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El mundo a lomos de un caballo

Caballo negro con crin y cola al viento sobre un fondo gris ahumado

Carlos Bonilla García. Nos suele ser familiar observar en cualquier manifestación artística la representación del caballo. Desde tiempos en donde la memoria todavía no reposaba en pergamino alguno, sirvió de lienzo la rugosidad rocosa de los tabiques naturales de la cueva para hablarnos del, todavía, potro salvaje. El Paleolítico superior, en su bestiario, elevó al mito a este animal, tal vez sin saber que, a recaudo de su extinción, otros desaparecieron para siempre. Los pinceles que se han sucedido desde entonces hasta llegar a nuestros días han dado otros significados: el poder, la belleza, lo cotidiano, etc. He ahí la prueba que nos legó la diestra virtuosa del trazo de grandes nombres que, por citar a Tiziano, Velázquez, Picasso, Carlo Carrá, hasta nuestro gran contemporáneo, Augusto Ferrer Dalmau, dejo de lado al resto del universo que le rindió justicia. Escultura, cine, fotografía, leyenda, historia y música otorgan papel protagonista al cuadrúpedo galopante. En ocasiones, sus nombres propios son estudiados cual rey se tratará; y así, con mismo rango son Bucéfalo y Alejandro Magno, Incitato y Calígula, Babieca y Rodrigo Díaz de Vivar, Marengo y Napoleón…

El Museo del Carlismo

Oleo de Carga de Lácar

Laura Lara Martínez y María Lara Martínez. En Estella-Lizarra se encuentra el Museo del Carlismo, dependiente de la Comunidad Foral de Navarra. Allí nuestra línea de investigación es “Historia y mujeres: un compromiso de visibilización ”.

En la historiografía se suele encontrar que fueron tres las guerras carlistas, si bien algunas interpretaciones recientes que se pueden ver en el Museo del Carlismo las reducen a dos, la de inicio en 1833 y la de desenlace, que finalizó en 1876, reinando Alfonso XII.

Claves y estrategias para la contratación de perfiles bilingües

Una persona en traje sostiene un cartel que dice ‘CONTRÁTAME, soy bilingüe’ frente a un fondo de pizarra con gráficos.

Carlos Segade. Según un estudio publicado en 2016 por la Dirección General para el Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión de la Comisión Europea, un tercio de las empresas encuestadas habían tenido dificultades a la hora de contratar personal debido a sus habilidades lingüísticas. En la mayoría de los casos se debió a un nivel de dominio insuficiente para el puesto y, en el resto, por no encontrar solicitantes que fueran hablantes de la lengua requerida. En cualquiera de los casos se produce una ralentización de la buena marcha de la empresa y de su competitividad, lo que pone de manifiesto la necesidad de una estrategia lingüística en el seno de la empresa que se ajuste verdaderamente a sus necesidades.

Descifrando los tratamientos psicológicos más eficaces en la era del sobrediagnóstico

La escena refleja una asistencia psicológica profesional, donde la comunicación y la empatía se entrelazan en busca de soluciones y comprensión

Álex Melic Montañés. El volumen de trastornos mentales diagnosticados en la sociedad occidental se ha multiplicado en los últimos años. Los sucesivos cambios en el Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales o DSM (uno de los principales manuales de diagnóstico de psicología junto al CIE-11), así como los intereses de las compañías farmacéuticas y el estrés cotidiano son algunas de las variables que han desempeñado un papel fundamental tanto en la aparición de nuevos trastornos como en la sustitución de otros. De esta forma, de acuerdo a los datos suministrados por el Instituto para la Cuantificación y Evaluación de la Salud, hasta un 17 % de la población española padece algún tipo de trastorno mental, según datos del 2019 (último ejercicio comparable).

Stolpersteine (piedras que te hacen tropezar)

Stolpersteine conmemorativo

Javier de la Nava. En 1990, el escultor alemán Gunter Demnig quiso conmemorar los 50 años de la deportación en Colonia de mil personas de etnia gitana hacia campos de concentración, de trabajo según denominación del régimen nazi. Este hecho preparó las posteriores deportaciones masivas.

Tras entrevistarse con supervivientes e investigar en archivos, para Demnig el mejor homenaje no era un gran monumento a las víctimas, como el construido en Berlín cerca de la Puerta de Brandeburgo, el escultor quería recordar a las personas masacradas allí donde llevaron una vida normal. Delante de sus hogares o puestos de trabajo, desde los cuales fueron llevados a los campos de exterminio, colocó a ras de suelo pequeños cubos de cemento (96 × 96 × 100 mm) con una fina placa de bronce o latón dorado donde están grabados los datos de la persona. Estos adoquines son los Stolpersteine (piedras de tropiezo), los cuales llaman la atención del caminante y generan un gesto de respeto y recuerdo hacia las víctimas.

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