La importancia de seguir creciendo… empleado, empresa y sociedad
María Loidi Unzurrunzaga
Bolsa de Trabajo y Emprendedores del CEF.- UDIMA
Master en Dirección y Gestión de RRHH por el CEF.-
Miembro de la ACEF.- UDIMA
Xymonau. Rgbstock
La inquietud, la curiosidad y el aprendizaje constante es algo que debe permanecer y desarrollarse a lo largo de toda la vida de una persona ya que nos proporciona un crecimiento intelectual, cultural, fundamental para crecer como persona.
En cuanto al desarrollo laboral de cada empleado, hay que tener en cuenta el contexto y exigencias del nuevo mercado laboral y la importancia de reinventarse continuamente al ritmo del nuevo mundo global, caracterizado por un entorno digital y social siempre en continua y rápida evolución.
Esa necesidad de estar en continuo estado de reinvención y aprendizaje afecta a las personas físicas y por ende a las personas jurídicas. En este sentido las empresas deben impulsar el desarrollo de sus empleados, para así desarrollarse ellas mismas en la misma proporción (se trata de un win-win).Las empresas deben tener como una de sus prioridades invertir en la formación, especialización y preparación de los empleados, ya que las organizaciones las forman los empleados y el desarrollo de ambas debe ir necesariamente de la mano.
La empresa requiere de una constante mejora en todos aquellos activos que inciden en el avance y en el aumento de la productividad, y que, además de optimizar el crecimiento empresarial y de mejorar la cuenta de resultados, le aporta valor en cuanto a reputación, imagen, y responsabilidad social corporativa.
La especialización profesional a todos los niveles también es una exigencia de nuestro tiempo, y sumada a la innovación tecnológica, la flexibilidad en el trabajo, la conciliación, valoración por objetivos, teletrabajo, promoción de carreras internas…. proporciona a quien las posee unas mayores capacidades para poder competir, haciéndoles innovadores al adaptarse a carreras con nuevos contenidos laborales, (adecuándose a las nuevas oportunidades creadas por esta movilidad de los actuales entornos/objetivos empresariales).
Para dar respuesta a las distintas necesidades nacidas en el mercado laboral y a la necesidad de nuevos perfiles profesionales, la empresa debe implantar un plan de desarrollo de carrera por medio de la promoción de carreras internas.
Dicho desarrollo de carrera interna (horizontal y vertical) se llevara a cabo a través de la inversión de la empresa en los recursos, procedimientos y herramientas necesarios que permitan fijar la trayectoria de los trabajadores, sus logros y objetivos. A tal fin se contará con personal de RRHH que sean capaces de discurrir y establecer procedimientos con el fin de poder ayudar y orientar a los empleados internos a impulsar su carrera profesional mediante, por ejemplo, una promoción o reciclarse dentro la empresa a través por ejemplo de un cambio de área o funciones.
Este plan interno de desarrollo de carreras, bien sea vertical u horizontal, cuyo objetivo es formar, orientar y desarrollar la carrera profesional de empleados internos, cubre a su vez la necesidad de cubrir puestos de trabajo que se prevé crear en un futuro cercano.
Ventajas y exigencias para el empleado.
El empleado debe tener presente que cada persona es responsable de su carrera profesional, y que suman en su favor la motivación y el aportar nuevas habilidades, capacidad de comunicación, conocimiento de idiomas, hablar en público…
Las vacantes deben ser compartidas y conocidas (trasparentes) por todos los empleados, debiendo ser accesible el conocimiento de los medios y competencias necesarias, para acceder u optar a ellas. Hay que darle al empleado, la oportunidad de alcanzar ascensos, mejores sueldos, más responsabilidad y jerarquía, motivando el poder desarrollar sus ambiciones personales de responsabilidad, creatividad, innovación y aplicación de iniciativas. Todo esto contribuye a crear un ambiente de satisfacción, mejora el clima laboral que erradica el tedio, la rutina, incluso el absentismo laboral.
Las empresas deben tener como una de sus prioridades invertir en la formación, especialización y preparación de los empleados
La convocatoria de promociones de carreras internas dentro de la empresa también implica necesariamente que esta ha valorado los puestos de trabajo adecuándolos a los objetivos perseguidos. Para conseguir estos logros cuenta con la participación de aquellos empleados con el perfil adecuado y con ambición por prosperar profesional y económicamente y abarcar nuevos conocimientos
Ventajas y exigencias de las empresas
La convocatoria de carreras supone una inversión en preparación del personal para cubrir con el empleado idóneo el futuro puesto de trabajo previsto o vacante. En principio supone para la empresa una inversión a futuro.
Localizar el talento y retenerlo es parte fundamental en el cometido de las carreras internas, lo que permite disponer de una estrategia que facilita organizar al personal más idóneo para la ocupación futura de las vacantes. (La existencia de estos cauces abre posibilidades de prosperidad profesional y económica a empresa y empleados a los que motiva para que a través de la preparación adquirida se consiga mejorar la productividad).
A la incorporación de la promoción de carreras dentro de la empresa hay que sumar el estudio y valoración objetiva del puesto de trabajo al unísono con la definición precisa del perfil más adecuado, el conocimiento del tiempo a emplear, los pasos necesarios a dar y el contenido y técnicas necesarias de dicho puesto..
Ese necesario estudio permite que al mismo tiempo que posibilitamos las futuras posibles vacantes, desechar aquellos que resulten obsoletos, y dar continuidad a los que resulten actualizados y adaptados al nuevo entorno, por el uso de nuevas tecnologías, la mayor flexibilidad en el trabajo, la aplicación del teletrabajo y el cumplimiento a través de objetivos.
La promoción de carreras internas en la empresa, además de conseguir aumentar los beneficios compartidos, la productividad y enriquecer la formación profesional de sus empleados, le añade a su imagen progresista e innovadora, mejorar la publicidad ante sus competidores y fomentar la viabilidad y sostenibilidad de la misma. Es importante destacar que también aumenta el compromiso de los empleados ya que implica ofrecerle nuevas tareas y metas, y todo esto implica un reconocimiento por parte de la empresa del esfuerzo y experiencia del trabajador.
La sociedad que interviene en el desarrollo empresarial, como una fuerza que crea horizontes nuevos a superar, destacando la globalización, desafío ecológico, capacidad económica para cubrir las necesidades de la humanidad… supone para empresa y empleados una obligación moral de contribuir al beneficio común, aportando valor real a la sociedad. Aquellos empleados y empresas sin valores, y que anteponen otros criterios al beneficio social, son las que corren el riesgo de convertirse en “trabajadores y empresas sin alma”.