La mujer sigue siendo el camino de Dios hacia el hombre
Enviado por luis.llerena en Jue, 07/04/2022 - 13:25Carmen Álvarez Alonso. Nos atrae con fuerza lo exitoso y extraordinario, porque parece que en ello encontramos una cierta seguridad humana y espiritual. Cuánto nos cuesta, en cambio, aceptar todo aquello que entreteje la trama cotidiana de nuestro día a día, que, salvo contadas ocasiones, se asemeja al paisaje de una planicie sin relieve. A fuerza de no apreciar la grandeza que se esconde en la sencillez de nuestra vida diaria, se nos va encalleciendo esa rutina de lo pequeño, sin darnos cuenta de que el Señor nos espera en cada recodo de nuestro camino cotidiano. Nos acostumbramos, por ejemplo, a la sencillez con que una nueva criatura humana crece lentamente en el seno de su madre, a la simplicidad de ese poco de pan y de vino, en los que se nos entrega el eterno misterio de las Tres personas divinas, o nos habituamos a la sutil llaneza con que la Providencia divina nos cuida y nos invita a hacer el bien en las múltiples ocasiones rutinarias, y a veces inesperadas, de nuestra vida.