La educación virtual ha impedido que las sociedades se paralicen y sufran una situación de descalabro económico y social

Franklin García Fermín

Luis Miguel Belda García
Director de Comunicación del Grupo Educativo CEF.- UDIMA

Entrevista a Franklin García Fermín

La República Dominicana aspira a convertirse en un referente en la región en materia educativa y desarrollo tecnológico. Fiar la economía a una sola carta, el turismo, uno de sus principales pilares, no es una opción para una nación que ve en la investigación, la innovación y la educación una puerta al desarrollo económico global de un país abierto al mundo, pero preocupado desde hace años por la formación integral de sus ciudadanos. En su capital, Santo Domingo, el Grupo Educativo CEF.- UDIMA dispone de sede propia en NOVO CENTRO, con vocación de colaborar en dicho propósito.

Sr. ministro, con carácter general, ¿cuáles van a ser las primeras medidas que va a adoptar su Gobierno en materia de educación superior en su país?

Las medidas que se han adoptado, en medio de la presente pandemia de la COVID-19, son coincidentes con el apoyo incondicional estatal a todas las instituciones de educación superior para el desarrollo de la docencia virtual. Para lograr esto, desde el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCYT), hemos estado visitando cada una de las universidades para conocer sus fortalezas y debilidades tanto en docencia como en investigación y en extensión.

Dada la crisis sanitaria, económica y educativa generada por la COVID-19, hemos estado acompañando a las universidades para que puedan superar las dificultades en cuanto al desenvolvimiento de la docencia y reducir al mínimo los inconvenientes que preocupan a los estudiantes en el proceso de enseñanza-aprendizaje. En ese aspecto, con el apoyo financiero dispuesto por el presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, la Universidad Autónoma de Santo Domingo pudo iniciar su docencia en el presente semestre.

Otras universidades han estado recibiendo facilidades por parte del Estado para poder sostenerse abiertas y funcionando en medio de la pandemia, dado que algunas de ellas han experimentado una baja en la matriculación estudiantil en un 35 a 40 %. Estas son algunas de las medidas que de manera inmediata hemos tenido que poner en marcha al iniciar nuestra gestión en el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología.

¿Qué retos piensa que son los más importantes que tiene la educación superior?

Entre los desafíos de la educación superior en mi país sobresalen la necesidad de instalación de plataformas tecnológicas, la adquisición de dispositivos electrónicos para potenciar la docencia virtual y el fortalecimiento de las investigaciones mediante la promoción y desarrollo de programas doctorales en diversas áreas para el fortalecimiento de las investigaciones.

Otros retos tienen que ver con el desarrollo institucional de las universidades y su fortalecimiento. Les daremos prioridad a las áreas educativa, administrativa y académica para que las universidades avancen, por las vías de la innovación tecnológica y la investigación científica, hacia la excelencia y la acreditación. Promoveremos acuerdos con universidades de otros países para que dichos programas sean de doble titulación. Además, se fortalecen las líneas de investigación, específicamente las que tiendan a contribuir al desarrollo económico, tecnológico, científico y social en la República Dominicana.

Con motivo de la pandemia, la educación online se ha convertido no solo en una alternativa al modelo presencial, sino en toda una solución para el conjunto de centros educativos en tiempos de confinamiento. ¿Cómo valora esta circunstancia y el auge de la formación online?

Es bueno precisar que educación virtual y online no es lo mismo. Por ejemplo, la virtual es asincrónica, el docente y el alumno no necesariamente coinciden en un entorno virtual, como es el caso del aula virtual. Al contrario, la online sí coinciden, pues ocurre en tiempo real. Cuando se imparte docencia y se interactúa con los alumnos, vía zoom u otra aplicación de videoconferencia, se está en una virtualidad presencial, en línea, que es sincrónica. Dada la pandemia de la COVID-19, hemos comprendido la importancia de la educación virtual, de cómo esta, al igual que el teletrabajo o cibertrabajo, ha venido a impedir que las sociedades se paralicen y sufran una situación de descalabro económico y social.

De ahí que nosotros valoramos como positiva y oportuna la modalidad de la educación virtual, lo que no implica la desaparición de la modalidad educativa real, cosa imposible. Lo que sí la pandemia ha estado dejando bien claro es que esta modalidad educativa vino para quedarse y que será parte importante de nuestra vida. Por eso, para el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología es de suma importancia focalizarnos en la educación virtual, no como una coyuntura ante la pandemia, sino como una modalidad insoslayable que debemos seguir impulsando más allá, en el espacio tiempo de lo pospandémico.

¿Está suficientemente formado el cuadro docente en el uso de las nuevas tecnologías y sus plataformas educativas para afrontar esta nueva situación?

No es suficiente, ya que los dispositivos tecnológicos son un conjunto de herramientas digitales, las cuales ha de manejar el docente cuando entra a ese mundo cibernético, que descansa en el ciberespacio, que es el lugar donde este sujeto de la enseñanza ha de indagar todo lo que tiene que ver con los datos y la información actualizada, para producir conocimiento actualizado. Dicho conocimiento deviene en conocimiento innovador cuando el docente lo procesa y lo analiza de manera crítica.

