Caimanes con diamantes

Bandera inglesa con monedas

David Cordero García
Economista. Control Financiero.

Recursos humanos

— ¿Vas en serio con lo que nos dijiste el otro día? ¿Crees de verdad que es una buena decisión irte a vivir, y a trabajar, a UK? -pregunta un padre, no psicológicamente preparado en caso de una respuesta positiva, a su querida hija-. Sabes que confiamos en ti pero a tu madre -puede que a él incluso más- le vas a dar un disgusto. Bueno, entiéndeme. No tenerte cerca ni verte casi cada día le va a resultar duro.

— Ya, papá. Lo sé -contesta la hija, sabiendo que esta es la mayor preocupación que le puede frenar en su idea de aventura-. Pero estaré muy cerca. Londres está a solo un par de horas. Puedo venir todos los meses.

Esta es una situación que lleva muchos años ocurriendo y no va a dejar de hacerlo. ¿Te ha tocado de cerca? ¿Qué es lo que más nos preocuparía, aparte de esa ‘perturbación en la fuerza’ por el alejamiento de un ser querido? ¿Que se nos fuera un hijo o hija? ¿O que se nos fuera a UK? Supongo que el inglés es el primer segundo idioma que generalmente aprendemos por lo cual UK viene a la mente en primer lugar. Y es un idioma que abre muchas puertas, pero menos en países donde se hablan otras lenguas y que, sin duda, serían otras muy interesantes opciones: Alemania, Holanda, Bélgica, Dinamarca, por ejemplo.

En definitiva, puede ser una decisión que incluso a nosotros mismos no nos viniera mal. Depende de la situación, de las responsabilidades y de la "energía" de cada uno.

Seguramente es internet la principal fuente de noticias que nos mantiene actualizados y nos da una visión general de cómo están las cosas por el mundo, por Europa. Tomarse tiempo para recabar información es clave a la hora de poder hacer un análisis más profundo y así ver pros y contras que nos ayuden a tomar o apoyar una decisión.

Sin duda parece haber cierta incertidumbre sobre el Reino Unido. La COVID-19, la situación económica, el Brexit, el propio acceso al país para poder trabajar, que desde enero tiene un sistema muy ‘nuevo’ de puntos: nivel de inglés, tasas, visados, contrato ya firmado, ahorros disponibles y algunos otros requisitos más.

El referéndum de 2016 fue ya un primer obstáculo. Un porcentaje no bajo de empresas empezaron a contemplar reducir sus inversiones en el país, o trasladar una importante parte de su producción, o mover su capacidad operativa a la eurozona. La inversión extranjera ha disminuido notablemente. Por este motivo muchas empresas han salido de UK o han ido a la quiebra y han arrastrado proyectos y empleos. El paro ha aumentado un poco en el último año principalmente por las restricciones de movilidad debido a la COVID-19. Además, salarios estancados o ligeramente a la baja.

Según se ha ido acercando la fecha definitiva de salida de la UE, las exportaciones e importaciones han sufrido un buen parón con problemas en la frontera, certificados necesarios, tasas, seguros, papeleo, etc. El coste está siendo un notable aumento en su deficit comercial.

Pues bien, la cosa es que el desempleo lleva cayendo desde 2011 y desde esa fecha han tenido la crisis de crédito e hipotecas subprime, el referéndum, la COVID-19, el Brexit. Sí, hay una economía débil con un crecimiento flojo y una productividad (PIB) muy contenida, lo cual, por otro lado, ha provocado la necesidad de más trabajadores así que el empleo ha crecido. Ha disminuido algo el último año pero aun así el paro en España está tres veces por encima. En UK lleva por debajo del 5% muchos años. Implementaron hace tiempo unas medidas contra el desempleo que están funcionando bien. El salario mínimo es 500 euros mayor que el de España y el salario medio 20.000 euros por encima. Tienen un Gobierno conservador (centro-derecha) desde 2010 que, además, ha sido el que provocó y ha conseguido su Brexit.

También, la tasa de vacunación contra la COVID-19 va a velocidad de crucero. Levantarán más restricciones, aumentará el consumo, la economía cogerá ritmo antes que otras y, de nuevo, habrá empresas y fondos interesados en invertir pasta.

Otro punto a tener en cuenta es el de La City, clave impulsando toda la economía londinense y del país entero. Se han acercado al precipicio y se han tenido que lanzar. En solo tres meses del 2021 ya hemos visto cómo Ámsterdam ha desbancado a Londres como ‘’la capital‘’ europea de las finanzas y de la gestión de activos.

Bueno. Vale. Ya no están los primeros pero el adelantamiento no les ha levantado las pegatinas y siguen gestionando miles y miles de millones diariamente. La City de Londres es un Estado dentro de un Estado. Son grandes empresas con poder político y disfruta de ciertos privilegios. Fue una apuesta para construir un centro financiero formado por instituciones que pretendían concentrar el talento y la energía de la clase empresarial. Tiene su propio alcalde cuyo principal cometido es ‘’abrir puertas‘’ a los más altos niveles y expandir los valores de su liberalización. Se encarga de que las prioridades del sector bancario sean también las prioridades del Gobierno. No es un paraíso fiscal en sentido estricto pero sí un centro financiero muy desregulado. Mantiene una red de territorios vinculados a su pasado que se afianzan como los mayores ‘’paraísos fiscales’’, entre comillas, del mundo: Islas Vírgenes británicas, Bermudas, Islas Caimán, entre muchos otros, y que sirven para atraer montañas y montañas de dinerito rico que acaba alimentando a La City de todos esos impuestos corporativos que se ‘’ahorran‘’ y pueden invertir. Y todos contentos.

Decía ‘’entre comillas’’ porque ninguno de ellos aparece en la lista que la Comisión Europea elabora y revisa cada seis meses de países o jurisdicciones ‘’no cooperantes‘’, como dicen ellos…, y acaba de actualizar en febrero. La UE se abstiene de incluir a cualquier miembro, como Luxemburgo o Países Bajos. Vemos que el Brexit tampoco ha tenido efecto alguno, pues los territorios ‘’amigos’’, de un Estado ya no miembro, no aparecen incluidos. Ninguno. Y son muchos. Así que los caimanes seguirán llevando diamantes.

Ya podríamos hacer nosotros lo mismo, ¿no? No algo parecido sino exactamente igual. Parece que illegal no es y no habría consecuencias perniciosas. A ver, ¿qué tenemos más a mano? ¿Gibraltar, que lo es? No cooperante, me refiero. Uy, espera que también es british. ¿La Isla Perejil? No sé yo. Allí solo hay cabras y, además, no tienen ni un duro.

Me da entonces que todo seguirá ‘’muy‘’ como hasta ahora. Así que sí, mi conclusión es que creo siguen siendo una buena opción u oportunidad, siempre que haya caimanes cerca.