Resistimos
Resistimos
No sé muy bien a quién se le ocurrió revivir la canción del Dúo Dinámico “Resistiré”, convertida en “himno nacional” contra el coronavirus, ese fenómeno sanitario, de consecuencias sociales y económicas aún por determinar en toda su dimensión, pero terribles con carácter general. Lo que sí sé es que la familia que nos reúne en torno a este grupo educativo, el que integran alumnos, profesores, administrativos y directivos, hemos resistido desde el convencimiento de que juntos somos más fuertes.
Muchos de vosotros habréis perdido a familiares y amigos en esta batalla, o conoceréis de casos próximos que os habrán sumido en un estado natural de tristeza. No dudéis ni un instante de que esta familia paralela del CEF.- y de la UDIMA siente con vosotros todo vuestro dolor, miedo, ansiedad y preocupación.
Pero como dice la canción, “Soy como el junco que se dobla, pero siempre sigue en pie”. ¿Quién me iba a decir a mí que este dúo de cantantes, que por mi edad fueron parte de la banda sonora de mi juventud, sean hoy también la de mi madurez, aunque en unas circunstancias tan especiales?
En este nuevo número de la revista ‘Conectados’ que tienes entre tus manos entrevistamos a un buen doctor, que, además de eso, es un doctor bueno. Javier Cabo es director del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad UDIMA, una buena persona que sorprendió en su día a todo el país al convertirse en el cirujano que practicó el primer trasplante cardiaco pediátrico en España, el 15 de mayo de 1994. Desde entonces, su carrera científica ha evolucionado extraordinariamente y de ello nos habla.
Si el doctor Cabo es un innovador en potencia, no menos otro científico, Ramón Hernando Larramendi, cuyo campo de maniobras son las regiones polares y suyo el Trineo de Viento o Inuit Windsled, el primer vehículo movido por el viento para “navegar” por el hielo.
Javier Gil Valle, sociólogo, escribe sobre las posibilidades de la comunicación como herramienta para hacer de cada uno de nosotros alguien que mejor transmita lo que quiere a los demás. Una tarea que no siempre es fácil, pues, como él mismo reconoce, “comunicar supone salir de nuestra zona de confort para adentrarse en nuestro interlocutor, poniéndose en su lugar y ver qué nos falta activar para que nuestro mensaje le llegue”.
Un ejercicio de empatía que nos recuerda el manifestado por todos nosotros durante estas semanas de coronavirus. Algo de lo que tenemos que felicitarnos todos. Disfruta ahora la lectura de esta revista que, nunca tanto como ahora, hemos elaborado desde nuestra casa para ti.
Un afectuoso, y esta vez más nunca, resistente saludo.