“Un país sin investigación es un país sin desarrollo”
Entrevista a MARGARITA SALAS. Científica.
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Margarita Salas Falgueras nació en Canero (Asturias) en 1938. Doctorada en Bioquímica por la Universidad Complutense, fue, junto a su marido el también investigador Eladio Viñuela, discípula de Severo Ochoa en Estados Unidos. Ha dedicado su vida a la investigación y a la enseñanza, labores que le han reportado numerosas galardones y reconocimientos como el Premio Nacional de Investigación Santiago Ramón y Cajal o la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio. Su actividad investigadora la ha desarrollado mayoritariamente en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa del CSIC, del que fue directora. También ha formado parte de reconocidos centros de investigación como el Max-Planck Institute für Molekulare Genetik de Berlín o el Instituto Pasteur. Es la primera mujer española que ingresó en la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos en 2007.
¿Quiénes son los referentes de un referente como usted?
Un referente clásico es Marie Curie, una auténtica pionera en su época ante la que hay que descubrirse. En etapas más recientes he admirado mucho a Rita Levi Montalcini, una investigadora italiana que obtuvo el premio Nobel de fisiología cuando trabajaba en Estados Unidos. Tras regresar a Italia, murió en el año 2012, a la edad de 103 años. Recuerdo que cuando ya tenía 100 años vino a Madrid tras ser nombrada doctora Honoris Causa por la Universidad Complutense, y comentaba que seguía acudiendo al laboratorio, y que lo importante no era no tener arrugas en la cara sino no tenerlas en el cerebro. Era una mujer excepcional y también fue una verdadera pionera en su tiempo; de hecho, no quiso casarse para no tener la interferencia de un marido que le dijese lo que tenía que hacer, ya que en su época los maridos mandaban mucho.
La calidad de la investigación en España es muy buena y los jóvenes salen muy bien preparados, pero tienen un futuro complicado
¿Cómo reaccionaba usted cuando se encontraba con actitudes sexistas en el entorno laboral?
La experiencia sexista más fuerte que experimenté fue con mi director de la tesis doctoral, un hombre bastante machista que apenas me consideraba y para quien resultaba prácticamente invisible. Lo llevaba mal pero lo tuve que soportar pues era mi director de tesis. Tiempo después me marché a Estados Unidos para realizar la fase posdoctoral con Severo Ochoa. Cuando regresé a España recibí, al cabo de un tiempo, el premio Severo Ochoa de investigación, otorgado por la Fundación Ferrer, y en una comida que celebramos a la que asistía mi exdirector de tesis contaba como anécdota que cuando fui a pedirle que fuera mi director pensó: “¡Bah, una chica!, le daré algo sin importancia porque si no lo saca adelante no importa”. Esa era la mentalidad en España cuando yo trabajaba en mi tesis, en 1961. En Estados Unidos no tuve ningún problema por el hecho de ser mujer. Severo Ochoa me trató siempre como una persona, independientemente de mi condición de mujer.
En recientes declaraciones usted decía que antes era discriminaba por ser mujer y ahora lo es por su edad.
Es lo que siento. Parece que al llegar a cierta edad una alcanza el final de sus días en la investigación. Comienzas a encontrar dificultades para conseguir proyectos. Se nos mira como si ya no valiéramos demasiado. Siento esa discriminación. Pero yo sigo en activo, tengo mi laboratorio, mi grupo de colaboradores, jóvenes que están haciendo su tesis doctoral… Mi objetivo es seguir trabajando, seguir produciendo y seguir ayudando a la formación de otras personas.
El informe INNOVACEF.- 2015, elaborado por el CEF.- y por la UDIMA, apuntaba a que uno de cada dos científicos españoles retornados se volvería a marchar si surgiera una oportunidad en el extranjero ¿Cómo valora lo que está sucediendo en España?
La clave está en que la financiación es escasa. Uno se financia por medio de proyectos competitivos; cada tres años hay que solicitar proyecto, que pueden concedértelo o no, y al propio tiempo han de concederte la cuantía económica que se ha pedido o rebajártela. Así, una parte importante de investigadores se quedan sin financiación y otros tendrán que trabajar con una financiación muy rebajada. En mi caso, y como ejemplo, pedí un proyecto el pasado año y me dieron una cuantía del 60% de lo que había obtenido hace tres años. Llevo adelante la investigación pero evidentemente con más dificultades. Hablamos de una situación realmente muy complicada.
Pero si usted está en esta situación otros investigadores de menos prestigio lo tendrán aún más difícil.
Como he dicho, habrá otros investigadores que no tendrán financiación o será muy baja. Baste un dato: ocupamos los últimos lugares en financiación de la UE: el 28. Si la media de dichos países está en el 2% del PIB, en España estamos en un 1,24%. Atravesamos momentos de zozobra, pero no solo los que estamos investigando, sino también los jóvenes que están haciendo sus tesis doctorales, que aprovecho para decir que son, en su mayoría, trabajos excelentes. La calidad de la investigación en España es muy buena y los jóvenes salen muy bien preparados, pero tienen un futuro complicado, y si quieren seguir progresando han de salir al extranjero, lo cual es bueno, pero siempre con la idea de regresar. En la actualidad estamos perdiendo todo lo invertido en la formación de esas personas. Como decía Severo Ochoa, un país sin investigación es un país sin desarrollo. Corremos el riesgo de perder toda una generación de investigadores y cuando esto ocurre es muy difícil recuperarla. Nos iremos quedando atrás.
¿Considera importante la divulgación de la actividad científica?
La considero muy importante. Hay que transmitir a la sociedad los avances que se van produciendo, no solo en España sino a nivel global. Por ejemplo, la biomedicina suscita un gran interés por lo que afecta a la salud de las personas, en especial todo lo relacionado con la secuenciación del genoma humano que nos va a permitir prevenir y curar enfermedades. Además, con la divulgación, los ciudadanos pueden tomar conciencia de la importancia de la ciencia para un país.