“Sin investigación no hay renovación del conocimiento”

Ricardo Díaz Martín

Comunicación del Grupo Educativo CEF.- UDIMA

Entrevista a Ricardo Díaz Martín

El catedrático de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, Ricardo Díaz Martín, dirige “Modelización matemática de la predicción de costes de siniestralidad laboral. Análisis por sectores productivos”, un trabajo de investigación encargado por la CEOE y financiado por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, sobre riesgos laborales. El trabajo ha contado con una cantera de datos anonimizados del Ministerio de Trabajo sobre un total de 88.746 accidentes con baja pertenecientes a seis sectores productivos (producción ganadera, fabricación de bebidas, fabricación de productos básicos de hierro, acero y ferroaleaciones, instalaciones eléctricas de fontanería y otras instalaciones de obras de construcción y comercio al por menor en establecimientos no especializados) que comprenden un número total de trabajadores en 2017 de 913.150 de afiliaciones a la Seguridad Social.

Educación y prevención. ¿Dónde crees que se debe iniciar la formación en prevención y por qué?

La prevención de riesgos debe estar integrada en la formación de la persona desde los primeros niveles. A nadie se le escapa la importancia capital que supone la formación vial para nuestros pequeños. Es de antiguo y de común conocimiento la necesidad de que los niños aprendan, desde edades muy tempranas, hábitos saludables e higiénicos. Todo ello, sin darnos cuenta, habla de una formación preventiva que lamentablemente todavía no está integrada totalmente en nuestro sistema educativo. De la misma manera que enseñamos a nuestros hijos conductas higiénicas o a dirigirse por la vía pública con precaución, debemos logar que adopten hábitos y costumbres que garanticen su seguridad a modo de automatismos, tales como que, en el momento de subirse a un coche lo primero que hagan sea buscar el cinturón para asirse al asiento. 

Así pues, debemos lograr implantar una verdadera cultura de la prevención desde los primeros estadios de la formación del niño; porque el verdadero conocimiento comienza cuando no se recuerda dónde se aprendió lo que ya sabe. Es la manera de portar el conocimiento haciéndolo propio e incorporándolo a nuestra conducta habitual sin necesidad de hacer un esfuerzo por recordarlo.   

¿Qué papel puede jugar la universidad en la prevención de riesgos laborales que se aplica en organizaciones y empresas?

La Universidad como institución tiene dos funciones sociales y complementarias. Por una parte, se observa la función de la creación del conocimiento por la vía de la investigación científica; y, por otra parte, se tiene la función más conocida que es la función docente o la de transmisión del conocimiento para su aplicación social, al objetivo de lograr avances y una mayor calidad de vida. Una función no tiene sentido sin la otra. Si no se genera conocimiento, la sociedad quedaría estancada en el avance y la transmisión del conocimiento quedaría relegada a una mera comunicación de cuestiones que tendrían más que ver con una estática “tradición” que con una dinámica “ciencia”, dado que sin investigación no habría corrección ni renovación del conocimiento. 

Si, por otra parte, se genera el conocimiento porque existe la investigación, pero sus frutos no se comunican a la sociedad, sería un absurdo invertir en ello porque no habría retorno económico y tampoco habría beneficio social.

Así pues, resulta fundamental la integración de la función de la universidad en la sociedad, así como su acercamiento y colaboración íntima con todos los diversos agentes sociales, tales como empresas, ayuntamientos, entidades públicas, asociaciones, fundaciones, sindicatos, etc.

Sin embargo, en alguna ocasión has afirmado que la perspectiva de la prevención de riesgos laborales desde la universidad está absolutamente distorsionada por varios motivos.

Así es. En primer lugar, porque hay una carencia evidente de cuerpos de doctrina y estructuras científicas que apliquen en esta materia. En segundo lugar, se trata de una titulación universitaria habilitante con atribuciones profesionales que, legalmente, ningún otro titulado universitario puede realizar.

Existe una doble paradoja porque todo ello se produce precisamente por la convergencia de muchas áreas de conocimiento con parciales competencias en el campo de la prevención de riesgos laborales. Con todo ello, resulta evidente que existen razones muy complejas que hacen que esta titulación no se integre fácilmente en la universidad. Sin embargo, es necesario que la universidad realice un serio esfuerzo por comprometer a los profesores de las áreas afectadas y a albergar la prevención de riesgos laborales como merece, con todas las atribuciones y seriedad de una titulación habilitante que debe estar perfectamente organizada académicamente y coordinadas todas las áreas de conocimiento implicadas.

El objetivo final bien merece la pena, porque la triste realidad es que los trabajadores siguen enfermando y siguen muriendo en el cumplimiento de su contrato y con el objetivo de mantener dignamente a sus familias. Como se ha indicado, uno de los hándicaps que deben superarse es el de crear estructuras científicas que incentiven al investigador y que le permitan tener publicaciones que puntúen en similares baremos establecidos para otras áreas de conocimiento. En este sentido, es muy necesario que los actores más interesados en el avance técnico y científico de la prevención de riesgos laborales den un paso al frente e incentiven la creación de revistas científicas que cumplan los requisitos necesarios como para que se integren en el Journal Citation Reports (JCR).

