Los arqueros de la investigación aplicada
Enviado por angeles.salgado en Mié, 19/05/2021 - 11:56Álvaro de Diego. A Diógenes de Sinope (s. IV a.C.) se le apodó "el Perro" por la desfachatez con que desafió las convenciones sociales. Habitaba una tinaja de barro y ejercía la mendicidad atravesando el ágora como un chucho callejero. No obstante, este "Sócrates enloquecido" daba en ocasiones medida de su genio. Una vez se sentó delante de la diana cuando un soldado de nefasta puntería estaba a punto de disparar su flecha. "Para que no me aciertes", replicó al atónito arquero.