Dos grandes desconocidos. Dos grandes aliados: blockchain & compliance

Manos en un teclado portátil con bloques digitales conectados, simbolizando una red de blockchain

Irene García Burguillo
Abogada especialista en compliance, AML, ESG y contratos públicos.

Jurídico

“Si quieres ir rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado”

 

Hay grandes parejas que todo lo mejoran. Pongamos unos ejemplos: Florentino Pérez y Ancelotti, tener vacaciones y echarse una buena siesta, Rafael Nadal y Carlos Alcaraz en los Juegos Olímpicos… Sin duda estas parejas todo lo hacen más fácil, ¿o no? Si te digo que la dupla blockchain y compliance producen tanto placer como la victoria de los anteriormente mencionados, ¿me crees?

Te explico, blockchain es una herramienta tecnológica cuya finalidad es proteger la información. Ni más ni menos. Surgió para proteger la información de las criptomonedas, pero su sistema de seguridad es tan potente que está siendo usado para otros productos y en otros sectores, como es el caso de la industria alimentaria. Un ejemplo es la aplicación que la compañía estadounidense Walmart está haciendo de esta herramienta, al utilizarla para trazar la cadena de alimentos y comprobar si un producto está contaminado. ¿Interesante? Sí. ¿Útil? Desde luego.

Este ejemplo real nos pone de manifiesto la versatilidad de las herramientas tecnológicas y la cantidad de beneficios que pueden darnos. Implementar blockchain en otra entidad puede implicar salvaguardar y mejorar su negocio. Permite obtener información minuciosa en tiempo real sobre cada acción empleada, sus consecuencias y con ello poder tomar decisiones de prevención que mejoren el modelo empleado.

Como explico, permite obtener información. Cada información que se obtiene se almacena en un bloque. La suma de estos bloques se registra, como en un libro de contabilidad, obteniendo una cadena de bloques. Es decir, un registro de todos los datos, de ahí su nombre. Este almacenamiento permite tener controlados de forma segura, descentralizada y sincronizada toda la información sin intermediación de entidades externas o terceros. No cabe duda que entre sus ventajas contamos con mayor agilidad, alta transparencia, fuerte trazabilidad e incorruptibilidad (no puede ser objeto de alteración alguna).

Ahora pensarás, ¿qué tiene que ver con compliance? ¿Cómo van a hacer una buena pareja? Entiendo tus dudas.

Compliance es el conjunto de procedimientos y buenas prácticas que adoptan las organizaciones para identificar y clasificar los riesgos (operativos y legales) a los que tienen que enfrentarse y con ello establecer mecanismos internos de prevención, gestión, control y reacción frente a los mismos.

¿Qué me dices si te digo que blockchain asegura la integridad de la información que el compliance tiene que manejar? ¿Qué me dices si en un mundo incierto y de continuas brechas ambos pueden trabajar en conjunto para que las empresas puedan proteger de una forma más segura, robusta, sus procedimientos y buenas prácticas? Quizás, solo quizás, podrás vislumbrar que las sinergias tecnológicas son el futuro de la seguridad de datos y ayudarán a las organizaciones en la aplicación de muchas normativas, como es el caso de la Ley de blanqueo de capitales, que tantos quebraderos de cabeza les dan.

Solo así, teniendo presente la importancia del compliance en las organizaciones como el antivirus del negocio y a la vez su propio corazón, entenderemos lo esencial que es ayudarle con herramientas, como es el caso de blockchain, que fortalezcan este músculo dando integridad a sus registros.

De todos es sabido que las empresas tienen infinidad de preocupaciones y una es esencial: hacer las cosas bien, acorde a la ley. Ello previene complicaciones, posibles delitos y sus temidas sanciones. Sin embargo, nadie está libre de tirar la primera piedra, por ello es necesario contar con evidencias del trabajo bien hecho, y ahí es donde blockchain y compliance se dan de la mano.

Sigamos siendo responsables, hagamos uso de nuevas utilidades y protejamos nuestro entorno para poder mejorarlo. Tengamos siempre presente el conocido proverbio: “Si quieres ir rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado”.

Nada como las grandes parejas que todo lo mejoran.