En este aspecto, para que prevalezca el conocimiento innovador, científico y tecnológico en la educación, el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCYT) y Ebsco International Inc. suscribimos un acuerdo que contempla el otorgamiento de servicio de acceso a bases de datos bibliográficos, científicos, tecnológicos y humanísticos en ese espacio virtual, que es el ciberespacio, con el objetivo de fortalecer la docencia y la investigación de la educación superior dominicana.

Este portal web contribuye al cierre de la brecha digital y a reducir la desigualdad en el acceso a las oportunidades en la población estudiantil de nivel superior, la cual se aproxima a las 600 mil personas.

No pocos estiman que la educación online no es eficiente, a pesar de que las videoconferencias permiten la interacción entre el facilitador y el alumno. ¿Cómo cambiar esa idea preconcebida?

En una de las repuestas anteriores dejé bien precisado que la educación online es diferente de la modalidad virtual, que es la que se imparte en la mayoría de las instituciones de educación superior de nuestro país. La online, que nos permite la interacción sincrónica de lo virtual, contribuye a fortalecer la educación virtual, que tiene como fundamento lo no sincrónico, la no coincidencia entre el docente y discente en espacio físico o virtual. En la educación virtual se despliegan unos recursos compuestos por contenidos de enseñanza-aprendizaje, enriquecidos por foros, debates y fuentes bibliográficas a través de las bibliotecas virtuales y de una relación escritural, de estrategia discursiva interactiva entre docente y discente.

Una medida que ya ha trascendido es su propósito de favorecer la formación posgrado y, en particular, los estudios de Doctorado en las universidades dominicanas. ¿Nos puede detallar esta iniciativa?

Como explicaba más arriba, nuestro propósito es darle prioridad a los estudios doctorales, a las maestrías de investigación y la profesionalizante, sin dejar a un lado los posgrados en diplomado y otros cursos especializados. Para tales fines, otorgaremos becas a los estudiantes para que cursen dichos estudios; estas becas serán entregadas de acuerdo con unos parámetros éticos, para que no sean excluidos los que realmente las necesitan.

Ya hemos entrado en contacto con varias universidades extranjeras para lograr convenio con el objetivo de que estos programas en coordinación con las universidades del país, sean de doble titulación; además, que se prioricen las áreas de investigación acorde con las necesidades económicas y sociales de la nación dominicana.

De ahí, que en la presente gestión priorizaremos programas de posgrado en salud, de seguridad agroalimentaria, biología, física, matemáticas, tecnociencia, innovación, ciberperiodismo o periodismo digital, sin que estos signifiquen dejar a un lado los que tienen que ver con el fortalecimiento ético y humanístico, que entran al ámbito de las ciencias sociales y la filosofía.

Usted cursó estudios en universidades europeas. ¿Qué importancia tiene para el estudiante entrar en contacto con instituciones docentes extranjeras y cómo ello se revierte después en su país?

Vivimos en unos tiempos cibernéticos, virtuales, en los que el conocimiento, la innovación en el ámbito educativo y el cultural no solo ha cambiado el modo de vida, sino que lo ha acelerado. En ese aspecto, estamos viviendo la globalización, es decir, en un mundo global, aunque combinado con lo local, lo cual nos ha permitido entrar de manera fluida en contacto con instituciones académicas de otras partes del mundo.

Ello ha facilitado que muchos profesionales puedan estudiar en esas instituciones de educación superior extranjeras, como es el caso de la universidad del País Vasco, en la que me gradué de doctor, al igual que lo han estado haciendo decenas de profesionales, tanto en derecho como en filosofía, sociología, economía, educación y administración de empresas.

Este tipo de programas ha contribuido al desarrollo del conocimiento en el país y ha permitido que se comprenda cuán importantes son las líneas de investigación para el fortalecimiento profesional en los sectores público y privado. El colocar en los puestos relevantes de las instituciones a los profesionales con grados de doctorado y maestría es contribuir al desarrollo económico, social y cultural de la sociedad dominicana.

