La Penela y Garelos Dos caras de la misma... cocina

Salones de la Taberna Garelos y La Penela

El barón de Piernalegre

Ocio y cultura

Si tuviéramos que hablar de cocina gallega esta página no sería suficiente para mencionar siquiera brevemente a los más dignos representantes de ella en Madrid, Barcelona o cualquier otra gran ciudad española. Pero aquí solo planteamos un particular “duelo en Ok Corral” entre dos mesas con dos platos como únicas balas para resolverlo. Son dos restaurantes gallegos que coinciden en los mismos platos estrellas inevitables en cada visita. Uno, que ha repetido en varias ocasiones en ambos, va cada vez con la intención de probar otras cosas pero al final, normalmente por compartir con el novato, cede a la tentación y repite, repite y repite la comanda: tortilla de patatas y carne guisada.

Dos referencias básicas de la gastronomía patria que en La Penela y Taberna Garelos se convierten en obras maestras merecedoras de este homenaje. La coincidencia no es casual, el cocinero y alma de Garelos, Antonio Couceiro fue antes un pilar básico en los fogones de La Penela. Antonio tiene ventaja pues el ingrediente esencial del primero de los platos, la patata, tiene el mismo origen que él: Betanzos, cuna reconocida de la que para muchos es el mejor tubérculo de este país. Cierto es que tiene ventaja como punto de partida pero a los habituales de ambas mesas nos costaría mucho distinguir la tortilla de cada una de ellas. Ambas llegan a la mesa pocos cuajadas aunque si tienes mal gusto puedes pedir que te la pasen más, te mirarán como un bicho raro pero… ¡allá tú!

La patata está crujiente, como mandan los cánones -al menos los míos- y queda siempre en el plato huevo (de origen gallego también, por supuesto) suficiente para mojar el pan, que en ambos casos es otra tentación que rompe sí o sí la voluntad del que quiere apartar de su dieta este alimento básico.

Respecto al segundo plato que uno llama sencillamente “Ternera asada La Penela” mientras que Garelos lo hace con una denominación más literaria, “Cañon de sanchón”, también nos costaría mucho poner por delante uno del otro en una clasificación. Ambos son exquisitos en su sencillez e incluso las patatas de guarnición (“estas no son de Betanzos”) se asemejan un montón.

¿La diferencia? El ambiente, sin duda, la decoración también, con dos estilos diametralmente opuestos. La Penela (como el resto de locales que tiene este grupo en varias ciudades) es un local elegante, inmenso pero nada agobiante, con este tono burgués que corresponde al barrio de Salamanca. Mientras que Garelos es más informal, ruidoso, eso sí, y un poco agobiante pero quizás resulta más simpático. La elección entre uno y otro tendrá que ver con la compañía, no solo la edad sino también el número de comensales. Más claro: mayores y pocos a La Penela, jóvenes y muchos a Garelos. La diferencia de precio existe pero no es escandalosa. El servicio muy amable y eficaz y la carta de vinos satisfactoria aunque más generosa en el burgués. Ya saben.

Eso sí, si algún día superamos la tentación de la tortilla y la carne guisada lo contaremos. ¡Seguro que hay más cosas que merecen la pena!

Taberna Garelos
La Penela
C/ Blanca de Navarra, 6. Madrid

Telf.: 910 588 956.

Cierra los lunes
C/ Velázquez, 96. Madrid

Telf.: 915 765 222