Ocio

A lo largo de la vida, de nuestras vidas, han pasado a nuestro lado multitud de personas, la mayoría de ellas buena gente, de las que guardas un grato recuerdo y de las que, desgraciadamente, el tiempo va borrando inexorablemente de nuestro día a día. Hay otras que se han ido pero permanecen en nosotros, las sentimos cerca, no tenemos sensación de pérdida, de ausencia; cuando existen lazos de verdadera amistad, de cariño y aprecio no es necesaria la presencia física, para estar basta con sentirse, esto nos pasa contigo, querido Fernando.

El barón de Piernalegre. Si para arrancar este artículo enunciara uno por uno el nombre y dirección de los veinticinco restaurantes que tiene el Grupo Oter en Madrid llenaría la mitad del espacio que me brinda desde hace años (¿son ya treinta?) esta revista. Sí, porque son veinticinco locales los que ha abierto Gerardo Oter desde que en 1972 puso en marcha el primero de ellos.

Luis Miguel Belda García. Francisco Javier Anel o "Kiko Anel", su nombre artístico, compone por partida doble: Rock, palabra que a él le gusta escribir en mayúsculas (lo respeto y le sigo el hilo) y vocaciones, aunque ajenas, la de estudiantes que encuentran en él una luz al final del túnel, pues no todo el mundo sabe qué quiere ser y hacer "de mayor".

Carlos Díaz Marquina. Una carretera circular… y múltiples desvíos. Esa fue la fórmula que seguimos los cuatro autores del libro Entre icebergs y volcanes (Lucía Giménez Cobo, los hermanos Javier y José Joaquín Díaz Monge y quien escribe este artículo) para explorar un destino que ha ganado en popularidad, aunque continúa alejado de la masificación de otros.

Luis Miguel Belda García. Estaba más que convencido de que la palabra no existía, pero cuál no fue mi sorpresa cuando comprobé que el Diccionario la recogía y conforme a lo que imaginaba. Así que puedo iniciar tranquilo esta nota señalando que el veedor se derrumba emocionalmente cuando al girar la esquina se encuentra de frente nada menos que un Hopper. Un cuadrito, tampoco gran cosa. Se trata del "Árbol seco y vista lateral de la casa Lombard", que el artista estadounidense firma en 1931. Por no ser, no es ni la mejor ni la más representativa obra de Hopper, pero al veedor le conmueve; tampoco sabría decir por qué, pero ¿no está el arte para conmover a los veedores? Un total de 140 obras, con Cole, Inness, Rothko, Pollock, Church, Crawford, Rosenquist o Remington, entre otros. ¡Hasta más ver!