Una actualización permanente. #ParaMisOpositores

Opositor realizando examen

Borja Colón de Carvajal Fibla
Profesor de Oposiciones del Grupo Educativo CEF.- UDIMA

Oposiciones

Desde el punto de vista de los empleados públicos que ya llevamos algunos años “dentro”, la gestión de nuestras organizaciones está cambiando a un ritmo frenético, a pesar de que pueda parecer lo contrario, o incluso que sea realmente cierto que haya organizaciones y temáticas que han permanecido y permanecerán inalterables al tiempo, lo cierto es que el servicio público que prestamos hoy, la forma en que lo ofrecemos, el tipo de ciudadanos que vienen a demandarlo y el contexto en que todo ello se hace no tiene nada que ver con lo que yo aprendí ahora hace justo 15 años.

De ahí que debería ser una exigencia casi obligada de todos los profesores el mostrar de forma eficaz y realista el mundo que se van a encontrar nuestros opositores el día que aprueben. Y no me refiero tanto al mundo de la gestión propiamente dicho, sino más bien a que fueran aprendiendo a lo largo de estos años de preparación que, además lógicamente de los temarios “oficiales” que les ensañamos, hay muchísima sabiduría y conocimiento distribuido –gratis y en red– que les puede ayudar a comprender mejor el estado del arte de ese futuro incierto.

Qué me decís, por ejemplo, sobre la reciente polémica de los contratos menores a raíz de la ya famosa instrucción de la Oficina Independiente de Regulación de Supervisión de la Contratación, o de las constantes aportaciones constructivas de Rafa Jiménez Asensio y Mikel Gorriti a los proceso selectivos y formas de provisión de los empleados públicos, o sobre el uso de inteligencia artificial y machine learning en las Administraciones públicas por Concepción Campos, y, cómo no, de la ingente labor de concienciación y documentación de Víctor Almonacid en torno a la Administración electrónica.

Significa esto, entonces, que hay una parte de la información que nos solemos dejar por el camino y que es de muchísimo interés para los opositores aunque realmente no forme parte de eso que llamamos Derecho positivo y que en ocasiones no constituye un epígrafe de un tema concreto de nuestra convocatoria, pero que os puedo asegurar que tiene más valor en términos de actualidad y conocimiento profundo de la materia que reproducir casi sin entenderlo un artículo concreto de cualquier ley de nuestro ordenamiento jurídico.

Con este fin creé el septiembre pasado (2018) un canal específico en Telegram que llamé #ParaMisOpositores (y al que se puede acceder directamente a través de la dirección: https://t.me/paramisopositores) en el que voy aportando con cierta frecuencia información relevante para todos aquellos opositores que se están dejando la piel preparando el acceso a cualquier cuerpo o escala de una Administración pública.

Eso sí, en la lógica que estaba comentando, ayudando de otra forma, desde fuera de las aulas, y a través de un medio electrónico que permita ofrecer contenidos de calidad en poco tiempo y a coste cero. Opiniones de especialistas reputados, enlaces directos a publicaciones rigurosas, actualización permanente de las novedades legislativas y alguna que otra sorpresilla más son el caldo de cultivo de este canal... en definitiva, informar y ayudar con criterio al opositor que está encerrado en su cueva, aprovechando el potencial que tienen las #RRSS y los recursos disponibles para todos en internet.

Las formas, los medios y los tiempos han cambiado mucho desde que yo empecé (y continúo) a preparar a todos esos aspirantes a la función pública allá por el año 2005. De los volúmenes legislativos comercializados por alguna conocida editorial pasamos a las encuadernaciones impresas directamente en casa de la biblioteca libre y gratuita del BOE, hasta llegar a día de hoy donde la consulta de toda esa información se realiza en tiempo real y desde cualquier tipo de dispositivo móvil. En resumen, el entorno ha cambiado radicalmente a pesar de que la materia siga siendo prácticamente la misma, temarios interminables que requieren de al menos varios años para ser digeridos por aquellos opositores que persisten en el camino y no se van a la primera de cambio, los pata negra que llamamos.

La ecuación del éxito, a mi modo de ver, sigue siendo exactamente la misma que hace años: cuantas más horas inviertas, menos tiempo necesitarás para aprobar, sin edulcorantes, así de claro: esto no es un máster, ni un doctorado, esto es un proceso selectivo como nunca antes has vivido y que representa tu puerta de entrada al sector público.   

“Cuantas más horas inviertas, menos tiempo necesitarás para aprobar”