Una vez que se establecieran estas revistas científicas y consolidadas las titulaciones de posgrado (másteres), sería mucho más fácil que universidades y empresas se reconocieran como entes simbióticos capaces de generar fructíferas colaboraciones que redujeran tanto la siniestralidad, como las bajas o, incluso, el absentismo laboral.

Llama la atención que con esta situación existan estudiantes con inquietud en realizar tesis doctorales en Prevención de Riesgos Laborales, ¿a qué crees que es debido?

Los trabajos de investigación integrados como tesis doctorales son los que, hasta el momento, están sirviendo para que la universidad inicie su andadura por el camino de la investigación. Aún es pronto para asegurar que por esta vía se logrará insertar la prevención de riesgos laborales como un área plenamente reconocida en la organización académica de las universidades; pero desde luego, es todo lo que se puede hacer por el momento para poder poner las estructuras de investigación universitarias a trabajar en prevención de riesgos laborales.

Los estudiantes que desean iniciar su tesis en este ámbito son alumnos que han realizado el Máster en Prevención de Riesgos Laborales, muchos de ellos son prevencionistas en activo, con una inquietud muy clara por crear conocimiento. Son los que realmente se preguntan ¿qué puedo hacer para mejorar las condiciones de trabajo de tantas personas? Son personas que merecen todo mi respeto y admiración porque saben que están trabajando en un ámbito con muy poco reconocimiento académico, pero con un campo de mejora efectiva social y laboral enorme en casi todo lo que se haga desde el punto de vista de la investigación.

Por otra parte, otra vía muy interesante e inexplorada actualmente, sería la referente a la generación de Proyectos de Investigación auspiciados por agentes sociales involucrados en la prevención de riesgos laborales, tales como mutuas y servicios de prevención ajenos, cuya financiación podría provenir por fondos propios y/o fondos públicos de diversas convocatorias. En la misma línea, habría que indicar que la formación de nuevos doctores con tesis específicas en prevención de riesgos laborales, dotarían a esta disciplina de personal con los conocimientos y habilidades necesarios para la realización de investigaciones en este ámbito; de manera, que se empezaría a satisfacer un déficit de personal docente e investigador con esta especialidad dentro de la universidad.

Tus trabajos de investigación en prevención de riesgos laborales han sido premiados en diversas ocasiones ¿Crees que incentivan suficientemente la investigación en este campo?

No cabe ni la menor duda que premios y galardones reconfortan e incentivan la labor de los investigadores; pero no hay que olvidar que la colaboración entre empresa y universidad es fundamental para lograr el objetivo final de minimizar la accidentalidad y las bajas laborales. Todavía estamos dando los primeros pasos en este tipo de colaboración entre organismos dedicados a la investigación y las empresas; pero por algo se empieza y es muy de agradecer que una entidad y mutua de trabajo como Fraternidad, con quien desde la UDIMA tenemos firmado un convenio de colaboración, promocione este tipo de iniciativas; principalmente porque, sin duda alguna, las mutuas son el nexo perfecto entre las empresas y la investigación universitaria en el ámbito de la prevención de riesgos laborales.

 

“En la vida de un profesor universitario siempre está presente la dualidad de la investigación y la docencia"

 

¿Cómo surge la idea de desarrollar trabajos de investigación basados en un modelo matemático y estadístico para la reducción de la siniestralidad?

La universidad es ayuntamiento de profesores y alumnos. En la vida de un profesor universitario, siempre está presente la dualidad de la investigación y la docencia. Esta dualidad está perfectamente representada en la relación entre profesor y alumno. Precisamente, la necesidad y las ganas de adquirir conocimiento del discente unido a la mayor experiencia y curiosidad por la investigación del docente conforman la simbiosis perfecta y siempre produce frutos para ambos y, por ende, para la colectividad social.

Y esto fue precisamente lo que ocurrió. La idea surgió a partir de que un alumno del Máster de Prevención de Riesgos Laborales se puso en contacto conmigo hace algo más de tres años. Me comentó que era responsable de prevención de riesgos laborales en una gran empresa siderúrgica y que su trabajo consistía en evitar accidentes laborales. En este sentido, me dijo que le gustaría investigar para lograr algún método novedoso que sirviera para reducir la siniestralidad. Mi respuesta fue que, para evitar un problema, en primer lugar, hay que conocerlo. Fue una respuesta que llevaba implícita una pregunta fundamental, ¿cómo vas a solucionar la sintomatología si previamente no tienes hecho un buen diagnóstico de lo que la provoca? Obviamente, el alumno buscaba el tratamiento idóneo y por la vía rápida, pero sin conocer todas las características y circunstancias que rodean a la siniestralidad para analizar sus causas y atacar el problema en origen.

