Conectados por el conocimiento compartido
No soy periodista ni tampoco tuve vocación alguna por serlo. No obstante, dirijo las publicaciones que sobre tributación editamos en nuestro grupo educativo. Lo hago desde mi posición de abogada, como experta en el área impositiva que soy. Pero si algo aprendí en mis más de 30 años en esta institución académica, honrada desde hace un tiempo como presidenta de la asociación de antiguos alumnos, es que hemos de procurar ser los mejores en lo nuestro, en aquello para lo que nos preparamos, pero sin cerrar los ojos a lo de otros, que, a la postre, no es sino eso que llamamos poeta y eufemísticamente el mundo que nos rodea.
Es este contexto en el que quiero poner en valor el esfuerzo de quienes de forma altruista colaboran como articulistas en esta publicación, ‘Conectados’, aportando lo mejor que saben de lo suyo, o de lo que piensan de lo de los otros, o de aquello que más les interesa en su vida al margen de su bagaje profesional, en un ejercicio de sano intercambio de conocimientos.
Nuestro director editorial de la revista, mi compañero Luis Miguel Belda, me transmitió en su día que un periodista es solo el transmisor de las nuevas que interesan a los ciudadanos, y que su labor principal, como bien recuerda en la entrevista que le hace en este número al también periodista y académico Luis María Anson, es la de decidir los contenidos de la publicación. Y su deber primero es hacerlo de acuerdo con el interés de esos contenidos, y el convencimiento de que serán los que más alcancen al potencial lector.
En este ejercicio de selección, ‘Conectados’ ha virado en los últimos pocos años hacia aquello que a Belda le gusta comparar con el Renacimiento, esa etapa histórica en la que los límites de los saberes se expandían hasta alcanzar en la Ilustración el mejor acomodo en forma de enciclopedia, que no es sino el soporte ideal para acunar los variados conocimientos, sensibilidades, ideas y sueños de la Humanidad en una suerte de páginas perecederas cuya supervivencia felizmente salva la nube a día de hoy.
Salvando las notorias y obvias distancias, ‘Conectados’ aspira en su órbita a eso mismo, a conectar con el universo de conocimientos más amplio posible, y a hacer que se entrelacen entre ellos, pues la cultura y el saber son siempre transversales, o esa es al menos su ideal aspiración: sumar entre todo el conocimiento de todos.
Por ello, contar con la veintena de colaboraciones que acoge cada número, de las más variadas temáticas, representa para el equipo que hacemos esta revista un acicate para seguir adelante con el siguiente número, con esa misma ilusión que Belda ha logrado transmitirme cada cuatro meses, la del periodista que vive sus mejores momentos del día en la hora del cierre, en nuestro caso, cuando se da la orden de remisión a imprenta, cuando entrevistas, reportajes, noticias y artículos divulgativos dejan de ser nuestros para serlo en unos pocos días de sus lectores. A quienes nos debemos. A quienes agradecemos su confianza.
Un afectuoso saludo