Radiografía de la investigación en República Dominicana

Dentro del sistema de investigación en ciencia, tecnología e innovación de base científico-tecnológica, la República Dominicana ha experimentado avances tangibles en estos ámbitos:

  1. Científicos dominicanos están presentes con más frecuencia en revistas científicas indexadas con factor de impacto. Se nota un aumento considerable de la cantidad de publicaciones internacionales de científicos dominicanos.
  2. Las áreas más dinámicas son salud, agro, biología, matemáticas, física, química, nanociencia. Este dinamismo se puede verificar en las publicaciones más recientes. La bibliotecóloga Dra. Giovanna Riggio Olivares ha estado publicando resultados de sus investigaciones en torno a análisis bibliométricos de las publicaciones internacionales y nacionales de científicos dominicanos.
  3. Las publicaciones en salud que tienen que ver con enfermedades infecciosas de microorganismos (helicobacter pylori), virus (zika, chikungunya, dengue), protozoos (giardia lambia, parásito gastrointestinal). Toxoplasma gondii, parásito en sangre que puede afectar diferentes órganos en seres humanos; todos estos trabajos procedentes de la UASD. Por otro lado, investigaciones sobre gusanos planos, fascioliasis (fasciola hepática, afecta al ganado y puede afectar al ser humano) procedentes de INTEC, enfermedades crónicas como diabetes y cáncer (UASD e Instituto del Cáncer). Investigaciones en salud mental (PUCMM).
  4. Se resaltan cuatro patentes generadas en los últimos años en nanociencias: nanotubos de carbono, PUCMM; baterías de litio, INTEC. Química molécula anti-cáncer, UASD. En salud el Perno intrarradicular de UNIBE.
  5. Softwares educativos: en matemáticas UNIBE (ya en el mercado), para traducción del japonés y realidad virtual (PUCMM).
  6. Estudio de microorganismos halófilos (con afinidad a ambientes hipersalinos) realizados por IEESL y UASD, microorganismos en el agro (UASD, IEESL, ISA).
  7. Investigaciones en biotecnología, recursos genéticos, producción sostenible y seguridad alimentaria han arrojado resultados para mejoras sustanciales en la agricultura y la ganadería. Las instituciones líderes en esta dinámica son la UASD, ISA, IDIAF, IIBI, UNVEV e IEESL. Otras instituciones con por lo menos un proyecto de investigación con incidencia en el área son INTEC, UAFAM (domesticación de la primera especie animal nativa de la isla de Santo Domingo), UNPHU, UTESA, PUCMM, UCE y JBN.

    En biocombustibles, destacan los trabajos de la Msc. Yessica Castro, quien estudió las lilas del río Ozama y ha publicado los resultados en revistas científicas de alto impacto en su área. Este trabajo podría tener repercusiones económicas relevantes para República Dominicana.
  8. Se han publicado unos 34 libros que tienen que ver con ciencia, tecnología e innovación: 14 de los 15 del Congreso Internacional de Investigación Científica (I a XV CIC), 12 Seminarios de Investigación Científica e Innovación Tecnológica, 2 de la Carrera Nacional de Investigador, 1 sobre los avances en ciencia y tecnología, 4 del Congreso Estudiantil de Investigación Científica y Tecnológica (CEICYT) y 1 acerca de los Apuntes sobre Ciencia e Investigación Científica en República Dominicana, que incluye un análisis y recuento del proceso FONDOCYT.

En la actualidad, hay vigentes 247 proyectos FONDOCYT, 8 en consorcios internacionales en el marco de ERA-Net LAC. El convenio con KOICA y KAIST (Corea del Sur) ha apoyado trabajos de investigación y ha contribuido con la formación de recursos humanos de las ingenierías. Como parte de este, se está en la fase final de ejecución de 15 proyectos de investigación que involucran universidades y empresas.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, UNCTAD, rindió su informe acerca de un examen que realizó acerca de la política de ciencia, tecnología e innovación de la República Dominicana. Ese examen fue elaborado bajo la dirección de Shamika N. Sirimanne (directora de la División de Tecnología Logística de UNCTAD), bajo la supervisión de Ángel González-Sanz (jefe de Subdivisión de Ciencia, Tecnología e Innovación y Tecnologías de la Información y las Comunicaciones), con un equipo de expertos formado por los economistas Eugenia Núñez, Miguel Pérez Ludeña, Isabel Bortagaray y José Luis Solleiro; y se basó en el análisis de informes, bases de datos, documentos secundarios y entrevista a unos 80 profesionales del sistema de ciencia, tecnología e innovación de República Dominicana, realizado entre el 25 de noviembre y el 6 de diciembre de 2019. Este informe incluye recomendaciones en torno a las políticas de ciencia, tecnología e innovación a aplicar por el MESCYT.

En este momento se está inmerso en la selección del jurado que evaluará alrededor de 220 propuestas sometidas en la Convocatoria FONDOCYT 2020-2021. Este proceso finalizará con el XIII Seminario FONDOCYT, en el cual se presentará un resumen de las propuestas seleccionadas como proyectos de investigación y se realizará el primer desembolso para que estos se empiecen a ejecutar.

El ministro competente afirma al respecto que “seguiremos fortaleciendo y desarrollando todo lo relacionado con la ciencia fáctica (salud, agro, biología, matemáticas, física, química, nanociencias, entre otras); sin embargo, pretendemos incluir las ciencias sociales y humanísticas, lo cual nos dará una visión de totalidad dinámica y compleja, en la que el enfoque interdisciplinar y multidisciplinar contribuyan al campo de la tecnociencia articulado a lo social y cultural por el bien de la nación dominicana”.