Así pues, logré incentivar la curiosidad del alumno, algo imprescindible en todo investigador, y ambos nos contagiamos el interés mutuo y la ilusión de abrir nuevas vías de diagnósticos para prevenir accidentes. Y lo primero que hicimos fue recabar todos los datos posibles sobre accidentalidad y bajas laborales del sector productivo concreto de su empresa. Recogimos más de 80.000 datos sobre accidentes. Posteriormente, después de su ordenación, se me ocurrió intentar tratarlos como se hace en el diseño de equipos industriales con el fin de acotar al máximo el componente de azar que todo accidente conlleva.

¿Cómo nos ayudan las matemáticas en la predicción de accidentes?

El tratamiento estadístico nos sirve para producir modelos matemáticos, en los que aplicando los parámetros laborales de cada empresa, como número de trabajadores de la empresa, número de eventuales, edad de los trabajadores, antigüedad laboral de los mismos, horas trabajadas en cada jornada, horas o grado de formación en prevención de riesgos laborales de los trabajadores, etc., se pueden predecir las horas perdidas por baja laboral de la empresa y por lo tanto, también los costes asociados. Todo ello los hemos estado obteniendo siempre con un margen de fiabilidad superior al 75 %. Esto nos indica que aunque un accidente laboral puede tener muchos componentes atribuidos al azar, cuando se tratan en conjunto y de manera estadística, se observan cuestiones que reducen bastante el ámbito del azar o que indican quién, cuándo y dónde se puede producir un accidente con mayor probabilidad. En resumen, es algo similar a lo que hacen los meteorólogos para predecir la climatología de los días posteriores.

¿Cómo se determinan las causas y factores a tener en cuenta?

En los modelos estadísticos desarrollados se observan factores con una base y un exponente. Según el orden de magnitud de dicha base y exponente, se pueden identificar aquellos que mayor influencia tienen en la ecuación del modelo. Por lo tanto, adoptando las medidas preventivas correspondientes sobre esos factores de mayor influencia, se puede asegurar que estaremos atacando el problema allí donde más se necesita con mayor eficacia y, también, con mayor eficiencia económica porque al atacar los puntos críticos del problema minimizamos los recursos invertidos.

A raíz de las conclusiones de los estudios, por ejemplo, los lunes de 10 a 12 horas se registran más accidentes, ¿qué medidas se pueden adoptar?

La mayor incidencia de accidentes, a esas horas, tienen que ver con una bajada de atención que presta el trabajador el primer día de trabajo después del fin de semana. Para aplicar la medida correctora apropiada habría que acudir a los prevencionistas especializados en psicosociología y si fuera necesario realizar un estudio basados en test de atención del trabajador.

Nuestro modelo es un modelo predictivo que identifica de una manera cuantificada la incidencia y los aspectos críticos de la siniestralidad; es decir, es un modelo que diagnostica y caracteriza el problema. Las medidas correctoras a aplicar deben ser un tratamiento individualizado y personalizado para cada empresa; máxime en cuestiones de psicología, donde intervienen cuestiones y características propias del individuo y de su relación con la empresa.

Por establecer un paralelismo médico: nuestro modelo diagnostica e identifica la patología. El tratamiento a seguir en cada paciente debe ser muy personalizado, sobre todo cuando se trata de cuestiones psicológicas y de comportamiento humano.

¿Qué líneas de actuación pueden ser útiles en la investigación de la prevención?

Tantas como tipologías de accidentes, enfermedades, lesiones y bajas por problemas psicológicos puedan producirse. Como ya indiqué anteriormente, en la prevención de riesgos laborales intervienen muchas áreas de conocimiento y por lo tanto se puede considerar un “Arca de Noé” del conocimiento humano. Se trata de un ámbito absolutamente transversal en el que deben coexistir y coordinarse diversas disciplinas y ciencias. Tenemos que establecer vasos comunicantes entre todas ellas, con el fin de lograr aplicar unas prácticas laborales saludables y desarrolladas ad hoc, es decir, a la medida de cada empresa y organización.

Si te soy sincero, a pesar de ser químico especializado en materiales y de que mi labor investigadora es más intensa en dicho ámbito, me siento más reconfortado y realizado profesionalmente llevando a cabo trabajos en el campo de la prevención de riesgos laborales, quizá porque siento que así ayudo, de manera más directa, a que las personas vayan a trabajar para ganarse la vida y no a perderla o a enfermarse. Con la prevención de riesgos laborales salvamos vidas todos los días, pero nadie se da cuenta de ello, porque la prevención evita accidentes y hasta que no se producen no se repara en ello. Precisamente, por ello, resulta especialmente molesto que la formación y la investigación en prevención de riesgos laborales no tengan una mayor consideración y prestigio académico.