Otro apretón de tuerca
MOTOR
Maximino González Barfaluy
Miembro de la ACEF.- UDIMA
Foto de Stock.xchng
Ya en el último tramo de este año, recibo con escepticismo los últimos estudios e informes de tráfico y varias consultoras. Las cuales sin duda no se dan cuenta de la crisis que asola al pueblo español.
Insisten en machacar con multas (cada vez más caras y por más motivos), en gastar recursos estatales para inventar y comprar medios de represión en lugar de mejorar las vías públicas y reducir puntos negros. No contentos, vuelven a atacar con la antigüedad de nuestros vehículos, y atacando donde más miedo meten, en la seguridad de sus ocupantes.
La media de edad del parque automovilístico está en torno a los 11 años, y al parecer seguirá subiendo. Algunos podrán cambiar de coche cada cuatro o cinco años, pero para la mayoría ello supone un crédito de cuatro a siete años, y según la DGT la edad máxima aconsejada para un vehículo es esa, siete años.
¿Tiene un milerurista que comprar un coche continuamente durante toda su vida? Destinando entre un 20 a un 30% de su renta a su compra, sin tener en cuenta mantenimiento, combustible y el resto de los gastos naturales. ¿Nadie ve su inviabilidad?
El parque móvil se rejuveneció y creció gracias a créditos inasumibles a personas con solvencia limitada, y así nos ha lucido el pelo. En la primera década de este siglo no era raro ver a gente de recursos limitados con vehículos de gama media alta, gracias a nuestros queridos bancos que incluían en la hipoteca desde los muebles de la casa hasta las vacaciones de verano, pasando por supuesto por la adquisición de un vehículo nuevo.
Ahora amenazan con que la posibilidad de fallecer en un coche con más de 10 años se triplica respecto a un coche nuevo. ¡Qué gran memez! En lugar de insistir sobre la prevención y la formación volvemos a lo fácil. Meter miedo y recaudar.
Un vehículo “actual”, de 15 años por ejemplo, tiene numerosos elementos de seguridad pasiva y activa. Teniendo en cuenta además que debemos respetar los límites de velocidad, las ITV y las normas de circulación.
Supongo que a nadie le importaría disfrutar de un vehículo nuevo cada tres años. Pero hay que ser realistas y reflejar el estado de la sociedad en todos los ámbitos. Cuando hay gente que apura los neumáticos hasta los alambres, por no poder invertir 300 euros en su sustitución, les planteamos que cambien de coche por 15.000 euros.
El parque móvil se rejuveneció y creció gracias a créditos inasumibles a personas con solvencia limitada
Sería más lógico favorecer que nuestros vehículos estén en óptimas condiciones, por ejemplo rebajando el IVA en los artículos considerados de seguridad. De qué sirve el ESP, el ASR el ABS etc., si los amortiguadores, neumáticos y demás están en estado pésimo, tenga el coche dos años o 20.
Es más, aún en 2013, el 21% de los fallecidos no utilizaban el cinturón de seguridad, y no es porque el vehículo no los incorporase, (lo patentó Volvo en 1959 y liberó dicha patente). Quizás es que para aprender a sumar es mejor enseñar primero los números. Pero la realidad es que a la DGT solo le importa sumar, y si se reduce la velocidad media y las infracciones, las multas suman menos. ¿Cómo seguir en el negocio? Gastando más y más en medios represivos y buscando recaudar por nuevas matriculaciones.
Pero, y en nosotros como conductores ¿quién piensa? Cuántos goles como el carnet inexistente A2 nos quieren meter.
Cualquier día prohibirán la circulación de vehículos de más de equis años, y miles de personas de nuestro país tendrán que gastar un dinero que no tienen.
En fin queridos lectores, precaución al volante y cuiden sus vehículos. Recuerden que en España los vehículos matan más gente que las armas. Así que deberíamos tener al menos las mismas precauciones con unas como con otros.
Un fuerte acelerón.
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