algunos aspectos que considero fundamentales a la hora de tener un coche mantenido. Por supuesto, hay que hacer una mención previa al mantenimiento preconizado por los fabricantes; ellos son los que mejor conocen sus productos y lo que tu coche necesita. Pero, más allá de ellos, analicemos qué deberíamos tener en cuenta:
- Sistema de frenado, discos, pastillas. El buen mantenimiento de estos sistemas es fundamental, especialmente si hablamos de seguridad vial. Ruidos anómalos en la zona, testigos de desgaste de pastillas, pedal de frenado blando… Cualquiera de estos síntomas nos puede dar una pista sobre una anomalía.
- Aceite y filtros. En la correcta y adecuada lubricación del motor radica su comportamiento y longevidad. El motor está diseñado para aguantar miles de kilómetros, eso sí, bajo las condiciones que indica el fabricante. Un consejo: “Usa el aceite específico recomendado por el fabricante”.
- Ruedas. Nuestro único contacto con el suelo. Ante esta frase tan contundente, algunos detalles y consejos:
- El dibujo mínimo o huella debe ser de 1,6 mm.
- Comprobar desgaste uniforme desde el exterior al interior.
- Existen neumáticos de invierno M+S (Mud and Snow) y All Season (todo el año).
- Entre los canales del dibujo de la rueda hay testigos a modo de puente que indican el nivel de desgaste.
- Los testigos indicadores del cuadro del vehículo, esos grandes desconocidos por parte del usuario. La constante evolución en el sector automotriz nos ha llevado a tener infinidad de ellos en los coches modernos. Hacer caso omiso a los mensajes luminosos o acústicos de tu vehículo te puede meter en problemas. Consejo: “Escucha a tu coche”.
- Amortiguadores. ¿Mi coche lleva eso? Sí, y son extremadamente importantes. Síntomas de amortiguadores en mal estado:
- Excesivo rebote.
- Comportamiento extraño en curvas y frenadas fuertes.
- Desgaste anormal de los neumáticos.
- Ruido extraño en baches o curvas.
- Coche desnivelado.
Con el mantenimiento de tu coche, conducta y revisión FARTA (Frenos, Aceite, Ruedas, Testigos y Amortiguadores) será más que suficiente. Espero que estos consejos sean de vuestra utilidad y os puedan haber servido para hacer huella en la importancia del mantenimiento del vehículo.