"Una nueva historia" del Castillo de Peñafiel
Daniel Sanz Platero
Grado de Historia y Máster en Mercado del Arte por la UDIMA
Historia
El castillo de Peñafiel, situado en el este de la provincia de Valladolid y presidiendo la villa castellana homónima, es sin duda el monumento mejor conocido, el más visitado y descrito en la historia local de la villa y de su comarca, la Ribera del Duero vallisoletana. Su historia se ha vuelto a plasmar en una reciente publicación, dirigida conjuntamente por Jesús de la Villa Polo y por mí mismo, Daniel Sanz Platero, antiguo alumno del Grado de Historia y Máster en Mercado del Arte por la Udima.
Este importante monumento, uno de los castillos más bonitos que se tienen en España, es visitado por unas 100.000 personas al año. Su historia es rica en matices al asentarse sobre una colina estratégica sobre el río Duero, y gracias a esta circunstancia se han asentado cuatro fortalezas de distintas características por encima de este cerro. La primera mención histórica del mismo se relata en un documento del año 943, en el cual se habla del castillo de Peñafiel como señorío del Conde de Monzón, Assur Fernández.
Tras el paso de los musulmanes por estas tierras, en torno al 1010, Peñafiel es recuperada para Castilla con otras muchas villas y fortalezas y se funda la villa, como tal, con su fuero, elevándose la segunda fortaleza. Llegamos así a la historia del tercer castillo: en 1284 don Juan Manuel recibió el señorío de Peñafiel y emprendió una importante reforma de sus posesiones en Peñafiel. Restauró iglesias, fundó el convento de San Juan y San Pablo en su propio alcázar y se preocupó de restaurar las murallas y empedrar las calles.
Ninguna noticia posterior tenemos hasta que en 1429 Peñafiel es conquistada a sangre y fuego por las tropas de Juan II de Castilla, en guerra contra su primo, Juan de Aragón, Rey de Navarra y Duque de Peñafiel. Entonces, sabemos que se mandó derribar parte del tercer castillo; y en 1456 Enrique IV
autoriza al nuevo señor de Peñafiel, don Pedro Girón, a reconstruir el castillo y elevar la cuarta fortaleza, que ha llegado hasta nuestros días.
De bello porte y estilo, toda ella en piedra caliza, sigue desafiando al paso del tiempo.
Especialmente os recomendamos la visita a esta fortaleza porque la belleza de la edificación se encuentra ligada a otros tesoros artísticos, como es la villa de Peñafiel, declarada Conjunto Histórico-Artístico, y atender especialmente a los vinos de la Ribera del Duero que se acompañan en un maridaje especial con la rica gastronomía de este rincón castellano