La tokenización de activos: la revolución silenciosa que está transformando las finanzas en 2025

Símbolos del euro y dólar con gráficos y elementos digitales que representan mercados, tokenización y finanzas globales.

Vanesa García Velarde
Ingeniera industrial, con experiencia en la optimización de procesos y gestión de operaciones

Finanzas

La economía global está viviendo una transformación sin precedentes gracias a la tokenización de activos, una innovación disruptiva que promete cambiar para siempre la manera en que invertimos, gestionamos y transferimos valor. A diferencia de otras tendencias pasajeras, la tokenización ya está generando impactos reales y medibles en el sector financiero, abriendo oportunidades antes impensables, tanto para grandes instituciones como para pequeños inversores.

¿Qué es la tokenización de activos?

La tokenización consiste en representar digitalmente activos del mundo real –como inmuebles, obras de arte, bonos o acciones– en una blockchain. Cada token equivale a una fracción de ese activo y puede ser comprado, vendido o transferido, de manera instantánea y segura, sin intermediarios tradicionales.

Uno de los principales aportes disruptivos de la tokenización es la liquidez. Activos tradicionalmente ilíquidos, como bienes raíces o coleccionables, pueden fraccionarse en miles de tokens, permitiendo que inversores pequeños participen en mercados antes reservados a grandes capitales. Esto no solo democratiza el acceso a la inversión, sino que también facilita a los propietarios obtener liquidez de forma rápida y sencilla.

La automatización es otro beneficio clave. Gracias a los contratos inteligentes, procesos como la liquidación de operaciones y la gestión de dividendos se ejecutan de manera automática, reduciendo costes operativos y tiempos de transacción. Esto representa un salto de eficiencia frente a los métodos tradicionales, donde la intervención manual y la burocracia ralentizan y encarecen cada operación.

En 2025, la adopción institucional de la tokenización está en auge. Instituciones financieras a la vanguardia, como bancos y fondos de inversión, reconocen el potencial de esta tecnología y están invirtiendo fuertemente en su desarrollo. Proyectos como Maple Finance permiten a instituciones obtener préstamos utilizando activos tokenizados como garantía, agilizando el acceso al crédito y reduciendo riesgos gracias a la transparencia y rapidez de liquidación que ofrece la blockchain.

Por su parte, empresas como Bitwise Asset Management han lanzado fondos cotizados (ETF) basados en criptomonedas, facilitando la entrada de inversores institucionales al mundo de los activos digitales bajo un marco regulatorio claro y seguro.

En España, BBVA ha sido pionero en la aplicación de inteligencia artificial (IA) para optimizar procesos hipotecarios, logrando reducir de semanas a días la actualización de valores de colaterales y disminuyendo significativamente los costes de TI. Si bien este caso se centra en IA, la integración de tecnologías como blockchain y tokenización en estos procesos promete una revolución aún mayor en términos de eficiencia y transparencia.

El principal reto para la expansión de la tokenización sigue siendo la regulación. Sin embargo, 2025 está marcando un punto de inflexión: con avances regulatorios en marcha, la industria financiera se prepara para un auge de proyectos de tokenización institucional, sentando las bases de un ecosistema más eficiente, accesible y transparente.

La tokenización de activos no es solo una tendencia, sino una disrupción real que ya está transformando la economía y las finanzas globales. Al aumentar la liquidez, reducir costes y democratizar el acceso a la inversión, esta tecnología está abriendo la puerta a un sistema financiero más inclusivo y eficiente. En este nuevo paradigma, la pregunta no es si la tokenización cambiará las reglas del juego, sino cuán rápido estaremos dispuestos a adaptarnos a esta nueva era.