La Administración Pública se sube al carro de la transformación digital
Antonio Villaverde Herranz
Profesor de la UDIMA
Máster Universitario en Arquitectura del Software por la UDIMA
Miembro de la ACEF.- UDIMA
Xymonau. Rgbstock
Hace unos meses lo comentábamos, la transformación digital, marcará la estrategia, el futuro e incluso la supervivencia de muchas compañías. La transformación digital es una realidad en todos los ámbitos de nuestra vida incluso en el modo de relacionarnos. Plenamente consciente de la importancia de las tecnologías de la información y de las comunicaciones para la sociedad, el Gobierno ha impulsado a través de la Comisión de Estrategia TIC, la elaboración de este marco de referencia para la coordinación e implicación de todos los actores y recursos del Estado en el proceso de transformación digital de la Administración General del Estado (AGE) y sus Organismos Públicos (OOPP).
Podemos decir que la Administración se sube de lleno al tren de la transformación, consciente de su importancia y repercusión y pone de manifiesto la voluntad y su compromiso con las nuevas tecnologías como motor del bienestar, la innovación y el desarrollo económico. No es un paso más, en mi opinión es el paso que había que dar.
Aunque la agenda digital para España contemplaba ya una serie de pautas para la digitalización de la Administración hasta 2015, los resultados de la CORA y lo establecido en el artículo 9 del RD 806/2014, sobre organización e instrumentos operativos de las TIC en la AGE, obligaban a continuar la labor emprendida, con la puesta en marcha de un nuevo planteamiento estratégico que vertebrara y acelerase la transformación digital de la Administración.
En esta línea de trabajo, el Gobierno aprobó el 2 de octubre el Plan de Transformación Digital de la AGE a iniciativa de la Comisión de Estrategia TIC, y a propuesta de varios ministros. Este plan constituye el marco estratégico global para avanzar en la transformación de la administración, estableciendo sus principios rectores, los objetivos y las acciones para alcanzarlos, así como los hitos para el desarrollo gradual de la administración gigital con un horizonte temporal hasta 2020.
Este plan es un claro instrumento para la aplicación de las nuevas leyes 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas y 40/2015, de 1 de octubre, de Régimen Jurídico del Sector Público.
Las administraciones son tajantes en este aspecto: “En el año 2020 la Administración española ha de ser digital, de manera que las tecnologías de la información y las comunicaciones estén tan integradas en la organización que ciudadanos y empresas prefieran la vía electrónica para relacionarse con la Administración por ser la más sencilla e intuitiva, que exista una colaboración fluida con los agentes interesados para poder prestar un servicio integral al ciudadano, que se impulse la innovación continua y la transparencia de los procesos administrativos, que se generen eficiencias internas y se aumente la productividad de los empleados públicos”.
Si hacemos zoom en los puntos clave de este plan tenemos por una parte que el plan consta de cinco capítulos básicos. El primero, bajo el título La Administración digital, realiza un análisis del contexto actual e introduce la visión futura de la Administración que ha de guiar el proceso de transformación.
El segundo capítulo establece los principios rectores del Plan, que han de imperar tanto en su ejecución como en cada uno de los planes de acción sectoriales. Estos principios son la orientación al usuario del servicio, la unidad y visión integral de las necesidades y acciones trabajando como una única organización, el aseguramiento de la colaboración y el fomento de alianzas como garantía de una mejor consecución de los objetivos perseguidos, la transparencia y el rendimiento de cuentas en las actuaciones como motor de la mejora de la gestión y el fomento de la innovación para impulsar el progreso y una mejor adaptación a los cambios.
Los nuevos modelos mandan, los ciudadanos lo exigimos
En el tercer capítulo, se introducen los cinco objetivos estratégicos sobre los que se vertebra la estrategia TIC para impulsar una verdadera transformación digital:
1. Incrementar la productividad y la eficacia en el funcionamiento interno de la Administración, como elemento de competitividad.
2. Profundizar en la transformación digital de las administraciones públicas, convirtiendo el canal digital en el preferente para la relación de los ciudadanos y empresas con la Administración así como el medio idóneo para que los empleados públicos desempeñen sus labores, mejorando así la calidad de los servicios prestados a aquéllos y la transparencia en el funcionamiento interno de ésta.
3. Conseguir una mayor eficiencia en los servicios TIC comunes de la Administración, obteniendo sinergias por el uso de medios y servicios compartidos, que permita derivar recursos para la innovación y la ampliación de los servicios.
4. Implantar una gestión corporativa Inteligente de la información y los datos, que permita capitalizar ese activo mejorando la eficacia de la Administración y en beneficio de los ciudadanos, garantizando la protección de su identidad digital.
5. Adoptar una estrategia corporativa de seguridad y usabilidad de los servicios públicos digitales para aumentar la confianza en ellos y fomentar su uso.
En el capítulo cuarto se recogen las líneas de acción y las actuaciones concretas que permiten alcanzar cada uno de los objetivos propuestos. Las actuaciones propuestas, serán impulsadas y supervisadas por la Dirección TIC, y deberán complementarse con las actuaciones específicas que se propongan en los planes sectoriales para la transformación digital de cada uno de los ministerios. Las líneas de acción son muy claras e incluyen:
- Transformar los procesos de gestión internos de las unidades administrativas en electrónicos.
- Desarrollar el puesto de trabajo digital
- Proveer servicios públicos digitales adaptados a las nuevas tecnologías
- Mejorar la satisfacción del usuario en el uso de los servicios públicos digitales
- Promover la innovación en la prestación de servicios
- Proveer de manera compartida servicios comunes
- Publicar la información disponible para ciudadanos y empresas y favorecer su reutilización.
- Disponer de sistemas de análisis de datos para la toma de decisiones
- Garantizar la seguridad de los sistemas de información de la AGE y sus organismos públicos.
Y el quinto y último capítulo está dedicado al establecimiento de un modelo de gobernanza para la coordinación y evaluación del presente Plan de Transformación digital de la AGE y sus OO.PP, definiéndose la estructura organizativa necesaria para la implantación y seguimiento del plan, así como las acciones previstas para su difusión.
Los nuevos modelos mandan, los ciudadanos lo exigimos. Todo un reto que iremos viendo como aterriza en los próximos años. Hay muchas expectativas y muchas ganas de hacer las cosas bien. Espero poder contribuir desde el mundo empresarial a esta iniciativa.
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